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Narra Harry

Mis padres, mi hermano y su familia regresaron días después de que se cumpliera un mes, habían traído con ellos un montón de regalos y recuerdos de Anchorage para todos sus amigos de la manada.

— Hazzie, antes de irte al trabajo, debo entregarte tu regalo — dijo mi papi desde la cocina.

— Claro, pa.

Bajé las escaleras y me encontré con mis padres desayunando, saludé a cada uno con un beso y me senté en mi lugar de siempre.

— Los he extrañado mucho — dije mientras tomaba un poco de jugo.

— Y nosotros a ti, mi amor — dijo mi padre sonriendo — Desde Anchorage nos han mandado un regalo para ti — dijo y se levantó de la mesa. Al poco tiempo regresó con una pequeña caja forrada de color dorado con un pequeño lazo blanco.

Me la entregó y emocionado la abrí, en su interior había una pequeña cadena de plata con un dije zafiro en ella, el azul siempre fue mi color favorito así que como pude me la coloqué.

Me la entregó y emocionado la abrí, en su interior había una pequeña cadena de plata con un dije zafiro en ella, el azul siempre fue mi color favorito así que como pude me la coloqué

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— Es perfecto — dije cuando lo vi colgando de mi cuello.

— Lo sabemos, el hijo de Louis nos lo ha dado — dijo mi madre, cuando se dio cuenta de lo que dijo tapó su boca.

— ¿Él hijo de Louis?,¿Quién es Louis?

— Nadie, hijo, si no te apuras llegaras tarde al trabajo — dijo mi padre mientras se levantaba de la mesa una vez más.

Me tendió una bolsa con comida y me sacaron de la casa antes de que pudiera preguntar algo sobre, Louis.

Fin de la narración

Narra Clay

— Veo que has visitado a tu padre — dijo Mariam sentada en la cama de Louis.

— ¿Mi padre? — preguntó Louis haciéndose el tonto.

 — ¡No te atrevas! — gritó Mariam mientras se acercaba rápidamente a nosotros y tomaba a Louis del cabello.

Misael que se encontraba entre los brazos de Louis cayó al suelo, antes de que tocara el suelo lo alcancé a tomar y evitar que se golpeara la cabeza.

— ¡Suéltame madre! — gritó Louis con odio en su mirada — ¿Sigo llamándote así?

— Sabes muy bien que no soy tu madre, niño estúpido — dijo llevándose a Louis del cabello a rastras y sacándolo de la habitación.

Antes de que saliera me miró fijamente.

— De esta no te salvas, niño estúpido número dos — y sin más cerró la puerta.

Los gritos de Louis se escuchaban en todo el pasillo hasta que de a poco se fueron opacando conforme lo alejaban.

— Es mi culpa — dije con un temblor en mi voz.

"OMEGA"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora