MALENA
Era la tercera vez en la semana en la que veía a Paulo,pero no podía evitarlo.
Me gustaba estar con el, cagarnos de risa, hablar boludeces, escuchar música y muchas cosas más.
No podía creer lo que este chico estaba causando en mi. Me asustaba mucho, como ya dije, tenía miedo de no ser correspondida, que para el sólo sea algo de una noche o que sólo me vea como una nena amiga de su sobrino.
Todos esos pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de mi celular avisando de una nueva notificación.
Era un whatsapp de Paulo diciendo que estaba abajo, asique me levanté de la cama y fui directo a abrirle, aunque me retrase ya que no encontraba la llave.
-Perdón no me acordaba donde la había dejado -dije al abrir la puerta y verlo parado ahí con esa sonrisa hermosa.
-No pasa nada -respondió- Como andas? -dijo mientras entraba.
-Bien bien, todo tranquilo- Ponete cómodo, como en tu casa -dije sentandome en el sillón.
-Gracias -dijo para después sentarse junto a mi.
-Querés mate, café o que? -dije mirándolo.
-Unos mates, está bien -dijo.
-Bueno ahí pongo el agua. - Querés masitas? -pregunté.
-Si lo que sea -dijo riendo.
Me encaminé hacía la cocina sintiendo los pasos de Paulo tras de mi.
Otra vez se formó un silencio, pero a cambio de las otras veces,este si era incómodo. Por lo menos para mi.
Estaba sirviendo el agua al termo cuando siento unas manos en mi cintura haciendo que me sobresalte y volteandome hacía la persona que se encontraba agarrándome.
Lo mire medio segundo descifrando su mirada pero no me alcanzó el tiempo. Ya lo tenía demasiado cerca como para seguir pensando.
Pegó su boca a la mia, y por el mismo impulso del beso,
di un paso atrás chocandome con la pared. Me adapte rápido al beso y puse mis manos en su nuca, atrayendolo más a mi.Pasaron varios segundos hasta que ambos nos quedamos sin aire y tuvimos que separarnos.
No pude evitar sonrojarme. Todavía seguíamos pegados, mirándonos a los ojos, sin emitir palabra alguna.
Justo cuando Paulo estaba por hablar su celular sonó, haciendo que nos separemos rápidamente.
-Hola amor -dijo Paulo mientras me miraba.
Tengo que admitir que eso fue como un balde de agua helada que me caía encima. En ese momento caí en la realidad. El tenía novia y lo nuestro jamás iba a poder ser.
Deje que siga hablando y seguí preparando el mate. Como si nada hubiera pasado.
-Bueno dale ahí voy -dijo antes de cortar.
-Yo..
-Te tenes que ir -lo interrumpi sin mirarlo.
-Si -respondió.
Deje lo que estaba haciendo y me dirigí a la puerta para abrirle.
-Perdón, me deje llevar -dijo mirándome a los ojos.
-Esta bien fue un error no te preocupes -dije sonriendo de lado.- Te tenes que ir -dije antes de que el vuelva a hablar.
No dijo nada, sólo asintió y salió por la puerta.
En cuanto el se perdió de mo vista cerré la puerta y fui directo a mi cama. Me acosté e hice lo único que me salió en el momento. Lloré. Me descargué