Narra narrador omnisciente
-silencio que nos oirán.- dijo él rubio.
-callate tu también.- se quejo la rubia.
Se quedaron mirandose fijamente unos segundos, para luego darse cuenta en la vergonzosa posición en la que se encontraban, rin sentada en las piernas de len, la rubia se levantó rápidamente, los dos estaban completamente sonrojados, evitando hacer contacto visual, mientras rin maldecía por lo bajo, len escondía las ganas de sonreír a lo tonto, así pasaron unos segundos, hasta que rin se percato que miku y kaito ya no estaban.
-miku, no te veo, ¿donde estas?- pregunto, mas no obtuvo respuesta de la peliaqua.
-kaito, ¿estas ahí?- trato de comunicarse len, ya que también se dio cuenta de la desaparición de la pareja.
Los dos pasaron de arbusto en arbusto, buscaron por todo él parque, pero no encontraron rastro de ninguno de los dos.
-miku, contesta.- rogó rin, igual no hubo respuesta.
-maldición, ¿para que me obligas a venir, si te vas a perder de esta manera?, imbécil.- se quejo len mientras miraba su teléfono, él sabia que su amigo no iba contestar.
-y ahora que?-preguntó rin.
-no se, supongo que hay que buscarlos.- propuso len.
-es una buena idea.- contesto rin.-vaya, por fin piensas, ¿no te dolió mucho?-dijo en tono burlón.
-ja-ja-ja, muy graciosa.-contesto sarcástico len.
Salieron los dos de los arbusto, algunos los miraban raro, mas otros simplemente los ignoraron, empezaron a buscar por los alrededores.
Con miku y kaito.
La pareja se encontraba en una cafetería, los dos estaban tan ocupados en su mundo de enamorados, que ninguno recordó que tenían compañía.
-buenas tardes, ¿que desean ordenar?- pregunto una de las meceras.
-a mi me da una malteada de vainilla.- dijo de manera amable miku
-y a mi un helado de chocolate.- dijo seguidamente él peliazul.
La mecera les tomo la orden y se fue, ellos se quedaron hablando, hasta que sus ordenes llegaron.
-gracias.- dijeron al unisono, la mecera les sonrió dulcemente y luego se retiro.
Kaito estaba a punto de empezar a comer su helado, pero noto que la peliaqua sacaba algo de su bolso y lo vertía en su bebida.
-que es eso?- pregunto extrañado él peliazul.
-ah, esto?- pregunto la chica mientras sostenía un cubo verde.- son puerros, me encantan.- dijo para luego tirarlo a su boca y comérselo con gusto.
Sin duda, todo en esa chica lo atraía.
Con rin y len.
-me rindo.-dijo len.
-hay que seguir buscando.- insistió rin, quien aun no perdía las esperanzas.
-ya los hemos buscado por todas partes, rin.- contradijo len, sentándose en una de las bancas.
-no es cierto, solo por los alrededores.- contesto la rubia y de un brusco jalón, levantó a len de la banca.- vamos, creo que se donde pueden estar.
Rin empezó a caminar arrastrando a len detrás de ella.
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-llegamos.- dijo con entusiasmo rin soltando él, ya amordazado, brazo de len.
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La Casamentera (Rinxlen)
Fanfiction"Si ser casamentera hace a otros felices, entonces, a mi también me hace feliz" "¿Verdad?" Rin tiene como pasatiempo ser casamentera o ayudar a otros a conseguir parejas. ¿porque?, simple. Le gusta disfrutar la felicidad de los demás. Ella dice se...
