LA NIÑA DE MIS OJOS| ERICK BRIAN COLÓN| CNCO. [PAUSADA]

C12: Chistes con helado.

Esto era extraño ¿Cómo no me había dado cuenta de que Addison era ciega? Es que simplemente eso no tenía lógica. Una especie de nervios inundó todo mi cuerpo y parpadeé varias veces sin quitar la mirada de los hermosos ojos de Addison, negué un poco y me di cuenta de que estaba en shock ¡¿Es que cómo rayos era eso posible?!

— ¿Quieres que te invite a comer un helado? —Pregunté evadiendo el tema principal.

Ella frunció el ceño algo confundida ante mi propuesta, la verdad del caso es que Addison era preciosa físicamente y estaba seguro de que también lo era en su corazón, a mi no me importaba en lo absoluto de que ella fuera ciega o no ya que eso no cambiaba nada entre nosotros.

— ¿Qué? —Preguntó— ¿Un helado?

—Sí, es que... No creo que este sea el lugar dónde conversar este tipo de cosas ¿No piensas lo mismo? —Inquirí.

Addison respiró profundo dejando que el olor a flores inundara sus fosas nasales, asintió un poco con la cabeza y se giró sobre sus talones con cuidado de no tropezarse, se agachó y acarició una vez más la lápida de su madre esbozando una pequeña sonrisa que tiraba de la comisura de sus labios.

—Adiós, ma —Murmuró—  No sé lo que estás haciendo desde allá arriba pero enserio te digo que estás loca —Negó un poco con la cabeza y soltó una pequeña risa.

Sonreí sin apartar la mirada de ella— Tienes una hermosa risa, también te ves hermosa cuando sonríes. Deberías de hacerlo más seguido —Musité.

Addison se levantó y guardó sus manos en los bolsillos de su chaqueta— No tengo muchas razones para hacerlo —Respondió.

Esa respuesta me bajó un poco los ánimos, yo debía hacer algo para que Addison cambiara esa idea en su cabeza ya que en mi opinión nadie y mucho menos esa chica tan linda y joven debe de pensar que no hay motivos para mostrar una sonrisa. Algo dentro de mí me decía que debía hacer algo, lo que sea, pero algo.

Acuné su rostro en mis manos y la miré fijamente a sus ojos— Te prometo, que haré que disfrutes la vida cómo nunca nadie lo ha hecho...