Merecemos Amar - Chriserick (Segunda Parte)

Capítulo 18

- Claro, claro - respondí en tono de burla - llama a quien sea para que te ayude.

- Yo no necesito de nadie para defenderme, nunca me has visto enojado.

- Y no me interesa, andate - abrí la puerta.

- ¡Qué no! - la cerró con bastante fuerza.

- Pensé que correrte sería más fácil de lo que eres con ese idiota - lo único que recibí fue una bofetada.

Me hizo girar la cara con ese golpe, puse en forma de puños mis manos y apreté fuerte mis dientes para intentar calmar mi rabia. No era de dejarme golpear, siempre respondía cuando alguien lo hacía, pero a él no le levantaría la mano, a él no.

Mi mirada estaba en el suelo, miraba a cualquier lugar menos a Erick. Comencé a caminar por la habitación furioso, quería sacar esta maldita rabia.

Tomé un vaso que se quedó en la mañana y lo lancé a la pared provocando que se rompa - ¡LÁRGATE!

- Sácame - abrió los brazos en forma de provocación.

- Deja de provocarme Erick, de verdad vete por las buenas - advertí.

- A la mala entonces - se atrevió a desafiarme.

- ¡NO TE QUIERO GOLPEAR!

Lanzó una carcajada, no sé que estaba ganando con esto ¿A caso quería que lo agreda?

- Quédate acá entonces - iba dispuesto a salir de la habitación pero ni eso me dejó hacer.

- Eres un celoso de mierda - dijo pegado a la puerta para impedirme salir.

- ¿Y?

- Y estás arruinando todo.

- ¿Yo? Las cosas las haces tú y la culpa la tengo yo, vaya.

- No hice nada Christopher, llama a Joel, pregúntale.

- Claro que lo voy a llamar, pero para golpearlo - mi furia no cesaba, me costaba bastante calmarme.

- ¿Serías capaz de pegarle a tu amigo por una estupidez? Qué te pasa loco, eres tonto o que.

No respondí nada, retrocedí ya que no me iba a dejar salir de la habitación.

Escuché sus pasos acercarse, tomó mis hombros con ambas manos pero me quité bruscamente.

- ¡Mírame! - me giró - te amo a ti, como demonios te lo hago entender.

- Deja de hablarle.

- ¿What? Es mi amigo, no puedo dejar de hablarle, trabajamos todos juntos.

- Quédate con él entonces.

- Chris... - intentó abrazarme pero lo empujé dejándolo sentado en la cama - está bien, me voy - se acercó a mi - hablaremos cuando estés más tranquilo, pero ten por seguro que no terminaremos nuestra relación - besó mis labios en un descuido - te amo.

Lo observé mientras caminaba para irse hasta que terminó por salir de la habitación.

¿En qué momento se volvió el más maduro de la relación?

Esta era nuestra primera pelea, habíamos tenido discusiones pero esta claramente no era una.

Jamás pensé que Erick se atrevería a golpearme o que estaría dispuesto a tener una pelea conmigo.

Por muy enojado que esté yo sería incapaz de golpearlo, no me lo perdonaría nunca, jamás me atrevería a hacerle daño y mucho menos a él.

No saldría de la habitación así, no quería cometer alguna estupidez debido al coraje que tenía.

- Maldita imagen ¡SAL YA! - tenía mis manos en la cabeza con el recuerdo de aquel abrazo.