Azul. "Larry"

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Harry miró la venda nueva que le colocaron, sintiendo un poco más ligera esa que la anterior, con la movilidad más presente y menos dolorosa. El doctor que le había atendido le recomendó una serie de ejercicios que le ayudarían para su completa recuperación, que estimaba sería en tan sólo un par de semanas con el cuidado adecuado. Bufó.

-Es ridículo- Se quejó. Louis enseguida frunció el seño insistiendo en que tomara en entre sus labios el popote de aquel vaso. El rizado hizo un puchero rodando los ojos, pero el castaño insistió-. Vale-. Dijo con hastío, tomando el popote y tomando del jugo que le había ofrecido. El pequeño a su lado sólo sonrió con suficiencia-. Pero que conste que no soy un desahuciado, sólo no puedo hacer movimientos bruscos-. Louis sólo asintió dándole por su lado, riendo de manera divertida mientras acomodaba todos sus tiliches a un lado de ambos, tomando una pomada que le recetaron al gruñón de ojos verdes para que la desinflamacion sea más rápida. Tomó un poco entre sus dedos y le miró brevemente indicando que extendiera hacia él su muñeca, el contrario alzó una ceja no muy convencido, haciéndole formar una mueca de desagrado.

-"Soy tu enfermera"- Le recordó. Harry ensanchó su sonrisa con sus hoyuelos apareciendo a la acción, viendo como poco a poco el gesto de Louis cambiaba a una cara llena de vergüenza, colorada y carmín-. "Bueno, tú me lo pediste..."-. Agregó rápidamente, cuidando que la pomada no se cayera de sus dedos.

- Es verdad- Admitió extendiendo su muñeca y dejando que un aún muy avergonzado Louis, continuase con su labor-. Pero aún te falta el traje, bonito-. El de ojos azules enseguida abrió extensa su azulada mirada alzándola hacia el rizado, golpeando su frente a la suya y quejándose como él. Harry se había acercado demasiado a su rostro para así susurrarle aquello, recibiendo a cambio el castigo divino. Al no poder moverse como tal, Louis tomó de su mentón jalándole a él, mirándole fijamente con preocupación y viendo si el daño del golpe había sido grave. Le soltó solamente para formar un rápido "¿Te duele?", volviendo a tomarle del mentón y esperando paciente. Harry soltó un suspiro-. ¡Muchísimo!-. Agudizó. Louis le vio no muy convencido sonriendo al final, acercándose lentamente y besando tierno la zona, con tal tranquilidad que Harry tuvo que contenerse de besarle tal bestia ante lo hermosamemte divino que había sido aquel acto.

- Ugh, ¿Ya acabaron?, enserio me están causando náuseas- Ambos chicos voltearon a ver a aquel que a su lado estaba con una distancia considerable. El rubio que había decidido colarse con ellos puesto que no quería quedarse aburrido en casa sin nada que hacer más que pensar en aquel moreno que le había dejado sin dormir casi toda la noche. Harry había pagado las consecuencias con su chillona voz que hablaba una y otra vez, la cual ya quería ahogar con un calcetín.

-Nadie te obligó a venir- Gruñó el rizado-. Deberías empezar a andar por ahí. Tal vez te pierdas y no regreses-. La sonrisa amplia de su amigo le hizo gruñir ofendido desviando la mirada indignado.

- Ya vendrás, Styles. Oye en que momento te lo digo, te haré falta- Le señala poniéndose de pie de aquel pequeño parque en el que se habían detenido a descansar y comprar jugo de naranja. Louis rió divertido negando y codeando al rizado que sólo rodó los ojos.

-Que dramas eres. Ven aquí.

- No. Yo me voy. Disfruten de su cita- Agudizó la voz tratando de que esta sonara como la de un martir. Harry alzó una ceja viéndole fijo, desafiandole con la mirada.

-¿No tu igual tendrías una?- Los ojos azules se abrieron enseguida viéndole con impotencia y negando mientras se cruzaba de brazos.

-¿Cita?, ¿Yo?, para nada.

-Oh, no. Yo claramente escuché cuando me dijiste que se verían de nuevo. Una cita- Asintió el rizado-. Para que luego no me andes diciendo que jamás te escucho-. Se encogió de hombros. Louis negó dándose una palmada en la frente. La cara de Niall había quedado violentamente carmín ante la vergüenza, retrocediendo más.