Capítulo 10.¿Valiente?

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Mi corazón estaba a mil, podía sentir sus palpitaciones en mis oídos. La voz de Neji y Tenten sonaban lejos, dejé de escuchar cuando me dijeron que Naruto... ¡Dios! Ni siquiera podía terminar de hilar ese pensamiento. No quería verlo, no sería capaz, lo sabía, necesitaba más tiempo.

- Hinata – Miré a Tenten, Neji ya no estaba – Respira ¿Ok? Despacio – Hice lo que me pidió – Bien, otra vez. Todo está bien – Me ofreció un té – Te ayudará créeme.

Lo acepte sin ganas, hasta que tomé la pequeña taza no me había dado cuenta que estaba temblando. Ver mi estado y como esa inmensa reacción podría afectarle a mi bebé me rompió tuve que llorar un poco antes de tomar la extraña bebida mentolada. Volví a los ejercicios de respiración para calmarme un poco más.

No sabía cuánto me había tomado pero ya no temblaba, al menos no tanto como para no sostener la taza, el líquido caliente no me dio arcadas como esperaba, en realidad no sabía nada mal y logro estabilizarme más rápido de lo que había imaginado.

Con la mente un poco más clara pude procesar mejor las palabras furiosas de Neji, no uso tacto, fue directo y algo cruel cuando me explico los deseos que tenía el padre de mi hijo por asistir al nacimiento. Estaba enojado y cuando lo estaba no actuaba de la mejor manera, solo soltó lo mucho que le disgustaba el hecho que nuestro padre lo considerara y esperara por nuestras opiniones al respecto, sonreí ante eso, Hiashi era un hombre duro pero era un padre y era justo.

Pude respirar mejor y le sonreí a Tenten esperando que el gesto lograra tranquilizarla.

- E- estoy bien – Tastabille un poco pero era cierto estaba mejor. Entonces recordé donde estaba, esa casita también la habitaba una pequeña personita a la que debí alterar.

- Descuida, Nélida esta con tu hermano – Solté el aire de mis pulmones aliviada

- Lo siento – Estaba avergonzada por mi reacción.

- No te preocupes, Neji no abordó el tema de la mejor manera – Miró hacía donde se encontraba la habitación de la pequeña – Pierde el control cuando no sabe cómo proteger a las personas que se supone debe proteger. – Asentí era cierto.

- Saldré a tomar aire un momento – Tenten lo aceptó.

El frio invernal ya no era tan intenso, se había comenzado a desvanecer pero no debía permanecer demasiado tiempo fuera de la abrigadora casita, pero necesitaba que ese aire helado me golpeara la cara para recobrar mis sentidos y cuando lo hice pude pensar con mayor claridad. No era el fin del mundo, de hecho era completamente entendible. Tome aire con fuerza ya calmada, si bien me asustaba con la idea de tenerlo cerca en ese momento en que estaría tan vulnerable, era más que justo que él estuviera ahí.

Por un momento me lo imagine sosteniendo a nuestro hijo en sus brazos y dedicándome una de sus sonrisas, esa sonrisa. Ahogue un sollozo, la imagen mental fue más de lo que pude soportar. Retome nuevamente fuerzas de lo único que podía, mi amor por mi bebé. Tal vez era injusta con Naruto por alejarlo tanto de esta experiencia, acaricie mi vientre redondeado y recobre la compostura, tal vez fuera algo injusto para él pero era más que justo para mí.

Yo podía con esto, no estaba sola y tampoco quería cargar con el remordimiento de negarle algo tan natural. Tome mi celular y llamé a mi padre.

- Princesa – El cariñoso apodo de mi padre lleno de fuerza mi corazón.

- Hola papá – Miré por la ventana para verificar que Neji no estuviese cerca. A él no le agradaría lo que decidí.

- ¿Hablaste con tu hermano?

- Si algo así – Estaba tomando fuerza. Aceptar se había tornado más difícil de lo que imaginé.

- ¿Y qué decidiste princesa? – Era momento.

- Acepto que venga – Un nudo se formó en mi garganta – pero papá...

- Ya lo sé, no quieres que te vea a ti – Asentí aunque no podía verme y el siguió hablando – que se quede un par de semanas ¿Estás de acuerdo? Sé que Neji lo supervisaría bien, además yo también estaré ahí – Mi padre ya estaba haciendo planes.

- Tengo una condición más – Tal vez no debería decirlo, puede que fuera un poco comprometedor. Mi padre espero en la línea – Quiero sus registros médicos del centro de rehabilitación – Esperé una reprimenda pero el gran Hiashi Hyuga no me juzgó.

- Puede ser un poco difícil pero creo que puedo conseguirlo si él y sus padres dan la autorización ¿También aceptarías que Minato y Kushina fueran? – Tenía una buena relación con ellos. Tenían derecho a conocer a su nieto.

- Claro – Mi voz fue un susurro tembloroso pero mi padre lo entendió.

- Está bien. Organizaré todo. Hablamos pronto hija – Siempre que hablaba su voz variaba de firme a tierna, intentaba suprimirlo pero era un gesto que revelaba lo mucho que nos apreciaba a Neji y a mí.

- Salúdame a Kiba y a los chicos. Te quiero papá – Sin más finalicé la llamada.

Como esperé a Neji no le agrado la idea, estaba furioso pero aceptó al final pero con la condición de no quejarme si en algún momento le tumbaba un par de dientes a Naruto, la idea me espantó pero no podía esperar más. Neji me felicito por lo valiente que era yo me burle de eso, si no estuviera tan terriblemente asustada por la idea de estar tan cerca del rubio nuevamente lo habría aceptado, pero no era así. También llamé a Ino, ella explotó con la idea pero su furia se tornaba en una burla algo graciosa y más sencilla de aceptar.

- Supongo que podré patearle las bolas antes de tiempo – Ino sabía cómo deshacerse de mis nervios – El tipo me ahorro el viaje a Tokyo – Canturreo orgullosa de su idea.

Sin más me despedí, esta vez un poco más valiente, no era difícil enfrentar tus miedos si no estabas sola y las expectativas no podían ser tan buenas ni tan malas. Al fin y al cabo lo vería en algún momento. Así que tendría que prepararse.

Las tonalidades del amor [NaruHina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora