Capitulo 11

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La noche

Mystic Falls, VA

-992-

Mientras Nik llevaba a Caroline al dormitorio, sintió que no podía respirar. Él la acercó, apartando un mechón de cabello de sus ojos antes de bajar sus labios hacia los de ella. Cuando él envolvió sus brazos alrededor de su cintura, ella dejó de pensar en cualquier cosa menos en él. Sus manos encontraron el camino hacia los rizos de Nik, acercándose lo más posible a él, sintiendo que nunca podría tener suficiente de él. Cuando su mano se movió hacia su cuello, ella gimió sus labios se separaron para permitir que su lengua accediera a la de ella.

Él la apoyó contra la pared, amando la sensación de tenerla cerca de él mientras ella envolvía sus piernas alrededor de su cintura. Él gimió ante el contacto y movió sus labios hacia su cuello queriendo tocar cada parte de ella con sus labios e inclinó su cabeza hacia atrás para dejarlo, otro gemido escapó de sus labios.

Decidiendo que ya era suficiente, Nik llevó sus labios a los de ella, llevando sus manos a su espalda baja y moviéndose hacia la cama. Él la acomodó de modo que su espalda estuviera sobre la cama con las piernas aún alrededor de su cintura mientras él se arrodillaba entre ellos. Cuando sus labios se encontraron de nuevo, los dedos de Caroline se esforzaron por quitarse la túnica por encima de la cabeza.

Sintiendo su dificultad se puso de rodillas, terminando su trabajo antes de volver a ella. Ella jadeó cuando sus dientes encontraron el lóbulo de su oreja, sus dedos intentaban desesperadamente deshacer la trenza mientras la acercaba hacia él para poder desatar la parte trasera de su vestido. Cuando terminó, agarró la tela de donde se había apretujado en su cintura y Nik la ayudó a ponérselo sobre su cabeza.

Mientras miraba su belleza, se detuvo sonriéndole cariñosamente, que ella volvió sin aliento antes de que sus manos se movieran hacia sus pantalones soltándolos y tirándolos al piso para unir el resto de su ropa desechada. Ahora era el turno de Caroline de mirar. Había estado con Nik un año pero nunca había imaginado que sería así, bueno, como un dios. Admiró su complexión muscular cuando presionó sus labios en su oreja.

-Eres hermosa- dijo antes de llevarla, ella lo agarró del cabello y jaló sus labios a los de ella, arqueando sus caderas hacia él, haciéndole saber que ella estaba lista. Ella tenía la sensación de que él disfrutaba de lo que le estaba haciendo a ella.

-Nik ..- ella gimió, notando su sonrisa antes de que sus labios encontraran su cuello mientras él la penetraba.

Ella enterró su rostro en su cuello para amortiguar sus gritos, sus dedos se enredaron en sus húmedos rizos mientras sus caderas empujaban. Cuando cayeron en un ritmo apasionado, sus ojos se encontraron, azules sobre verdes mientras acercaba sus labios a los de ella, gimiendo al sentir que los dos llegaban al final. Mientras sus lenguas bailaban, dos pares de manos se enredaban en rizos dorados, Nik echó la cabeza hacia atrás -¡Caroline!- él aterrizó, sus manos encontraron la cama a cada lado de su cabeza apoyándose antes de que ambos alcanzaran el clímax. Nik colapsó junto a ella de modo que se miraron a los ojos, sus cuerpos se entrelazaron cuando Caroline cerró los cansados ​​ojos con una sonrisa en su rostro.

-Te amo, Nik- susurró provocando una sonrisa de él, mientras picoteaba sus labios.

-Yo también te amo, amor- Dijo en voz baja, cerrando los ojos.

-2012-

Justo cuando Klaus finalmente se durmió sus ojos se abrieron de golpe, cuando el dolor comenzó de nuevo. Se dio vuelta y se agarró a los lados de la cama, enterró su rostro en una almohada para no gritar pero fue en vano. Al oír los gritos de su hermano, Kol y Rebekah llamaron a su habitación, abriendo la puerta para asegurarse de que Klaus estaba bien.

Brillante y PuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora