Pedimos algo para comer en la habitación, aún no era completamente de noche y teníamos hambre.
Pusimos música para comer más a gusto, aunque con su presencia era más que suficiente.
- Cuando cumplas los dieciocho te llevaré de fiesta.
- Con lo celoso que eres no me dejarás ni bailar - respondió. Sí era celoso pero no a ese extremo.
- Ay Erick tú igual eres celoso no te hagas.
- Solo un poco - dijo riendo - oye ya es hora de tu medicina ¿Donde las tienes? - comenzó a quitar todo de la cama - ¡Christopher!
- Están ahí, en el mueble - de seguro recibiría un regaño de su parte.
- ¿Solo te has tomado la que te dimos con mi mamá? ¿Así te quieres mejorar?
- Están muy malas, además ya estoy mejor y sin necesidad de tomarlas - ese argumento siempre lo utilizaba.
- Tienes veintidós años y eres peor que un niño - sonaba molesto - toma.
- No me la tomaré.
- Tienes que tomarla - me seguí negando ya que realmente eran malas - a la fuerza entonces.
- ¿Qué? - dije asustado cuando ví que se puso encima mío.
- Abre la boca - decía mientras agarraba mis manos ¿de donde sacaba fuerza? No lo sé.
- Erick ¡Ya! No puedes obligarme.
- Deja de actuar como un niño - apretó mis mejillas para intentar abrir mi boca, me estaba haciendo doler.
- AAAAAH ME DUELE, ERICK...
- ¡LOCO ABRE TU BOCA!
- AYUDAAAAA...
- Por favor - hizo un puchero al cual no me pude resistir y terminé por tomarme la pastilla - ves que no era tan difícil.
Lo tomé del cuello atrayendo su cara a mi para besarlo, aún tenía el sabor de la pastilla y quería que sienta que de verdad era mala.
- Qué asco men - comenzó a limpiarse.
- Por pendejo - iba a bajarse pero lo sujeté para que no lo haga - ahí estás bien, para que quieres bajarte.
- ¿Qué pretendes?
- Tú que crees... - subí mis manos por sus piernas.
Sonrió coqueto y posó sus manos debajo de mi polera subiendo desde el abdomen al pecho, inmediatamente lo dejé en la cama bajo mi cuerpo y comencé a besarlo.
Solía de vez en cuando hacer movimientos para frotar nuestra masculinidad sabía que eso me encantaba.
- Creo que hay un problema - solté un momento sus deliciosos labios.
- ¿Cuál?
- No tengo condones.
- ¿Tú no tienes condones? Es broma cierto... - su cara era de extrañeza completa.
- ¿Loco tu piensas que yo ando cogiendo todo el tiempo? - enarcó su ceja de inmediato - antes sí, pero después ya no he tenido nada con nadie, créeme que estoy acumulado a un nivel que ni te imaginas.
- Bueno podemos hacerlo así sin condón, pero terminas fuera de mi.
- ¡Uf! Me gusta.
Comenzamos a devorarnos los labios nuevamente, este chico era realmente provocador. Una de sus manos se fue a mi parte baja con suaves toques haciendo que a causa del placer mi boca quedara medio abierta. Estábamos jugando con nuestras lenguas cuando llamaron a la puerta haciendo que nos separemos.
- No puede ser - puse mi cabeza en su pecho - ¿QUIÉN?
- ¡ZABDIEL!
Volví mi vista a Erick quien estaba con el ceño fruncido - en que mal momento vino.
- Bastante imprudente - se levantó de la cama haciéndome a un lado.
- ¿Qué haces?
- Abrirle no se va a quedar afuera.
Al abrir Zabdiel lo saludó pensando que era yo, fue algo chistoso verlo. Estuvo unos quince minuto con nosotros, más que nada vino a ver como seguía.
- ¿En que estábamos nosotros? - volví a llevarlo a la cama, esto de querer estar dentro de él ya estaba siendo desesperante, llevábamos mucho tiempo sin hacerlo.
La intensidad en nosotros tanto en besos como en caricias aumentaba, con Erick éramos mucho de sentirnos antes de tener relaciones a causa de eso nos conocíamos perfectamente nuestros puntos débiles.
Estábamos a punto de pasar a despojarnos de todo cuando volvimos a sentir que llamaban a la puerta.
- Esto debe ser una broma - dijo de inmediato.
- ¿QUIÉN?
- RICHARD, ABRE LOCO.
- Lo esperé de todos menos de Rich - dijo Erick en un tono más calmado.
Perfecto, ahora a todos les había dado por preocuparse por mi, justo ahora.

ESTÁS LEYENDO
Merecemos Amar - Chriserick (Segunda Parte)
FanficNos quedamos mirando un momento, su mirada se posó en mis labios en los que él medio mordía los suyos, tragué con dificultad ante eso. Me acerqué un poco para llegar a sus deseosos labios... -NO SE PERMITEN ADAPTACIONES-