Señor luna 🌙 Yugkook

🌒 12 🌘

Sus pasos resonaban contra los charcos de lluvia al correr, limpiaba las lágrimas que salían a montones y no paraban. Dolía, dolía que tu alfa te rechazara de tal manera como para decirte que no quería ser siquiera su amigo, además que no ayudaba que tu omega chillara de la tristeza y un fuerte dolor de cabeza no te dejara pensar bien en las cosas.

Llegó a la puerta de su casa respirando con irregularidad, sacó su llave temblando e intentó varias veces meterla a la cerradura. Respiró profundo e intentó de nuevo lográndolo y abrió tirando su mochila en el primer mueble que vio, caminó hasta su habitación cerrándola con el pestiño, se dejó caer sobre la cama, colocándose la cobija hasta la cabeza. Sólo quería llorar hecho bolita con su cobija, tenía la suerte de que hiciera frío justo en ésos momentos y no le diera calor alguno.

Las lágrimas volvieron a salir y chilló de tristeza, recordando todos los momentos junto al alfa y algunos de sus pensamientos.

El omega escondido detrás de las gradas que eran del campo de fútbol suspiró. Mirando como Yugyeom reía y le sonreía a sus amigos.

[...]

— Exactamente profesora. Jungkook lo hizo por su lado y yo por el mío ¿No es así Kookie?— Revolvió su cabello con ternura para después mirar a la profesora.

— S-sí.— Susurró rojo hasta las orejas.

Ése momento sólo logró hacerlo llorar más, porque con el simple gesto lo hizo pensar otras cosas que el mismo alfa ayudó a incrementar al ser tierno con él.

[...]

— Feliz cumpleaños, Jungkook-ah.— El omega se levantó y Yugyeom lo abrazó, siendo recibido. Olfateó su cuello, juntándose más, impregnando el aroma de limón, sobre Jungkook, restregándose disimuladamente. El menor de ambos miró a Cherii y ella sonrió como si siempre hubiera tenido la razón.

Su aroma a limón, tan amargo como podía ser el corazón del alfa, pero a la vez tan dulce cuando estaba a su lado y de nuevo pudo jurar que su corazón dolió.

[...]

— El otro día escuché por accidente que querías una tableta gráfica porque necesitabas hacer algunas cosas, aparte de que de ayudaría a dibujar. Te he visto dibujar varias veces y me gustan tus dibujos, en virtual se verían más definidos.— Jungkook corrió hasta él y lo abrazó con fuerza.

— Gracias, gracias, gracias, Yugyeom.— Ronroneo Jungkook sobre su pecho. El alfa calmó sus nervios por el aroma del omega.

Tonto, tan tonto por pensar que ya comenzaba a gustarle a Yugyeom, por esperanzarse con tener algo con él, creer que Señor Luna lo ayudaba cuando sólo le advertía.

Quitó la cobija de encima suyo, sólo quedando hasta la cintura, absorbió su nariz y tomó su teléfono mirando la hora, no recordaba cuanto tiempo se había quedado pensando en cada uno de los momentos junto a él. Ya habían terminado las clases porque después de ése pequeño receso de viernes no daban alguna otra clase más, para suerte suya y su omega que seguía chillando de tristeza.

7:32 PM.

Él había llegado a su casa a minutos para dar las seis, así que seguramente el alfa ya estaba en su casa y pudo verlo desde su cuarto de manera tan patética, también se había quedado una hora y media de ésa manera. Se sentó sobre la cama y pensó unos segundos antes de colocar los pies sobre la alfombra, levantándose para ir al baño, apenas entró se miró en el espejo con los ojos completamente rojos, las mejillas sonrojadas al igual que la nariz, se tocó los labios que estaban resecos suspirando.

— ¿Tan feo soy?

Dejó de mirarse o comenzaría a llorar de nuevo. Quitó su pantalón junto con su bóxer y dejó que la camisa bajara por todo su cuerpo hasta el piso, su aroma se había vuelto más pesado, como si fueran rosas marchitas, aunque él podía ser una justo en ése momento. Entró a la ducha, abriendo la llave para que el agua artificial comenzara a caer sobre su cara, segundos después el cuarto de baño ya estaba lleno de vapor y de un aroma triste.

Jungkook sólo esperaba que sus appas no notaran su aroma tanto triste y que el Lunes de la siguiente semana no fuera tan malo como había sido ése.

Yugyeom luego de ver como se iba corriendo recibió varias miradas de odio y algunos le llamaron de las peores manera, pero debían de entenderlo ¿No? Sólo hizo lo que su corazón le dijo, o posiblemente el cerebro tan mierda que tenía, sentía la furia de su lobo sobre él, hasta él estaba enfurecido con él que sólo se la pasaba gruñendo en sus adentros, y se imaginaba que si fuera real ya le hubiera arrancado la cara justo en ésos instantes.

Minutos después de que Jungkook se fuera el timbre sonó en todo el lugar, así que acomodó su mochila y fue al estacionamiento, abriendo con la llave su auto, entrando en él, sintiendo de golpe un aroma a rosas y algo en su interior sintió un dolor, un dolor profundo, pero no tanto como para hacerlo quejarse, y lo sentía, posiblemente era el dolor de Jungkook transmitiéndose a él ¿Por qué se transmitía a él?

Recordó las palabras de Namjoon y sólo negó intentando no pensar que era cierto. Prendió el auto, saliendo de allí en dirección a su casa, donde seguramente se daría una ducha fría.

•'•

En el próximo capítulo ya aparece nuestro invitado especial 👐.

Ya les di una pista de quien era en mi perfil, así que quién sepa quién es el personaje nuevo se gana una dedicación 🐇.

Bueno, ya me voy uwu.

¡Nos leemos luego!