"Si ser casamentera hace a otros felices, entonces, a mi también me hace feliz"
"¿Verdad?"
Rin tiene como pasatiempo ser casamentera o ayudar a otros a conseguir parejas.
¿porque?, simple. Le gusta disfrutar la felicidad de los demás.
Ella dice se...
Narrarin -esto es vida- dije para luego soltar un profundo suspiro.- sin preocupaciones, con la casa para mi sola, viendo películas y comi- mi frase fue interrumpida y mis ojos se abrieron a su máxima capacidad, ya que había recordado algo importante que había olvidado antes- ¡la cita con len! ¡La olvide por completo!- dije colocando una de mis manos en mi frente
me levante bruscamente del sofá en donde antes me encontraba, y salí corriendo hacia mi cuarto, tome mi teléfono que se encontraba en la mesa que estaba al lado de mi cama y lo encendí.
-¡¿son las 6:00?!- dije sorprendida mirando mi teléfono.-maldita sea, rin, ¿te la has pasado vagueando todo él día? eres muy irresponsable.- me auto-regañe
Salí, casi volando, con rumbo al baño, tome una ducha rápida, volví al cuarto, tome lo primero que encontré en él closet y me dispuse a cambiarme.
-bueno, creo que esto esta bien.- dije mientras me miraba al espejo.
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Y justo cuando termine de medio acomodarme él cabello, él timbre sonó, anunciando que alguien, que ya sabia perfectamente quien era, había llegado.
Narralen -¡voy!- la oí gritar desde adentro de la casa, luego sentí pasos apresurados que, al parecer, iban bajando las escaleras.- ¡hola!- abrió la puerta y saludo algo agitada.
-hola rin.-salude, ella cerro la puerta de su casa y metió las llaves en su bolsillo, y comenzamos a caminar.
-oye...-dijo, llamando mi atención.-¿a donde iremos?-pregunto
-no se, ¿a donde quieres ir?- pregunte.
-¿es enserio?¿me invitas a salir sin siquiera saber a donde vamos?- pregunto, en parte tiene razón, yo la invite a salir, yo debería saber a donde vamos.
-jeje, ya me conoces.-dije con una sonrisa nerviosa, ya que estaba haciendo él ridículo frente a ella.
-lastimosamente, de ti no me sorprende.-dijo con una cara de decepción, obviamente fingida.- esta bien, como me preguntaste a donde quería ir, entonces yo decidire a donde iremos.-dijo para luego ponerse a pensar en un lugar para ir, repentinamente sus ojos tomaron un brillo que la hacia ver mas hermosa de lo que ya estaba.-¡ya se!, ¡podemos ir al parque!, ¡y podemos comer helado!, ya sabes, ¡como en los viejos tiempos!-dijo emocionada, yo asentí con una sonrisa, me tomo de la mano y me llevo, prácticamente arrastrándome, hacia él parque al que siempre íbamos de niños.
A ella le encantaba sentarse en él pasto, cerca de ese gran árbol de sakura, y mirar las nubes, era una de las pocas cosas que la animaban, la vida de rin no fue fácil, su madre trabajaba todo él día y parte de la noche para poder darles de comer a ella, a su hermano y a su padre que, por cierto, era un alcohólico que la golpeaba fuertemente, hasta tuvieron que ingresarla al hospital una vez, su madre no lo denunciaba por miedo, con él hermano de rin no era diferente, él también sufría mucho, pues su padre lo golpeaba por defender a rin y porque a él no le parecía justo que su padre tomara los ahorros de su madre para comprar alcohol o cigarrillos, y, a pesar de todo, rin siempre lleva una sonrisa en su rostro, esa sonrisa que la caracteriza, esa sonrisa que puede transmitir una alegría agradable, esa sonrisa que puede consolar cuando mas se necesita , esa sonrisa que, con él pasar de los años, ha hecho que me enamorara de ella...
-¡¡LEN REACCIONA!!- grito rin, haciéndome reaccionar al instante.-¡por fin! llevas como media hora mirando al vació como un tonto, dime ¿en que andabas pensando, lenny?-pregunto con picardía en su mirada.
-eh? No estaba pensando en nada.-conteste.
-¿esperas que me crea eso?, te conozco perfectamente.-dijo, ella se equivoca en algo, si me conociera tan bien, como ella dice, ya se abría dado cuenta de mis sentimientos hacia ella.-oh ¡mira!, allá esta él señor de los helados, ¿venderán helados de naranja?, porque si es así, ¡yo quiero uno!-dijo emocionada y me arrastró, nuevamente, hacia donde él vendedor estaba, rin tiene una gran obsesión con los helados.
Compramos los helados, ella compro uno de fresa, porque no vendían de naranja, y yo uno de chocolate, comenzamos a caminar, íbamos hablando de temas triviales, como cosas que nos habían pasado durante él transcurso de la semana, cosas así.
-oyen len, a ti... te gusta alguien?-pregunto haciendo que empezará a ponerme nervioso, no encontraba que responderle, una parte de mi decía que le dijera que ella me gustaba, pero otra parte decía que no le dijera nada, opte por la segunda, por prevenir.
-n-no me gusta nadie.- dije con miedo a que no me creyera.
-oh, pues deberías empezar a hablar con mas chicas, puede que te llegue a gustar una, como ne-
-¡¡LENNY!!- oí gritar a alguien que, al llegar frente mio, se abalanzo sobre mi y me tumbo...
-oye...- dijo rin quien parecía conocer a esa persona, al igual que yo.- yo... Yo te conozco....
