♡ Este capítulo ha sido escrito con la canción ℋ𝓊𝓇𝓉, 𝒹ℯ 𝒥ℴ𝒽𝓃𝓃𝓎 𝒞𝒶𝓈𝒽. Será un capítulo corto, probablemente.
... y no nos dejes caer en la tentación.
El sonido hueco de sus pisadas mientras suben lentamente las escaleras los llena de impaciencia, pero de maneras distintas. Johnny está ansioso por irse a casa. JaeMin está ansioso por llegar arriba. RenJun sólo quiere que pare.
Es como si en cada movimiento algo más se rompiera, agudo y ardiente, pero rotundo también.
La boca seca y las comisuras estirándose, el contorno de sus ojos irritándose de tanto humo, tanta pólvora y desazón. Su pulso por las nubes, dolor en los pulmones, heridas en los brazos, sangre en sus suelas.
Hombres y mujeres con chalecos antibalas y gorras negras comprobando los cadáveres, algunos gritos en la lejanía, golpes en la madera, y las cruces cayéndose, una tras otra, como si no soportaran más estar en las paredes.
—Buscaré a NamJoon —avisa el mayor, alejándose instantáneamente.
Es en ese momento, en el que ellos se dan cuenta. Todavía hay una puerta cerrada, y parece gruesa, porque ni siquiera las patadas de TaeYong pueden abrirla.
La escena que encuentran tras centrar su atención general, es extraña. Se lleva sus corazones y los aplasta. YuKhei, apoyado contra una pared, mientras JungWoo revisa su estómago con rapidez y determinación, sin importar las grandes manchas redondas de sangre que tocan su piel cada vez más, y más. Yuta observa el exterior a través de la ventana, callado, mientras las primeras luces se cuelan entre las hojas de los árboles. JaeNo, Mark, JiSung y ChenLe están hablando sobre alguna cosa, Ten y JaeHyun limpian sus armas, TaeIl y DoYoung revisan los cuerpos. SiCheng, en cambio, está alejado del resto, frotando con pudor su camiseta, como si tuviese que hacerlo, como si escociera.
JaeMin camina hasta TaeYong, pero no se gira a comprobar si RenJun sigue allí, con él. Porque sabe que lo hará.
Posa su mano en el hombro contrario, obteniendo toda su atención.
—Déjamelo a mí —dice, con seguridad. Y ya sabe qué va a encontrarse allí dentro. Cuando el mayor se aparta, aunque reacio, toca la puerta con los nudillos —. Soy yo.
La garganta del hombre que está allí encerrado, muriendo, deja escapar una mustia risa.
—No sé quien eres.
JaeMin sonríe igualmente. Ni siquiera es de esas que la gente usa para cuando está feliz. Es de esas que la gente usa para no llorar cuando están partiéndoles el corazón.
—Claro que sí.
Uno, dos, tres segundos. Nada pasa, sólo el silencio y la incertidumbre, solo el líquido bajando por sus nudillos y bañándolos de sangre rojiza, hasta que las bisagras chirrían y la puerta se abre.
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𝖌𝖔𝖉 𝖇𝖑𝖊𝖘𝖘 🍒 [ 𝒏𝒄𝒕 ; 𝒋𝒂𝒆𝒋𝒖𝒏 ]
Fanfic기도 → ave maria gratia plena dominus tecum, benedicta tu in mulieribus et benedictus fructus ventris tui, jesus. sancta maria, mater dei, ora pro nobis peccatoribus, nunc et in hora mortis nostræ. ;; ❥ capítulos medianos (bueno, se intentará), ❥...