LA NIÑA DE MIS OJOS| ERICK BRIAN COLÓN| CNCO. [PAUSADA]

C27: Venganzas y juramentos.

El simple hecho de saber que Emma Robinson había salido con Joel ella no lo comprendía, y no es por nada pero jamás en la vida ella había puesto un ojo en su hermano durante años. Que Haley le dijera que se había ido juntos y Joel la hubiese dejado sola le daba mala espina, además de que esa chica no es muy grata que se diga pero el amor secreto que Joel tenía por Emma podría ser más grande que cualquier otra cosa en el mundo.

— ¿Estás segura de que era Emma, Haley? —Preguntó Addison sin hacer contacto visual con la niña.

—Segurísima, Addi —Respondió— Es la chica por la que Joel habló durante meses, decía que era linda y mucho bla bla bla.

—Oh, dios... —Musitó Addison.

Erick miró a su novia fijamente con una mirada que ni él supo descifrar en su rostro ¿Era enserio? ¿Era lo que Erick Brian creía que ella estaba haciendo? ¿Venganza? No, ella no se podía meter con Addison ni con ningún miembro de su familia. Eso jamás lo iba a permitir.

Soltó un suspiro y negó con la cabeza mientras rodeaba con su brazo a la castaña— Addi... Yo... Es complicado ¿Sabes? —Murmuró.

Ella apoyó su cabeza en el hombro de su novio mientras cerraba sus ojos, en verdad estaba preocupada. Tenía un mar de emociones que sólo se podían describir en una palabra, y era preocupación.

—Estoy muy preocupada por Joel, Erick... ¿Y si pasa algo entre ellos y termina mal? Es que mi hermano siempre ha estado enamorado de ella y sólo pensar que ella pueda... Ya sabes, me altera los nervios... —Dijo la castaña de ojos color ámbar.

—Te entiendo, princesa...

No quería presionarla o darle más preocupaciones, ya era demasiado con todo lo que estaba sucediendo. Lo que más le preocupaba a Addison Pimentel era que Joel no aparecía, y no sabían nada de él desde la noche anterior.

Haley observó a la linda pareja con una sonrisa enorme en su rostro, a decir verdad, era la sonrisa más divertida del mundo. Erick la contempló unos segundos con el ceño fruncido hasta que la pequeña niña llevó su dedo índice hasta su mejilla y soltó una risita.

—Ustedes son novios ¿Verdad? —Preguntó mirándolos fijamente.

Las mejillas del muchacho se tiñeron automáticamente de rojo, Addison simplemente negó con la cabeza al mismo tiempo que reía un poco ante el comentario ocurrente de su ocurrente hermana menor.

—Sí, Haley —Respondió ella— Erick y yo somos novios...

— ¿Y se van a casar y vivir felices para siempre como en un cuento de princesas? —Preguntó con una sonrisa soñadora y sus ojos avellana iluminados.

Erick sonrió y abrazó con fuerza a su novia antes de besar de la manera más tierna que puede haber en el mundo su coronilla, llevó su mirada hasta la pequeña niña que lo miraba llena de curiosidad.