La Vuelta al Mundo en una Vida

"Malas noticias"

A veces siento que no te agrado, que no tienes ningún sentimiento hacia mí, ni de camaradería, ni de amigos. No has venido a verme desde... bueno, muchos meses, ¿es que no te puede entretener un pobre viejo como yo? ¿Es que mis historias son aburridas? Si es así, adelante, puedes no venir nunca más, no habrá diferencia, pues no tenía a nadie antes de ti, y si no estás tú, me quedo donde inicié. Ya me acostumbré.

Como sabes, luego de Star no tuve a nadie con quien mantener una relación. Jackie se mostró compasiva, estuvo conmigo casi toda mi vida, pero ella tenía sus asuntos y, viéndolo ahora, parecería que fue por lástima. Fergusson murió hace muchos años, por un paro cardíaco, le dijimos todos que debería hacer más ejercicio y comer menos cosas no saludables. Ahí tienes el resultado. Alfonso se casó y vive feliz en una pequeña ciudad a unas horas de Londres, suele enviar cartas. Mis otras amistades también estaban conmigo, pero con el tiempo averiguas quién es de verdad tu amigo, y quien no.

Como sea, si estás aquí para escucharme, presta atención, si no, no me interesa, la sirvienta ya cerró las puertas con llave y no se abrirán hasta que termine. Vete poniendo cómodo, porque te voy a contar donde me quedé. Agradece que escribo lo que narro, si no, empezaría por el principio, y como eres, dudo que quieras escuchar todo de nuevo. Y no, esto no es un secuestro.

El funeral de Fergusson no era, ni de cerca, el único al que habría asistido.

¿Estás escuchando? Bien. Todo apuntaba a que sería una noche en la que ninguno del grupo dormiría, cosa que, por cierto, solíamos hacer cada vez que nos juntábamos en la casa de alguno u otro. El clima sólo había empeorado dándole un ambiente todavía peor del que tenía. Esperaba que ninguno de mis amigos se mojase, pues no quisiera que pesquen un resfriado por mi culpa. Bueno, ellos estaban por llegar en unos cinco minutos más o men- ¡cof! ¡cof...! Ah, Dios. ¡Cof, cof!... Perdona, tengo que tomar mis pastillas. Enseguida vuelvo. Puedes ir a la cocina por algo de beber si gust- ¡cof, cof!

(...)

Si, lamento no habértelo dicho antes, pero tomo medicamentos para no perder la memoria. ¿Recuerdas que te dije que sólo podía contarte lo que recordaba? Bueno, mis lagunas mentales se deben a eso. Un serio problema leve que tuvo sus orígenes a mis veinticuatro años... Creo, ¿a qué edad se termina la universidad aquí? En fin, no importa. Lo relevante es que sufrí un accidente que me causó contusiones, traumatismos o algo así dijeron los médicos. Me mantuve en el hospital por una semana más o menos. Mira, me gustaría contarte con lujo de detalle pero, irónicamente, no me acuerdo de ello.

Llegan a mi mente imágenes y sonidos borrosos, sin claridad. Recuerdo ver luces, como faros, la voz de Star gritando mi nombre, sonaba desesperada, y, lo único que alcanzo a ver con lucidez, es la luna, que recién nacía. Hmm... Que curioso, tal vez puedas especular un poco sobre ello, pero ya no importa.

En fin, ¿en qué estaba? Ah, sí.

Ya había amanecido, luego de una larga noche de distracción. Bajé por las escaleras con pereza. Las largas ojeras bajo mis ojos lo hacían ver. Denotaba flojera, y la tenía, sí, pero la estúpida alarma fue la culpable de que haya tenido que levantarme de mi cómoda cama.

Una vez abajo, pude ver que Star ya estaba despierta y que estaba sentada, no, desparramada sobre el sofá marrón. A simple vista me daba cuenta de que también había pasado una muy mala noche. A veces los chicos no saben qué es dormir.

-te levantaste muy temprano, ¿no? -la saludé mientras tomaba asiento a su lado.

-no pude dormir más de tres horas, te lo juro -suspiró y cerró los ojos, echó la cabeza hacia atrás.

-te entiendo, ayer fue una noche pesada.

Luego de eso ninguno mencionó nada más. Me estiré hasta la mesita de centro que se encontraba frente a la pantalla. Tomé el control de la televisión y volví a mi cómoda posición. Encendí la pantalla y apareció en un canal de noticias. Nada interesante a decir verdad. Estaba por cambiarle a algo más entretenido, pero Star me detuvo tomando mi brazo.