MALENA
-¡AMIGAAAAAA! -gritó Felicitas corriendo por medio aeropuerto hasta llegar a mi.
Atrás de ella, caminando lento y lleno de valijas, venía Lauti.
Me reí por su reacción mientras nos abrazamos.
-Te extrañe nena -dije antes de separarnos.
-Yo también, nunca te fuiste tanto gila -dijo mientras saludaba a Paulo.
-Hola tia -me saludó Lauti dejando las cosas en el piso para abrazarme.
-Hola mugroso -dije respondiendole el abrazo
Saludó a su tío también.
Lauti intentó como pudo volver a agarrar las cosas mientras Paulo lo miraba riéndose nada más.
-Ayudalo amor -le dije a mi novio.
-Porque? el nunca me ayuda a mi cuando voy -dijo metiendo las manos en los bolsillos del jean.
Lo fulminé con la mirada.
-Deja de ser un nenito y ayudalo -protestó y agarró una valija y un bolso.
Sonreí orgullosa.
Feli agarro su mochila y caminamos juntas adelante, con los chicos atrás nuestro.
-Viaje cansador? -pregunté a mi amiga.
-Ay Dios si, no se como te bancas el viaje vos todas esas veces -dijo cansada.
-Las ganas de ver a mi novio son más grandes -dije divertida.
-Prefiero no tener a tener que fumarme ese viaje -dijo mi amiga riendo.
Guardamos las cosas en el baúl y subimos al auto rumbo al departamento.
-Quieren que vayamos a desayunar a algún lugar antes o quieren ir directo a casa? -preguntó Paulo mientras arrancaba el auto.
Mi amiga y su novio se miraron pensando que querian.
-Como quieran ustedes, no hay problema -contestó Lauti.
-Vamos al lugar ese que me llevaste a mi el dia que vine amor -le hablé a Paulo.
-El que tenía terraza? -preguntó éste. Asentí- Si ese era rico no? Y tiene los waffles que me gustan, vamos -dijo asiendonos reír.
Ibamos en silencio mientras los chicos observaban todo a su alrededor. Lauti ya conocía asi que no era nada nuevo para él, pero en cambio Feli, no conocía nada. Asi que estaba maravillada con los lugares por los que pasabamos.
Estos días la voy a llevar a recorrer.
-Y ya sabes que van a ser? -preguntó Lauti con la cabeza entremedio de mi asiento y el de Paulo.
-Faltan dos mese todavía para saber que son -le contesté e involuntario puse mi mano en la panza.
Miré a mi novio, el cual me miraba de reojo con media sonrisa.
Se que sintió mi mirada porque me guiñó el ojo antes de volver su atención completamente a la calle.
Después de unos treinta minutos desde el aeropuerto hasta el centro, llegamos a la cafetería donde ibamos a desayunar. Ya que los chicos llegaron antes de lo previsto y salimos sin comer nada antes.
Bajamos del auto y entramos al lugar.
Después de acomodarnos, se acercó una moza para tomarnos la orden y también, sacarse una foto con Paulo, como de costumbre.