Prefacio

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Mi situación es un tanto complicada de contar. No es algo fácil de digerir y, la verdad, odio ser yo quien tenga que narrar esta trágica historia... pero no hay otra opción. Así que, con todo el peso de mi alma y el dolor de mi sistema límbico voy a contar esta triste historia, una historia que nadie desearía decir jamás.

¿Alguna vez has estado en esta situación?: hay una persona especial, una persona por quien darías todo con tal de verla feliz, una entre miles que ilumina cálidamente tu corazón aún en los momentos mas tristes y desoladores de tu vida. Bueno, así me encontraba yo, Marco Díaz, era un simple chico que buscaba la felicidad de esa persona que tanto anhelaba que sonriera. Amaba su sonrisa, me encantaba su hermosa risa, aunque era un tanto escandalosa, pero eso no es nada en comparación a lo que despertaba dentro de mí cuando lo hacía. Y, a pesar de los años... Yo lo daría todo por ella. Estoy dispuesto a anteponer su felicidad antes que la mía, porque yo suelo llegar a ella después de que esa chica lo hace.

Me contagia de ese sentimiento, irradia esa emoción, y provoca esa sensación dentro de mi estómago que es tan agradable como odiosa. Algunos lo describirían como mariposas volando, arremolinándose en tu interior, sin importarles el hecho de que puedan morir digeridas por los jugos gástricos. Yo lo veo como algo único, que no cualquier persona o situación es capaz de lograr que se presente. Star lo hace, y con nula dificultad.

Claro está que no todo es paz y felicidad, pues su vida fue un tanto miserable: el divorcio de sus padres, el asesinato de sus abuelos, la traición de la que ella llamaba "amiga", infidelidades de parte de su pareja, su secuestro y bastantes cosas más que no me concierne contar. Y la verdad no es que yo desee hacerlo, hasta a mí me deprime el tan sólo mirar hacia el pasado y comparar nuestra situación. Ahora que lo pienso, no tengo la más mínima idea de como ha hecho para resistir tanto. Yo estaría hecho pedazos.

Siempre estuve ahí para ella, dándole mi apoyo y el cariño que necesitaba, prestando el hombro en el que podía llorar cuando las tragedias azotaban, intentando hacer menos miserable su existencia. Es como una deuda que yo tengo con ella: me apoyó cuando yo lo necesité, y yo lo hago siempre que puedo con ella. ¡Star no lo merecía! A veces Dios, la vida, el destino o como quieras llamarlo es demasiado injusto con algunas personas que no han hecho nada para merecer lo que sufrieron.

Es por eso que narraré esto, aunque  intentaré contarlo lo más que recuerde, pues mis memorias del pasado me describen la situación de una manera borrosa y confusa, con lagunas mentales. Pero de algo estoy seguro: yo busco que Star sea feliz.

¿Cómo lograrlo? fácil: solía contarme su sueño de viajar por el mundo; viajar por Nueva York, visitar la Torre Eiffel, pisar Japón, admirar las Cataratas Iguazú, respirar el aire fresco y puro de las alturas de Machu Picchu, probar la auténtica pizza italiana, pasear en bote a través de los canales de Venecia, entre otras más. Y eso justamente es lo que haré, llevarla a dar la vuelta al planeta entero. Aunque me lleve una vida.

Tengo un secreto que contar: me duele narrar esto, pero ya no podía seguir guardándolo. No podía estar sin contarle la verdad a nadie. Ni sus padres se enteraron de la cruda realidad. Ni la enorme confianza que tengo con los míos me llevó a sacarlo de mi alma. Ya no puedo más, siempre me atormento pensando en que hubiera pasado si se lo hubiera negado. Siento que fue mi culpa lo que sucedió. A pesar de eso no me vengo abajo, no es lo que ella hubiera deseado, no es lo que hubiera querido para mí. Si estuviera a mi lado me diría: "¡deja de lloriquear como nena y sonríe, que la vida es hermosa!".

¿Notan la ironía? ¿Su capacidad para pretender que nada malo sucede, aún cuando todo su mundo se está cayendo a pedazos? O tal vez es que es muy cínica, si es el caso, demasiado diría yo. Siempre admiré eso de ella, ser positiva, sonreír ante las adversidades, levantarte una y otra vez cuando te caes, ponerte de pie con la frente en alto, sacudirte el polvo y enfrentar los problemas. Nunca podré igualarla, no le llego ni a los talones. Soy todo lo contrario, miedoso, cobarde y necesito de ayuda para solucionar mis dificultades. Amaba eso de ella.

Y así, narro lo que fue durante esos días de viaje a través del mundo. Días que jamás en mi vida olvidaré, viví muchas experiencias asombrosas, inexplicables, inolvidables. Pero no siempre hay un final feliz. E, irónicamente, lo más increíble e inolvidable fue lo peor que sucedió. Pero como dije al inicio, esta no es una historia que cualquiera podría contar, tampoco es una que alguien quisiera hacerlo.

Así que te pido que, para sentir en carne propia lo que yo sentí, pienses en las situaciones que se presentan como parte de tu vida, quiero que veas a mis padres como los tuyos, a mis amigos como los tuyos, y a Star, como la persona que gobierna tu corazón.

La Vuelta al Mundo en una Vida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora