Capítulo 4. Sin arrepentimiento

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Neji me recogió en el aeropuerto, era bastante temprano. Aún no amanecía y el frio viento de otoño me abordo sin contemplaciones haciéndome tiritar de frio, era posible ver mi aliento, fue algo de lo que él se encargó apresuradamente. Mi hermano mayor estaba algo paranoico, para la hora que era y por la personalidad que sabía tenía Neji se me hacía bastante tiempo verlo tan preocupado, una pequeña risa me asaltó, pero no pasó desapercibida por ese castaño de ojos grises.

- No te burles Hinata – Volvió a su actitud seria y gruñona. Mi sonrisa solo creció.

- Lo siento pero estas siendo un poco dramático Neji – Hice que me mirara, evitando que siguiera caminando posicionándome frente a él. Gracias a mi hermano ahora tenía tres abrigos que podían pesar lo mismo o incluso más que yo, un buen gorro lanudo y un par de guantes.

- No veo el problema – Por su expresión podía asegurar que decía la verdad, me di por vencida sobre mostrar mi punto – Tenten estará muy feliz de verte ¿Quieres un apartamento a parte o quieres quedarte con nosotros? – Ciertamente no me había tomado el tiempo para pensar en los detalles.

- ¿No sería una molestia? – El motor del auto había cobrado vida.

- Tenten está a punto de dar a luz – comenzamos el camino a casa. – La verdad serías de ayuda y aprenderías un poco también – Asentí dándole la razón.

Mi hermano vivía en un pueblo cercano a Toronto donde la empresa de publicidad de la familia tenía su sede, pero desde que se casaron pensaron que era mejor vivir en las afueras, deseaban tener hijos, pero les tomo casi dos años lograrlo y el estado de Tenten era delicado, así que mi hermano se decidió por la comodidad y salud de su esposa, sin pensar en que le tomaría un poco más de una hora de viaje llegar al trabajo. Neji era de pocas palabras pero hablaba con sus actos. Me sentía a salvo.

Me dormí en el camino, no logré descansar en el avión pero el silencio y la paz de estar lejos de lo que me hacía daño me brindo la calma necesaria al menos por un momento. En mis sueños los recuerdos recientes se hicieron presentes, tan fuertes, tan intensos y tan reales como verlos una y otra vez.

Sentí alivio al despertar gracias al leve rayo de sol que se filtró por la ventana. Parpadee varias veces, ya no me encontraba en el auto de Neji sino en una acogedora habitación, ya sin la montaña de abrigos sobre mí. La casa tenía un aire cálido, no solo era la calefacción, era calor de hogar. Risas suaves en una habitación cercana me animaron a buscar su origen. No quería sentirme triste y estar en compañía de una familia verdadera era bastante sanador.

En cuanto salí de la habitación a la sala de estar Neji y Tenten detuvieron su conversación.

- Oh lo siento, no quise interrumpir – Pero antes de retirarme la esposa de mi hermano me dio un fuerte abrazo. Se movió muy rápido para una mujer de 8 meses de embarazo.

- Está un poco sensible – Se excusó Neji mientras nos observaba. Cuando se separó de mi tenía los ojos llorosos, entonces recordé todo y también quise llorar, parpadee varias veces - ¿Quieres ir hoy a la empresa o prefieres descansar? – La voz de mi hermano logro evitar que recayera en mis pensamientos.

- Creo que prefiero descansar por hoy – Tenten se mostró muy feliz al escuchar que pasaríamos el tiempo juntas.

- Bien entonces mejor me voy – Neji se despidió de ambas y desapareció por la puerta.

La castaña sabía bien como mejorarme el ánimo después de notar que sus lágrimas de alegría avivaron por un momento las razones de mi presencia en ese lugar. Se mostró bastante parlanchina mientras nos preparaba el desayuno, muy animada de tener compañía. Fuimos muy buenas amigas en el pasado pero últimamente nos distanciamos y evidentemente ella quería fortalecer esa amistad.

Decidimos desayunar en el pórtico, se veía a lo lejos una laguna azul brillante y los árboles pintados de hermosos tonos cálidos, la vista era una completa obra de arte.

- Es hermoso – Tenten llamó mi atención, creí que se refería a la vista.

- Si el otoño es precioso, es mi estación favorita – En cuanto me gire la note mirando mi mano. Entonces lo entendí, ella estaba observando mi anillo de compromiso. Un zafiro azul profundo lo adornaba, era idéntico al tono de los ojos de Naruto – Ya no es mío, debí devolverlo pero lo olvide – Lentamente lo retire de mi dedo.

- Debes arrepentirte. Lo siento, no quise echar sal a la herida – Pensé en sus palabras.

- No, en realidad no.– Aunque le sonreí algunas lágrimas se escaparon – Es doloroso y mucho, más de lo que alguna vez podría explicar – Tome aire y limpie las gotas saladas que se me habían escapado – Pero gracias a Naruto también seré madre. Así que no puedo arrepentirme porque de hacerlo, sería decir que me arrepiento de este bebé y yo nunca podría hacer eso. – Un nudo se formó en la garganta.

- Aún lo amas – La deducción acertada de mi vieja amiga me sacó un sollozo.

- Si – No mentiría. Lo hacía. Lo amaba. No podía dejar de amarlo de la noche a la mañana menos cuando lo amé toda la vida.

Entonces pude permitirme llorar, en un lugar seguro junto a una buena amiga y también familia. Necesitaba ese apoyo, sentir que no estaba sola. Entonces supe que solo podría haber hecho eso en este lugar, quedarme supondría demasiado con lo que trabajar, la vergüenza y la humillación me hubiesen sumergido en una depresión, pero estar lejos me ayudaba a sanar. Mi familia tenía la capacidad de cerrar mis heridas con su amor y eso era todo lo que necesitaba al menos por ahora.

Las tonalidades del amor [NaruHina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora