Capítulo 17. Frente a frente

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Llegue un par de horas antes de la hora en que Hinata me cito. Estaba dando vueltas alrededor de la casa con sumo cuidado, solo para verla antes que su rostro se tiñera de odio al verme, quería observarla siendo una madre amorosa sin esa expresión perturbadora y dolorosa que sería por y para mí.

La puerta trasera se abrió, me apresure a esconderme tras uno de los arbustos cercanos era ella, Hinata tenía en sus brazos a Boruto envuelto en una toalla blanca. No estaba ni muy cerca ni muy lejos, era la distancia perfecta para observar la tranquilidad y alegría en ellos.

Hinata se sentó en la escalinata donde daba el sol mañanero y justo cuando pensé en acercarme a ellos un chillido del pato de huele en manos de nuestro pequeño hijo hizo que me quedara estático cuando lo siguiente fue escuchar el sonido de la voz de ella, con una risita entre cada palabra.

- Vamos suelta eso un momento hijo – La dulzura en la voz de quien era la madre de mi hijo me estremeció el corazón – Necesito tus manitas un segundo ¿Esta bien? – Hinata distrajo a nuestro pequeño rubio con un beso en su nariz. El gesto hizo que mi corazón diera un vuelco, ella hacía lo mismo conmigo.

Puso el juguete a un lado para secar sus diminutas manitos con la toalla y seguir con el proceso por unos minutos más. Boruto reía y extraños balbuceos salían de su garganta, estaba divirtiéndose mucho solo por ser el centro de atención para su madre. Una sonrisa se dibujó en mis labios, según tenía entendido los recién nacidos no hacían mucho además de dormir y comer, pero nuestro hijo parecía tener una energía sin igual. Boruto tenía poco más de dos semanas en este mundo y había logrado revolucionar las vidas de todos.

Pensé en lo mucho que extrañaba verla a ella, Hinata tenía una belleza suave pero capaz de impresionar y era aún más hermosa en su interior. Llevaba casi 10 meses sin ver su rostro, ni escuchar su risa, volver a tener esa experiencia era como un bálsamo para mi estado nervioso y verla con nuestro hijo en sus brazos, con tanto amor y dedicación, fue tan hermoso como imagine que sería y también doloroso, un completo ardor se extendió por mi pecho. Yo no era parte de esa escena y dudaba si algún día lo sería.

- ¿Hinata? - Por un instante pensé que era mi voz la que pronunciaba su nombre, pero en realidad era Neji – Tenten, Nélida y yo ya vamos de salida - ¿Ella se quedaría sola? Tragué en seco - ¿Estas segura que no quieres que te acompañe? – Vi el temor cruzar por su rostro un instante ¿Acaso Hinata me tenía miedo?

- Es mejor que haga esto sola – Entonces su mirada cambio a una totalmente fría.

- Si cambias de opinión solo tienes que llamarme – La tensión se desvaneció un poco al escuchar las palabras de Neji.

- Gracias hermano – Se levantó con cuidado – Necesito decirle algo a Tenten antes de marcharse – Boruto permanecía ya más tranquilo en brazos de su madre.

Ambos desaparecieron en el interior de la casa y solté el aire que no sabía estaba conteniendo. No estaba bien que estuviera espiando, pero no pude evitarlo. La tentación de verla fue demasiado grande, además que extrañar a mi hijo se había convertido en algo creciente. Hinata y Boruto eran una motivación pero también una necesidad para mí. Los quería desesperadamente a mi lado.

- Naruto – Me tensé al instante, era la voz de ella – Puedes salir, ya se fueron – Me había perdido en mis pensamientos. Hinata me descubrió eso ya era obvio pero ¿Por qué no me delató? De repente no sabía que decir ni cómo moverme – Sé que estás ahí – Esta vez salí del mal escondite y me quede en su campo de visión.

- ¿Hace cuánto te diste cuenta? – La mirada fría, ausente y esquiva seguía en su rostro, ahora era capaz de entender que esa mirada era por mi causa. La vergüenza me inundó.

- Poco antes que Neji apareciera – Ya no tenía a nuestro hijo en sus brazos. Al notarme examinando sus brazos, pudo descubrir lo que estaba pensando con facilidad – Le da sueño después del baño. Está en su cuna – Una suave sonrisa se dibujó en su bello rostro al pensar en nuestro hijo, e inmediatamente inspecciono por una ventana, probablemente para estar segura que Boruto se encontraba bien. – Ven hay un par de cosas que debes firmar.

Entre en shock, todas las palabras e ideas que cruzaron por mi cabeza los días anteriores al reencuentro se borraron en un parpadeo. La frialdad de Hinata era diferente a la que esperaba, esperaba odio en ella no total indiferencia. Mientras caminaba en su dirección trataba de descifrar que iba a hacer ahora, creí que ella me odiaría y en parte necesitaba de ese odio porque me lo merecía.

La mire por un instante al detenerme a mitad de camino, ella solo arqueo una ceja, sin saber cómo responder a ese gesto baje la cabeza y fruncí el ceño completamente confundido y baje la cabeza antes de continuar el corto camino que nos separa.

Hasta que quedamos frente a frente. Tenía a Hinata a escasos centímetros pero tanto ella como su corazón estaba a kilómetros de distancia de mi.

Las tonalidades del amor [NaruHina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora