【Oh, no..】

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El mundo entero se había teñido de negro.

Oscuridad. Nada mas que oscuridad delante de su vista. O tal vez.. No veía nada. ¿Así se sentía la muerte..? ¿Tan.. Indiferente y vacía? Tal vez era mas un limbo. ¿Un Infierno Silencioso? No.. No, no estaba muerto. Sentía el dolor recorrer su cuerpo. Sentía el frío que calaba sus huesos y mordía las puntas de sus dedos, haciendo qué sus labios se tiñeran de azul.

Pero no lograba ver ni sus propias manos. 

El mundo entero era solo Oscuridad y un Dolor frío. 

Su mente solo puede registrar aquello. Su consciencia esta perdida, no sabe cuanto a pasado o si siquiera el tiempo ha pasado. Tal vez no lo a hecho. O tal vez han pasado milenios. O meses. O minutos. Pero el tiempo no importa. Ya no. Solo importa el hecho y la necesidad desesperada de querer alejar y arrancar el frío de su cuerpo. Es tan horroroso. Siente que su propia respiración podría llegar a detenerse por el frío. Quiere arrancarse la piel para alejar el frío. Quiere quitar el hielo de su interior. Debe recordar respirar.

O tal vez.. El ya ni siquiera necesita respirar. Porque todo se a reducido a la Oscuridad y al Frío.

Oscuridad.Oscuridad.Oscuridad.

¡S O L O  E S  OSCURIDAD!

No hay nada mas que ella. Solo es Oscuridad. No hay razón para temerle. No hay razones. 

Inspirar. 

Espirar.

Inspirar.

Pero si las hay. Las hay mas allá de la razón. Hay razones para temerle a la Oscuridad que susurra en su oído junto con la Bestia que ahora lo acecha libremente. Ya no hay barreras. Ya no existen porque su consciencia a caído y ni siquiera sabe porque. El dolor es una locura que ríe a su lado en todo momento, se carcajea. ¿De que..? Tal vez de el y lo patético que debe parecer. Siente la roca fría en sus rodillas desnudas. Siente como respirar cuesta cada vez mas y comprende que se esta muriendo. Comprende que es preso de su propia mente y que las cadenas se enredan en su cuerpo expuesto y vulnerable. No tiene sentido cerrar o abrir los ojos porque solo hay una pantalla negra delante. Y eso lo aterra.

La vaga calidez le obliga a levantar la vista. La flama oscura y maliciosa chisporrotea delante de su cara. Burlándose. Casi puede escucharla reír. El violín aun toca a lo lejos. Escucha el goteo del agua. Siente la roca fría morder sus adoloridas rodillas. Y allí esta. El mismo. El cabello negro fluye en ondas negras y la ropa de un color rojo y dorado mientras los ojos ámbar brillan de malicia retorcida. Le recuerda a la gloria y a la sangre. 

¿Cuanto.. Tendrá que soportar verlo? ¿Hasta que quiera reventarse la cabeza contra la fría y filosa piedra que esta dañando sus rodillas? ¿O hasta que la triste tonada del violín le reviente los tímpanos?

—¿O hasta que pierdas tu cordura?

Niega con la cabeza. Nunca.

Se ríe de el. Porque es débil y esta derrotado delante de la Maldición con la que carga.

No hay nada. Solo Oscuridad. Esta solo. 

No hay Naciones. No hay familia. No hay calidez. Y no hay Avatar.

Simplemente... Existe el y nadie mas.

No hay Avatar.

No hay ningún Aang que espere por el. O que este muriendo de la preocupación por el. Porque nunca le importaría a nadie. Porque.. No hay nadie.

Esta solo.

—Yo estoy aquí.

No. Esta solo. No hay nadie. No existe nadie ni nada.

Inferno (Zᴜᴋᴀᴀɴɢ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora