Azul. "Larry"

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Tres meses después.

El sonido del micrófono estaba algo desfasado. Podía ajustarse a tiempo, más le divertía crear la tensión mientras las fans gritaban por escuchar su voz.

Solo sonrió.

"Like a Disney story" era su nuevo single que le había tomado tiempo componer, grabar y editar durante esos tres meses lejos de Louis. Las cosas parecían marchar algo lentas al simplemente hablar por medio de vídeo llamada y de vez en cuando, por los mensajes de texto que tardaba en responder, más que hacía el esfuerzo de contestar lo más rápido que pudiese.

Se presentaría esa tarde en la BBC con sus músicos, listo y pleno. Se hallaba arreglándose la corbata de rayas a juego con un traje elegante del mismo, con una camisa blanca de fondo y unos zapatos Gucci negros. Se arregló el pelo recién cortado, sonriéndose a sí mismo, caminando hasta donde su escritorio estaba en ese camerino y abriendo la laptop que había solicitado, con el contacto de Louis de favoritos listo para marcar.

Primer tono. Se relamió los labios y suspiró sentándose frente a la pantalla.

Segundo tono. Su sonrisa se amplió cuando esta fue respondida dejando ver con claridad al pequeño castaño de ojos azules al otro lado. Este tenía su pijama aún, luciendo una cara somnolienta. Solo rió.

-Alguien está de flojo hoy- Alzó las cejas inquisitivo viendo como un gran bostezo abarcaba su visión.

-H-ho-ola- Concluyó diminuto después de un par de segundos. Harry sonrió complacido.

-Has mejorado bastante bien- Louis suspiró asintiendo formando con sus manos:

-"¿Hoy presentas la canción?"

-Asi es, así que antes de irte, prende la tele- le guiñó el ojo. Louis sonrió levemente negando.

-"Ya la he configurado para poder leer los subtítulos"

-Estoy seguro de que no vas a necesitarlo, cariño. Enserio has tenido un gran progreso. Estoy orgulloso- Simples palabras pero con un peso enorme. Para el castaño, aquello significaba mucho.

Terminó la plática con el rizado, cuando tocaron a su puerta insistentes, teniendo que mandarle un pequeño beso volado por la pantalla antes de colgar. Louis quedó un rato viendo la laptop, llevando su mano después a donde antes se mostraba el rostro de su amado.

Lo había extrañado, y mucho. No podía caber en el sentimiento que sentía cada vez que lo veía por la tele, o cuando Harry le hacía esas video llamadas que podían tardar horas o en ocasiones, minutos. Había estado funcionando hasta el momento, y no veía el momento en el que le dieran un descanso a Harry, lo cual no sería pronto, pues a penas y terminase la promoción de su nuevo single, empezaría a promover la película en la que había participado significativamente. Entonces, Louis sabía que el tiempo de sus llamadas se reducirían, los mensajes serían menos frecuentes y su corazón estaría más desesperado de lo que ya estaba estando lejos de él.

Suspiró.

Bajó enseguida yendo hasta el televisor, ignorando o más bien, importándole poco el que su madre le haya dicho que se sentase a desayunar. Louis encendió esta y puso enseguida el canal de música, viendo a la gente aplaudir y al conductor, cuyo nombre no recordaba, aparecer en pantalla. Este solo reía con un par de tarjetas en mano.

-Damas y caballeros, me complace en presentar al chico que hace suspirar a toda mujer y hombre en el planeta, y no solo por su voz- La gente rió por el chiste bastante realista, incluso él se mordió el labio ante la afirmación. No era ningún secreto-. ¡Harry Styles!-. Los aplausos fueron algo molestos para sus auriculares, la resonancia de su fuerza lastimaba cada que las palmas chocaban, algo muy normal. Suspiró sonriendo inconsciente, colocando sus piernas sobre su pecho, mordiendo su pulgar.

Harry sonrió como siempre, dejando expuestos aquellos hoyuelos perfectos, acomodando su cabello, y tomando el micrófono después entre sus manos, afinando su garganta.

-Gracias por estar aquí hoy, esto es Like a Disney story, espero que les guste. Esta dedicado a alguien muy especial para mí- Las fans se vuelven locas y Louis piensa, que quien no lo haría. La sonrisa del rizado es todo un suspiro.

