Capítulo 24. Decisión.

697 89 5
                                    


Debía de estar loca. Loca, desquiciada con más corazón que cerebro. Si, esa podía ser una buena definición.

Naruto había estado jugando con nuestro hijo, bueno no era en si un juego, el pequeño rubio estaba comenzando pararse, sosteniéndose con dificultad e intentaba dar sus primeros pasos con Naruto emocionado apoyándole.

No creímos que la razón que nos hizo regresar a casa fueron los intentos fallidos de nuestro hijo por caminar, como si quisiera llegar a nosotros...

Las pequeñas manitas de mi bebé sostenían levemente a las de su padre mientras intentaba valerse por sí mismo, una sonrisa incrédula se formó en mi rostro, la escena era tan adorable, dulce y hermosa que me rompía el corazón. Estaba comenzando a anhelar, a tener esperanzas estúpidas.

- Bien, mira como se hace – Naruto comenzó a quitarse los zapatos y su sonrisa creció al ver la sorpresa e incredulidad en mi rostro – Quiero que vea como se apoyan los pies – Se explicó, yo sonreí desviando la mirada.

- A mí no se me habría ocurrido – Observe por la ventana y pude ver el momento exacto que comenzó a llover con fuerza, cuando me gire para informárselo a Naruto lo vi tan ensimismado en la labor de enseñarle a caminar a nuestro pequeño que cerré la boca de inmediato.

Boruto logro nada más y nada menos que dos pasos para caer de espaldas, me sorprendió que ante tantas caídas no llorara ni una vez, cada vez que se levantaba de nuevo parecía más determinado a no rendirse, parecía un poco enojado consigo mismo. Era tan tierna su carita de disgusto que me derritió el corazón en el acto.

Estaba sensible y nostálgica por el fiasco de la tarde, el escandalo fue lo de menos, lo verdaderamente doloroso fue revivir el momento en que me descubrí engañada y fue mucho más intenso aceptar que no lo había superado, seguía doliendo, seguía celosa, seguía pensando en la posibilidad de que todo fuera un malentendido y tendría mi felices para siempre...

Fue cuando Boruto por fin cayó dormido por las horas en las que intento caminar que me di cuenta. Yo no le había dado el cierre a lo sucedido con Naruto y... Shion.

Necesitaba respuestas, necesitaba la verdad y acabar con las locas esperanzas que mi loco corazón de romántica empedernida.

- ¿Naruto? – Cuando escucho que le hablaba se detuvo, tenía sus zapatos colgando de la punta de sus dedos mientras regresaba del cuarto de nuestro hijo.

- ¿S-si? – Fruncí el ceño ¿Estaba nervioso? – Oh cielos es tarde ¿Verdad? – Sonreí un poco conocía esa diatriba que tenía – No volveré a quedarme tanto. Lo siento si te he molestado pero... - se quedó pensativo unos segundos – Sus primeros pasos – La adoración en su voz me hizo sonreír.

Lo pensé un momento. A pesar de cómo había iniciado el día, las horas siguientes fueron memorables y ciertamente no era muy buena idea cambiar esa paz por el tema que deseaba hablar con Naruto, eso sería acabar con su alegría y manchar el recuerdo de los primeros pasos de nuestro hijo. Decidí aplazar la conversación.

- ¿Puedes venir mañana más temprano? – Me sentí culpable de la esperanza que comenzaba a brillar en sus ojos – Quisiera que habláramos.

- Si, por supuesto – Asintió enérgicamente al momento de aceptar. Cada vez se parecía más al hombre que amaba en mis recuerdos y en mi pasado. Que siguiera haciendo todos esos gestos y esa sonrisa, su forma de hablar y de mirarme hacían cada vez más difícil alejar mi corazón de él.

Al día siguiente Ino me brindo su ayuda para encargarse de Boruto mientras hablaba con Naruto, lo llevaría al parque y luego a las oficinas de mi padre. Era una muy buena amiga pero yo estaba un poco nerviosa por tener tan lejos a mi hijo, no era que no confiara en ella sino que comenzaba a sentir lo que era la separación poco a poco, vivía por Boruto y sin el a mi lado me sentía decaer.

- Lo empaque todo Hinata y te estaré llamando cada par de horas – Comenzaba a irritarla y lo sabía. Ino también tenía un buen temperamento.

- Nunca había estado tanto tiempo sin él – Era mi mejor intento de disculpa.

- Lo sé pero no lo uses de excusa, estas nerviosa por verlo a él – Intente refutarla pero ella no me dejo modular palabra – No intentes negarlo Hina, después de todo esa conversación que van a tener va a definirlo todo, o terminan juntos o se separan definitivamente. Ten eso claro, no pueden quedarse parados en la puerta sin entrar pero sin permitirse salir tampoco.

- ¿Acaso estas diciendo que podría volver con él? – Me sentí ofendida y traicionada.

- Hina, lo amas – Un nudo se formó en mi garganta – hacemos locuras cuando estamos enamorados – No tenía manera de refutarla.

             -Te llamo después – Me despedí    

Las tonalidades del amor [NaruHina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora