Capítulo 18. Rotos

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Disfruten el capítulo, no me odien mucho a Hinata recuerden que esta muy dolida y es el primer confrontamiento. Escuchen la canción en multimedia, es hermosa y acertada a la historia y si para los que no lo sepan soy Colombiana. Un abrazo


Naruto solo me observaba en silencio, pensaba que decir. La expresión confusa que antes me causaba ternura, ahora solo me parecía extraña ¿Qué esperaba? ¿Qué fuera corriendo a sus brazos? ¿O que por el contrario me dedicara a insultarlo y golpearlo? Si bien no podía decir que no lo pensé, yo no era así, odiar a alguien no me era posible, menos al padre de mi hijo.

- Este es el último – Le entregue el documento que faltaba por su firma.

- Boruto sí que es una mezcla – Era la primera cosa que había dicho desde que entro en casa de mi hermano y no entendía a que se refería – Una madre japonesa, un padre Ruso y nacido en Canadá – Explicó. El intento de sonrisa no llegó a ser, había muy pocas posibilidades de sonreír por Naruto otra vez, al menos no en ese momento.

Un grito y llanto agudos me despertó de mi ensoñamiento, deje atrás el dolor y la esperanza vacía para apresurarme a consolar a Boruto, Naruto corrió a mi lado. Al llegar al cuarto encontramos que solo se había asustado con una de las figuras del móvil que se soltó sobre su carita.

Lo tome en brazos y revise que no tuviera nada malo por el suave golpe con la figurita de goma. Sonreí de inmediato para mi pequeño cuando su llanto asustado fue calmándose, convirtiéndose solo en un pequeño sollozo hasta desaparecer por completo. No note cuando Naruto se ubicó a mi lado, bastante cerca y observando con preocupación a nuestro pequeño rubio.

Antes de poder decirle que se apartara hizo una cara chistosa que hizo sonreír a nuestro pequeño, mi corazón se estremeció, la imagen que estábamos dando en mi cabeza era la de una familia real, tan hermosa como dolorosa era la idea, sentí la fortaleza derrumbarse de a poco, dejando a la vista grietas en cada muro que protegía a mí ya roto corazón.

- Creo que debes irte – Titubee un poco ante la oración pero logre articularla con la debida fuerza.

- Aún tengo un par de horas. Debemos hablar – Me aleje unos pasos con Boruto aún en mis brazos, ya calmado y olvidando el incidente que lo hizo llorar.

- Cuando este de vuelta en Tokyo organizaremos los detalles de la custodia, no te quitare a Boruto si eso es... - No me dejó terminar.

- No es eso, sé que no lo harías – Fruncí el ceño confundida – Quiero que hablemos de nosotros – Una alerta resonó en mi cabeza y mi corazón al mismo tiempo.

- No existe un nosotros

- Somos una familia – Fijo su vista en nuestro pequeño que ya comenzaba a recuperar su deseo por dormir otro poco – Debemos estar juntos - ¿Debemos? Era un deber, claro. Tal como Jiraya me había descrito.

- ¿Y esta vez porque? – Más que enojada estaba dolida – ¿Por la imagen de nuestras familias en sociedad o por la constructora otra vez?

- No era a lo que me refería – Naruto hablaba entre dientes apretando la mandíbula en un intento de controlar su carácter. – No escogí bien las palabras, no es porque debamos hacerlo. Es porque queremos estar juntos.

Me quede en silencio unos minutos, tratando de recuperar la capacidad de ser racional y no la joven enamorada que aún existía en mi interior ¿Acaso Naruto creía que por no odiarlo eso inmediatamente me haría correr a sus brazos? ¿Qué no odiarlo significaba que quería estar con él? Bien, tal vez era el anhelo más desesperado de mi corazón pero tenía que ser realista y dejar de llenar mi cabeza de cuentos de hadas. No iba a aceptarlo, no esta vez. Estaba cansada de ser lastimada.

- No quiero estar contigo.

- Jodidamente sé que no lo merezco, pero me amas – Eso fue un golpe bajo, cerré los ojos unos instantes desvaneciendo el dolor – Lo sé por la forma en que me miras, aunque intentes ocultarlo – Sus manos me sostenían por los hombros aprovechándose que aún tenía mis manos ocupadas para sostener a Boruto, quien parecía luchar para no dormirse.

Su cercanía me afectaba a niveles dolorosos emocionalmente. Sabía que en algún momento sucedería una confrontación de ese tipo pero Naruto estaba muy equivocado si creía que eso sería todo y yo volvería a derretirme ante sus dulces y falsas palabras. Tal vez el dolor había roto mi corazón pero hizo las piezas más resistentes.

- ¿Eso es lo que quieres escuchar? ¿Qué te amo? – Tomé su silencio como una afirmación y continúe – Bien. Te amo Naruto – La demoledora esperanza en los ojos del rubio solo me recordó cómo me había lastimado y lo peor, completamente a conciencia.

- Hinata...

- No. Ya escuchaste lo que querías ahora te toca escuchar lo que significa para mí – Sabía que mis siguientes palabras iban a acabar con su esperanza de formar una verdadera familia, pero debía ser sincera – Amarte no me hace feliz, estar como una idiota enamorada de ti toda la vida ha sido una tortura más allá de lo que puedas imaginar. – Me obligue a continuar, necesitaba soltar ese dolor y ahora podía hacerlo sin derrumbarme a pesar que algunas lagrimas se filtraban – No te odio, pero no quiero amarte.

Cerré los ojos con fuerza ante el dolor ardiente de lastimarnos, si es que Naruto alguna vez me amo... ahora todo se sentía como un final, aunque estaba segura que no lo era. La prueba viviente estaba en mis brazos.

Las tonalidades del amor [NaruHina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora