Azul. "Larry"

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Se frotó los ojos mirando a la nada, habiendo escuchado los toques y la voz cantarina de su madre que le insistían, mover su trasero irlandés y bajar "ya", con todo y ese tono persuasivo/amenazante.

Alzó una ceja algo mareado. Se tragó las ganas de gruñir y responderle a Maura de mala manera, tomando en cuenta de que ella no tenía la culpa de que el señor Malik, desgraciadamente, se lo trajera de aqui para allá atendiendo los asuntos laborales y personales; tomando en cuenta que tenía que andar tras el moreno para que dejara de aplazar sus citas con Gigi Hadid; de Zayn, que honestamente ya le traía cansado con su maldita insistencia.

Un café. Por supuesto. Eso es lo que necesitaba. Cómo buen trabajador que necesita revivir cada mañana y hacerle frente a la vida del humano común. Se frotó los ojos y suspiró cansino poniendo se pie, sintiendo las sábanas de su cama pegarse a su cuerpo, como si gritaran, "quédate", resopló yendo al baño, lavando sus dientes, su cara, vaciando la vejiga y saliendo al fin de la habitación.

Los murmullos de voces chiquitas le hicieron levantar las cejas atento hasta bajar las escaleras y empezar a asomarse a la sala. Su madre le miró con una sonrisa risueña poniendose de pie y haciendose a un lado, dejando la vista al panorama matutino.

- Hasta que al fin despiertas, ya creía yo que tenía que llamar al servicio de gruas- Mencionó la mujer soltando una risita de su propio chiste. Tras suyo, la visita inesperada que se puso de pie acomodando su saco mirándole con una sonrisa divertida ante su aparente, de hecho, pijama que recién recuerda, era una de ositos que le regaló Harry. Aclaró la voz de forma exajerada tragando duro, viendo al moreno alzar una ceja en espera.

- Sr. Malik.

- Señor Malik es mi padre, Niall. Solo Zayn está bien- Le guiñó el ojo a lo que el rubio gruñó por lo bajo.

- Oh si, Zayn ya me contó lo amigos que son, ¿por qué nunca lo habías invitado a casa?, ¿acaso es pena?, por que no debería darte pena, cariño. Como le digo a Zayn- La mujer sale de la cocina, puesto que cargaba con una bandeja pequeña que contenia dos tazas de esas de porcelana que su madre solo solía utilizar con los clientes de su tienda de masajes-. Pobres pero humildes, y bien educados-. Sonrie. Niall la mira con amor suspirando para así ayudarla a ofrecer la taza al moreno, que la toma con cuidando agradeciendo. Él toma la suya y se sienta frente a Zayn que solo parece mirarle a él ahora, a sus movimientos, a su forma de tomar un sorbo mañanero de café, a como mueve las mejillas y las cejas para expresar felicidad y en como su rostro cambia cuando ve que es consciente de ello.

- Mamá, ¿podrías dejarnos solos un momento?- Maura asiente saltando en su sitio y corriendo hasta la cocina para despues regresar con la misma y asentar un plato de galletas en la pequeña mesita entre ambos chicos.

- Provecho. Se las comen todas- Dice de forma sutil para así desaparecer escaleras arriba. El rubio mira las galletas que sabe, son caseras, de forma que se relame los labios, tratando de pasar desapercibido cuando alza el rostro al moreno quien sigue observandole cauto.

-¿Qué haces aquí?- Sin rodeos. Zayn solo le mira fijo.

- Vine a verte- Su tranquilidad le saca de sus casillas.

-¿Qué no te he dejado muy en claro lo nada interesado que estoy de convivir, hablarte, verte, oirte o todo lo que tenga que ver contigo?

- Muy en claro- Asiente de forma neutral.

-¿Entonces?

- Es solo, que realemnte no te creo- El moreno asienta la taza en la mesita cruzando sus brazos sin dejar de hacer cotacto visual-. Tu me amas-. La osadia que le alberga y el ego que se carga le irritan a tal punto de fruncir los labios y estirar la mano a tomar dos galletas de donde su madre las había colocado para llevarselas a la boca como si nada. Masca y traga duro, tomando un trago del café algo caliente.