Capítulo 13

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Serena se quedó lívida.

-¿ Qué quieres decir con eso de que la verás mañana?- preguntó mientras Leo la arrastraba fuera de la sala.

- Tengo que discutir cosas del banco con ella- dijo él con cara de pocos amigos.

- Oh, ¿ no me digas? Y sus cosas se las dicen como esta noche, al oído y con sonrisas acarameladas, ¿ no?- dijo ella con rabia.

Leo no se molestó en contestar mientras esperaban a que el chófer apareciera en la puerta del hotel.

-Mira, ya te dije que es importante que Noelle esté contenta- explicó por fin.

- Una cosa es que esté contenta y otra que la seduzcas; te he visto actuar con ella- replicó Serena fuera de sí.

-¡ No seas ridícula!- exclamó él.

- no soy ridícula; ¡pero me has hecho parecer tonta!.

- ¿ Que yo te he hecho parecer tonta?- repitió el y se hechó a reír-.¡Vaya!¡Tú eres la que te has esforzado en parecerlo con tu representación!《Leo cree que soy dulce》- dijo haciendo una parodia de sus palabras ante Noell-.¡Dulce!¡Eres tan dulce como un limón!.

- Tu eres el que querías que fingiera y es lo que he hecho. Y quiero que sepas que había convencido totalmente a Noelle de que no tenía nada que hacer contigo, hasta que tú tuviste que citarte con ella mañana.

- No es una cita- dijo Leo-. Y quiero que entiendas Que Noelle es una pieza muy importante en este asunto y que lo último que deseo es enfrentarme a ella. Lo único que pretendo es que no ponga sus ojos en mí de forma personal, y, ahora, gracias a ti, voy a tener que esforzarme un poco más para no tenerla en contra.

- Pues no entiendo cómo no quieres que se fije en ti con esa forma que tienes de mirarla y de hablar con ella- dijo Serena sin dar su brazo a torcer.

-¿ Y qué me dices de ti?- continuó él-. Tampoco parecías una hermanita de la caridad con Oliver.

- Creo que Oliver es encantador- replicó ella.

- Claro, claro, encantador; eres mi prometida y te permites el lujo de flirtear con el hermano de Noelle. ¿ Cómo quieres que se crea lo de nuestro noviazgo?.

-¿ Y cómo se lo va a creer si tú tampoco te has comportado como un novio enamorado?- preguntó ella con la misma decisión.

-¿ Y qué querías que hiciera si te he visto casi encima de Oliver? Si realmente estuviera enamorado de ti, le habría pegado un buen puñetazo.

- No estaba encima de él. Sólo hablábamos; ¿ no me dijiste que fuera amable con él?- preguntó Serena.

- ¡No tan amable!

Serena se dio por vencida al ver que aquella discusión no conducía a ninguna parte. Se limitó a mirar por la ventana del coche que les conducía hacia su casa.

- No hace falta que me acompañes a la puerta- dijo ella cuando al fin llegaron.

Leo se bajó y fue a abrir la puerta de Serena. Ella salió y comenzó a caminar por el camino que llevaba a su puerta.

- Desgraciadamente, tengo que hacerlo- dijo Leo caminando tras ella-. Harry sabe que nos hemos peleado y quiero que mañana todo el mundo sepa que hemos hecho la paces.

- Pero, ¿ A quién demonios va a interesarle eso?- preguntó ella con desprecio, mientras buscaba las llaves en su bolso.

- Te sorprenderías. Entre Lindy, Harry y Fred, todo el banco sabrá que estamos comprometidos mañana por la mañana.

- Si tanto te importa lo que Harry oiga, puedes decirme lo que sientes desde el coche- sugirió Serena-.¿ Dónde están mis llaves?

- No es así como hacen las paces los amantes, Serena, y lo sabes bien.

-¿ Tienes una idea mejor?

- Si - dijo el - voy a besarte.

Serena encontró por fin sus llaves y las agarró con fuerza. Lavantó la vista y lo miró enfurecida.

- ¡De eso nada!

- Si no te gusta la idea, mejor será que cierres los ojos y pienses en el dinero- aconsejo Leo, quien le apartó el bolso y lo dejó caer en un escalón-. De todas formas, lo harás sin que yo te lo diga.

- No quiero besarte- dijo ella sin aliento y dio un paso mas hacia atrás.

- Pues lo siento- murmuró el y la acorraló contra la puerta de su casa-, por que voy a besarte de todas formas y tú vas a responder, para que Harry lo vea bien.

-¡ No lo haré!- protestó ella.

Sin embargo, de nada le valió forcejear, pues Leo la tomó en sus brazos y la besó en los labios.

- Maldita seas, Serena- murmuró él, saparando ligeramente sus labios de los de ella-... maldita seas...

Leo volvió a besarla y Serena no volvió a forcejear. Incapaz de reaccionar a otra cosa que no fueran los labios y la lengua de Leo, Serena se abandonó y se abrazó a él con pasion creciente, hasta que el deceo la hizo gemir.

Leo debió interpretar que su gemido era de protesta y la soltó lentamente. Con suavidad, deslizo sus manos por el cabello de Serena y la miró con una expresión que ella jamás había visto en sus ojos.

- Supongo que Harry se habrá enterado bien - dijo ella, agitada.

- Seguro que sí- dijo Leo y, de pronto, pareció como si quisiera decir algo más, pero no lo hizo-. Te veré mañana- concluyó y caminó hacia el coche, mientras Serena se quedaba todavía aturdida apoyada contra la puerta.

Una Chica Interesada {Completada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora