MALENA
Al fin iba a salir con las chicas después de casi dos meses sin ir a ningún lugar, todo por haber estado con una fuerte angina.
Tendría que haberle hecho caso a mi mama cuando me decía q me abrigara para salir.
Habíamos quedado en juntarnos en la casa de Cande ya que quedaba más cerca del boliche.
Después de cambiarme, maquillarme y peinarme le pedí a mi papá que me lleve el auto porque hacía mucho frio y no quería ir en un uber. Me dejó en la puerta y espere a que Cande baje a abrirme, cosa que hizo después de unos dos minutos.
-¡Hola bombona! Pasá que hace frío- me dijo apenas me abrió.
-Acá esta re lindo - respondí, acostumbrándome al calor de adentro.
-La estoy llamando a Felicitas como hace media hora y no me atiende -me comentó- seguro está con Lautaro.
-La esperamos un rato y si no aparece le decimos que la vemos allá -respondí con normalidad.
-Bueno dale y cambiando de tema, ¿viste quien te siguió en instragram hija de perra? - me dijo medio gritando.
-Si -dije- El bombón de Dybala- agregué divertida.
-Que suerte que tenes conchuda -comentó- Yo tambien quiero que me siga un bombón así- agregó.
-Para de bardear un rato tarada -dije entre risas.
-Perdón no puedo -respondió- Vayamos yendo ya que Felicitas no piensa aparecer, le mando un mensaje y le pongo que nos vemos ahí -termino de decir. Sólo asentí y me dediqué a guardar mi celular y documento.
-Se viene LA noche de mi vida -dije en cuanto estuvimos afuera, a lo que Candela asintió dándome la razón.
Pedimos un uber y partimos hacía el boliche, donde se supone, nos espera Felicitas.
Después de unos veinte minutos de viaje, finalmente llegamos a dicho lugar y a decir verdad, la cantidad de gente que había era más de la que nos habíamos imaginado.
-Gracias a Dios que no tenemos que hacer tremenda fila -escuché decir a mi amiga, mientras la seguía adentro.
Siempre me toma un tiempo acostumbrarme a la oscuridad y las miles de luces que había por lo que me aseguraba de caminar pisando correctamente, antes de terminar en el piso.