(Letra en la foto).
La canción comienza lenta, el castaño solo mira atento sus labios descifrando cada palabra, tratando así de no ver los subtítulos, hallando sentido en ellas, oyendo el coro, iluminando sus ojos cuando se da cuenta de que es para él. Y en la parte en la que confirma que le ama, su corazón rebota a pesar de estar muy lejos de él, pues Dios. No importa. Harry ha dicho que le ama, ¡en televisión nacional!

La canción termina y sus ojos están algo llorosos. No cabe en la emoción. Lo único que le saca de ese pequeño trance es la voz de su madre, y el gran hombre que baja las escaleras. Su vista se vuelve a ellos viéndolos sonreírle.

-¿Listo?- Louis niega algo dudoso poniéndose de pie. Aún lleva la pijama, lo sabe. Quiere replicar pero ella le ve con esa seguridad en la mirada en la que sabe que nada de lo que diga le hará cambiar de opinión. Suspirando, va hasta su habitación a ponerse algo más casual, digno de una visita al médico.

No es que estuviera enfermo, claro. Al parecer su madre había hecho mucho énfasis en que debía visitar de nuevo a la especialista pues ella creía que su audición tenía algo de mejora, y gracias a que le había traicionado contándoselo a Harry en una llamada poco después de que este se fuera, dos días después ya se hallaba yendo de la mano de su madre al hospital de especialidades de Venecia. ¡Genial!

Su rostro se distorsionó al ver su look "casual", una bermuda y una camisa playera, unos botines negros. Se revolvió el pelo pensando cómo a Harry le había gustado de esa forma. Dios, había mucha diferencia entre el rizado y él. Mucha.

Bajó poco después con su celular únicamente como acompañante y la esperanza en la garganta. Su madre le esperaba en la puerta de la casa con una sonrisa a medias y su bolso en mano.

-"¿y si vamos la siguiente semana?"- Ella alzó la ceja en seña de fin de la discusión. Solo se limitó a caminar hasta fuera de casa donde Desmond les esperaba en la camioneta. Se subieron a prisa y mientras Jay y Des platicábamos de banalidades, él iba con los pensamientos a mil por hora.

Ese día se decidía si era o no candidato para poder realizarse una operación que le daría acceso a un mínimo de audición, lo que significa que podría ver a Harry antes de lo que había imaginado. Eso sólo le hizo sudar.

Suspiró mirando su móvil, viendo un mensaje en la bandeja de entrada. Lo abrió enseguida puesto que sabía perfecto de quién se trataba, leyendo y sonriendo instantáneo. Solo esperaba un milagro.

"¿Te gustó la canción?, Era para ti. Siempre se trata de ti".

~
Le había tomado largos meses decidirse. Después de un tiempo, lo vio claro y enseguida tuvo su meta.

Después de que Niall se fuera, Zayn había quedado devastado. Pero después de un tiempo, lo había decidido. Iba a recuperar al chico.

El padre de Zayn era un gran empresario, por lo tanto, este era un heredero de primera generación. Nada de lo qué estar orgulloso, y aún así, el volver a Londres había sido una luz verde para su padre, puesto que le tenía la vida planeada, y sabía, que si por algo más aparte de Niall se había quedado en Venecia, era por su caótica vida de la cual no quería tener que ver.

Y supo que el plan de su padre se ponía en marcha a penas vio a aquella chica recogerle en el aeropuerto.

-Hadid, Bella Hadid- Dijo su nombre. La chica era amigable al parecer, bastante parlanchina también. Le había dicho la mitad de su vida en el trayecto a la empresa de su padre. Al parecer, su hermana era con la que iba a casarse, o al menos así lo quería el Sr. Malik. Ella solo estaba ahí para ser el peón de todo. La chica era artista, y si quería dinero para poder pagarse la universidad, lo que tenía que hacer era simplemente ser quien le haga los mandados, todo con tal de tenerlo a la vista para que siga el plan.

-Así que eres quien tiene que encargarse de que llegue al altar.

-Algo así. Puedes pedirme lo que sea mientras tanto, después de todo, seremos familia.

-Eso está por verse.