PAULO
-Que los cumplas Alicia...que los cumplas féliz -aplaudimos todos mientras nos acercabamos a saludar a mi mamá.
Ayer había sido su cumpleaños y hoy se lo estabamos festejando.
Junto con mis sobrinos y Male le organizamos una fiesta sorpresa. La cual tenía como sorpresa la visita de ellos, de mis hermanos y de los padres de Male.
Respecto a nosotros dos, seguíamos en la misma. Hablábamos lo justo y necesario. Dolía y mucho, pero es lo que merezco.
Ambos intentamos hacer como si nada pasara, seguir con nuestras vidas, pero sabemos que eso es imposible, o al menos por ahora.
Los mellis van muy bien, se supone que en menos de dos meses ya los tenemos con nosotros y esa es una de las cosas que me hace seguir de pie todos los dias.
Quiero darles lo mejor, todo el amor que se merecen. Quiero estar siempre con y para ellos. Y no quiero que nadie ocupe mi lugar.
Se que eso no va a pasar, porque la conozco a Malena, y me conozco a mi. Aunque ella ahora esté saliendo o lo que sea con Simeone, el nunca va a ocupar ese lugar.
-Veni mi vida, saquemos la foto -me llamó mi mamá.- Vos también Male -le dijo con una sonrisa.
Me di cuenta que lo ella menos quería en estos momentos era una foto conmigo, pero tiene un corazón tan grande y es tan buena persona que sólo por mi mamá, lo hace.
Sacaron la foto, y cada uno volvió a su respectivo lugar.
La fiesta paso tranquila y bastante divertida. No estuve con Male en ningún momento, ni tampoco hablé con ella.
-Esto esta muy rico panita -me habló Douglas con la boca llena de un choripan.
-Viste negro, riquísimo el chori -contesté riéndome.
No podía dejar de mirarla, es tan hermosa. Hasta con tremenda panza, con los pies hinchados y hasta enojada.
Cada gesto que hace, la manera en la que frunce el ceño cuando algo le molesta o no le gusta.
Cuando sonríe y se le achinan los ojitos y se le marcan los hoyuelos en los cachetes.
O la manera en la que mira y acaricia la panza.
Amo todo de ella, y la amo a ella. Fui un estupido, traicioné y lastimé a la mejor persona y mujer que conocí en mi vida, además de mi mamá, por una calentura de un rato.
-La extrañas no? -preguntó Lautaro, tomándome por sorpresa.
Asentí lento.
-Mira tio, yo se que no soy el mejor para estas cosas ni para los sentimientos, pero si la amas tenes que luchar por ella, no podes rendirte así como así. Ustedes eran y son la pareja perfecta. Podría decirse que hasta nacieron para estar juntos...-lo interrumpí.
-Ya no huy vuelta atrás Lau, la lastimé demasiado, la traicioné y le mentí. Millones de veces le prometi que jamas iba a hacer algo para lastimarla y que tampoco dejaría que nadie la lastimé, y fui el primero en hacerlo...-concluí.
-Todos cometemos errores, algunos más y peores que otros, pero al final todos lo hacemos. Estuvo mal lo que hiciste? Si. Pero no por eso vas a rendirte tan facil. Se nota a kilómetros lo que se aman. Sólo que ninguno de los dos es capaz de dejar su orgullo de lado o de tener una conversación sin que termine en discusión -agregó.
-Cuando creciste tanto pendejo? -dije medio riendo y abrazandolo.
-Anda, encima que me preocupo por vos -dijo divertido.
