LA NIÑA DE MIS OJOS| ERICK BRIAN COLÓN| CNCO. [PAUSADA]

C15: Afiche sucio.

Christopher y Zabdiel estaban en el viejo edificio mientras hacían la pista de la canción de CNCO, eso era más trabajo del que creían pero gracias a dios Zabdiel era bueno en eso de las computadoras y editar audios. Habían pasado allí más de una hora tratando de que la pista estuviera en sintonía con la letra y el ritmo, pero por lo menos ya tenían la letra lista porque esos cinco chicos estaban seguros que algún día -No sabían cuál exactamente- saldrían a la luz cómo una banda y serían reconocidos en cada rincón del mundo, era un sueño grande pero no imposible.

—Zabdiel ¿Cuando demonios vas a terminar? Me cocino como tocino del calor —Dijo Christopher de manera dramática.

—Deja las estupideces, Vélez. Ya... Terminé —Dijo Zabdiel antes de apretar por última vez la tecla del computador.

Christopher tomó la computadora de Zabdiel y la elevó hacia arriba— ¡Aleluya! —Gritó.

—¡Christopher, ten cuidado porque es la computadora de mi primo y si la llego a romper o siquiera hacerle un pequeño rasguño me matará! —Exclamó Zabdiel arrebatándole de las manos el aparato.

Richard, Joel entraron al lugar ganándose la mirada de dos pares de ojos— ¿Cuál es el escándalo, locos? —Preguntó Richard con el ceño fruncido.

Christopher negó con la cabeza y rió— Zabdiel que anda de dramático —Simplemente dijo— Pero que bueno que llegan para que escuchen la pista de la canción —Sonrió guardando sus manos en los bolsillos de su pantalón.

—A propósito ¿Dónde está Erick? Pensé que vendría con ustedes —Dijo Zabdiel un poco confundido.

Richard sonrió de manera divertida—Dale tres segundos —Suspiró— Uno... dos...

— ¡Ya llegué! —Gritó Erick atravesando la sucia y vieja puerta del lugar en ruinas.

Todos rieron ante la llegada del chico de ojos verdes haciendo que él frunciera el ceño, no comprendía de qué se reían hasta que lo comenzó a analizar y lo entendió ¡Había llegado tan apresurado que era tan gracioso!

—Bien, ahora que estamos todos juntos incluyendo al fideo —Bromeó Zabdiel— Podemos por fin escuchar la pista.

—Me parece bien, pero antes tengo que decirle algo a Erick —Dijo Joel llevando su vista hasta el ojiverde.

En ese momento los nervios de Erick comenzaron a subir gradualmente, no sabia qué le diría Joel pero estaba seguro de que tenía que ver con Addison. Dentro de él estaba muy preocupado pues esa chica en verdad le importaba y si Joel le decía que no quería verlos juntos definitivamente no lo soportaría.

El pelinegro asintió con la cabeza y los dos chicos se apartaron del grupo, pero era tan obvio que los demás chicos tenían una inmensa curiosidad por saber de qué se trataba todo esto, ellos miraban fijamente a Joel y Erick ya que la curiosidad les ganaba.