La Casamentera (Rinxlen)

#12 reorganizaciones

Narra rin
"No pueden hacer esto"

"¿Acaso están locos?"

"No pueden separarnos"

"Nosotros no hacemos nada malo"

"Esto es injusto"

Comentarios como esos se escuchaba entre los estudiantes, después de esa formación, nada seria lo mismo, según los profesores, en algunos cursos habían ciertos "grupitos" que no convenían nada, por esa razón ellos reorganizaran cursos, para algunos, la reorganizaciones nunca son buenas, para mi son entre buenas y malas, buenas porque puede que me reúnan con mis otras amigas, neru y gumi, y malas porque puede que quiten de mi lado a mi traga puerro favorita.

-bien bien, silencio alumnos.- dijo uno de los profesores, él mas odiado de hecho.

Si la mirada matara, aquí habría masacre.

-bien, en él tablero cerca de laboratorio estarán la listas de los nuevos grupos, a partir de mañana todos deberán ir a sus respectivos salones.- siguió hablando él profesor, mientras casi todo él instituto lo acuchillaba a punta de miradas asesinas.

Al terminar de hablar, todos nos dirigimos a nuestros salones, unos que otros aun no superaban la reorganización y aun seguían quejándose.

Entre y me senté, para mi mala suerte me tocaba química, la cual era enseñada por él maestro hitoshi (nombre random), él hombre mas amargado de todo él universo, tumbe mi cabeza a la mesa, cubriendo con mis brazos la luz que estrada e encandilara mis ojos, sentí a alguien sentarse junto a mi, ya yo sabia que era miku, esta me hablaba pero yo ni le contestaba ni alzaba la cabeza, supongo que él profesor me a pegado su amargura.

Las primeras horas transcurrieron con normalidad, aburridas como siempre, llego él descanso y, como en cualquier instituto, todos salieron prácticamente volando de los salones, para ellos, él que suene él timbre solo significa una cosa, CO-RRE.

Caminaba por los pasillos sola, mi mente divagaba entre mis pensamientos, estaba notablemente mas distraída de lo normal. De repente, sentí como me cubrían los ojos, no me moví, quede prácticamente en shock.

-hola.- susurro en mi oído, su voz suave hizo que mi cuerpo se erizara.

-no me asustes así, tonto.- dije, quitando sus manos de mis ojos, escuche una risita de su parte.

-lo siento.-  contestó.- por que tan sola?- hablo seguidamente mientras comenzábamos a caminar.

-no se, de un momento a otro miku se me perdió y me dio flojera buscarla.- dije encogiendo los hombros.

-y gumi y neru?- pregunto otra vez.

-seguro están en la cafetería, pero no tengo ganas de ir allá.- conteste.

-entonces, yo te acompaño, igual no encuentro a kaito por ninguna parte.- hablo él rubio, mientras seguíamos con nuestra, a decir verdad agradable, caminata.

Si soy sincera, me siento algo tranquila estando con él, es agradable en realidad, siempre es amable conmigo, aun siendo enojona algunas veces.

Seguimos hablando y caminando por todo él descanso, él timbre sonó, anunciando que otra aburrida hora de clase estaría por comenzar. Len me acompaño hasta mi salón, se despidió y luego se fue hacia él de él, pero al llegar a mi mesa me encuentro con una miku con una mirada llena de picardía.