Britney
La muy zorra sigue viva y lo que lleva también, no sé cómo han sobrevivido con todo lo que le hemos hecho durante este tiempo, parece cosa de brujas.
Dentro de tres días es Luna Llena y será cuando la maté, así que he decidido dejarla y no torturarla más pero no le daré ni agua ni comida durante este tiempo.
- Buenas noches, por fin apareces - le digo a Xehus.
- Ya - responde.
- Aún no te deja - le digo sonriendo.
- Se ha resistido al principio, pero luego… - dice enfadado.
- Qué ha pasado - le pregunto.
- Me la estaba tirando cuando ha dejado de moverse - me responde y me río a carcajadas.
- Y qué has hecho - le digo riendo.
- Terminar lo que empecé con ella - dice riendo. - Pero tranquila que no me he corrido dentro de ella - dice acariciando mi mejilla. - Eso sólo lo hago contigo - me dice tomando mis labios.
- Ve y límpiate, no quiero que lo metas después de ella y sin limpiar - le digo fría.
- Tranquila fiera, que ya voy - me dice yendo al baño.Lo extraño de todo es que su loba desde que la tenemos no ha dado señales, - quizás haya muerto - pienso. Lo que me hace gracia es que el pobrecito de Duncan ha sentido como otro lobo la poseía y al final ella morirá con el aroma de otro lobo y no el de él, él jamás la volverá a tocar o mirar como antes.
- En qué piensa esa cabecita tuya - me pregunta Xehus.
- En qué gracias a ti los dos han sufrido ahora más que con mis torturas - le digo feliz.
- Lo sé, pero ahora nos toca a nosotros disfrutar - dice caminando hacia mí.
- Ah siii… - le digo quitándome la bata y quedando desnuda.
- Sí - responde quitándose la toalla de la cintura.Sin calentamiento previo, con su mano roza mi parte íntima haciendo que suelte un gemido, me tumba y coloca su cabeza entre mis piernas e introduce su lengua en mi interior, la mueve haciendo que suelte pequeños gemidos producidos por el placer obtenido; sale y sube hasta mí y me da un pequeño beso para luego meter un pezón en su boca mientras que estruja el otro, dándome placer y gimiendo por lo producido, y luego hace lo mismo con el otro. Esta vez lo está haciendo diferente a las otras y lo dejo que siga porque me gusta esta nueva forma de él. Una vez los pezones están a su gusto va subiendo dejando pequeño besos por mi cuerpo y yo me dejo hacer todo lo que él quiera. Con posesión toma mis labios y lo sigo, sus manos acarician mi piel y las mías las colocó alrededor de su cuello para profundizar aún más el beso; poco a poco nos separamos del beso, me mira y sonríe mientras que sus manos no paran de acariciar mi cuerpo y las mías las pongo en sus hombros. Rompe la mirada cuando toma entre mi cuello y la clavícula, lame y besa esa zona, y yo le doy mejor acceso moviendo un poco el cuello, entonces sin yo esperarlo me clava sus colmillos y aunque al principio me resisto después sólo siento placer, mucho más que antes; saca sus colmillos y lame esa zona, me mira con una sonrisa y me separa las piernas aún más, se coloca entre ellas y me penetra despacio produciendo gemidos por parte de los dos. Se mueve lento pero con movimiento firmes, yo lo sigo moviendo mi cadera al mismo tiempo, me coge una pierna y la levanta hasta su cadera, yo hago lo mismo con la otra y es tanto el placer que creo que voy a estallar; ahora soy yo la que está sobre él, sus manos están en mi cadera, las mías están en su pecho y mis labios sobre los de él con una danza que nuestras lenguas tienen; mis movimientos son firmes pero ambos necesitamos más y aumentamos la presión de nuestros cuerpos y la velocidad. Necesito sentirlo aún más cerca y él nos vuelve a girar quedando otra vez sobre mí, estoy llegando y entre gemidos pronunció su nombre, me sigo moviendo y al poco él llega gimiendo mi nombre y se deja caer sobre mí. Se queda un rato así para luego salir de mí despacio y tumbarse a mi lado, me atrae hacía él abrazándome y besa mi frente.
- Ahora eres sólo mía y eres en todos los sentidos - me dice en un susurro.
- Tuya - digo sin comprender.
- Sí mía - responde y mi mano va al cuello.
- Me has marcado - le digo.
- No sé cómo terminará esto y quiero morir perteneciendo a alguien - me responde.
- La visitaras - le pregunto.
- No, ahora siempre seré para ti y en estos días no saldremos de aquí porque te haré mía tantas veces que no me dejarás parar - responde mirándome a los ojos.Nos damos un último beso y abrazados como nunca antes hemos estado y ambos nos dejamos llevar por el sueño.
ESTÁS LEYENDO
Mi Mate es un Guerrero
WerewolfUna mujer loba después de vivir su vida en la gran ciudad, regresa a casa y su compañero es el que menos se puede imaginar.