LA NIÑA DE MIS OJOS| ERICK BRIAN COLÓN| CNCO. [PAUSADA]

C26: Noches parecidas.

Desperté y lo primero que vi fue a Addison con su cabeza apoyada en mi pecho, estaba dormida pero aún así se veía hermosa. Me encantó despertar así y les juro que daría lo que fuera con tal de que este momento se volviese a repetir, solamente les puedo decir que fue la mejor noche que pasé en mi vida.

Ella se removió un poco haciendo que sonriera, era hermosa y yo la amaba con todo mi ser.

Mi estúpido cerebro no se había dado cuenta de que ya era de día y se suponía que el punto de queda eran a las once de la noche, mi corazón latió demasiado rápido cómo si en realidad se fuera a salir de mi pecho. Besé rápidamente su frente provocando que Addison sonriera un poco con los ojos cerrados y un segundo después los abrió para dejarlos fijos en la nada.

—Addi, princesa... —La llamé en voz baja— Es de día...

Ella se incorporó de golpe y negó con la cabeza algo nerviosa— ¿De día? ¿Es broma, no? ¡Joel me matará! —Dijo ansiosa.

Me levanté y acuné su rostro en mis manos y la besé lentamente antes de besar su frente de nueva cuenta. Se veía tan tierna cuando está nerviosa, no puedo parar de decir que la amo pues creo que es lo más cierto y único que he dicho en mi vida.

—No lo hará... —Sonreí— Yo le explicaré todo, pero ahora es hora de irnos de aquí —Murmuré.

La ayudé a levantarse y luego la abracé con fuerza, su mano se entrelazó con la mía. Luego la miré fijamente dándome cuenta de que su ceño estaba algo fruncido -y era tierna- así que reí un poco mientras negué con la cabeza.

—Erick... —Musitó en un murmullo.

—Dime, princesa —Respondí.

—Lo que... Lo que pasó anoche es... Digo, ¿Pasó en verdad? ¿Fue real? —Preguntó con sus mejillas sonrojadas.

— ¿Qué cosa, linda? —Pregunté viéndome algo confundido.

—Oh, no... Es... Nada —Balbuceó.

La rodeé con mis brazos al mismo tiempo que solté una carcajada, la besé de manera fugaz y mis manos rodearon su cintura— Es broma, princesa —Murmuré— Lo que sucedió anoche fue lo más lindo, tierno y real del mundo... No me alcanzan las palabras para decirte cuánto te amo, porque te amo Addison, te amo... Y mucho... —Musité a centímetros de su rostro.

Ella soltó un jadeo de incredulidad negando con la cabeza— Eres el peor —Declaró cruzándose de brazos.

Y sí, seguía siendo tierna pero la amaba con todo mi ser.

—Pero me amas y lo sabes, princesa —La besé de nueva cuenta.

—Eso es lo único que me impide darte un golpe ¿Sabes? —Inquirió.

—Vaya... Que agresiva... —Reí.

Nuestros labios se volvieron a unir en lindo y suave movimiento, amaba la textura de sus labios, en realidad amaba todo de ella. No entiendo en qué momento Addison pareció en mi vida -aunque en realidad sí lo sabía- pero lo único que me queda más que claro es que mi corazón me dice, me dicta que tengo que estar con ella siempre.