Sigrid Flokisdóttir

XX

Sigrid
-Te reto a un combate, uno contra uno- dijo Ivar con rabia. Lagertha estaba celebrando algo, lo cual no tengo ni idea el qué, porque estaba más entretenida tratando que Ivar no la matara de una hacha voladora.

-Me niego- dijo Lagertha, suspiré aliviada- no quiero matarte- sé que sería más al revés, Ivar la mataría a ella. Pero de todas formas, no quería tener que limpiar algunas heridas que muy probablemente dejaría en el cuerpo de Ivar. Lagertha era una gran guerrera. Nadie debería menospreciarla, pero Ivar era inteligente, sabía hacer las cosas de forma que se aseguraba que estaban bien hechas.

Si quería a Lagertha muerta, lo estaría.

-Bueno, pues quiero que sepas, Lagertha, que un día estarás muerta gracias a mi, no debiste matar a mi madre- dijo antes de bajarse del taburete en el que estaba sentado e irse.

Miré a Lagertha un momento, vi cómo respiraba hondo, podía ver lo asustada que estaba bajo esa fachada de reina dura. Ivar sonrió un poco al ver la misma expresión.

Cuando los hermanos hijos de Ragnar comenzaron a marcharse oí a Lagertha pronunciar mi nombre - Sigrid Flokisdóttir- paré en seco y la miré- Necesito hablar contigo- miró a todo el mundo presente- a solas.

Todo el mundo dentro del gran salón se fue corriendo por la puerta al escuchar esas dos palabras provenientes de los labios de la reina.

Las doncellas escuderas se quedaron protegiendo a la reina hasta que Lagertha les ordenó que se marcharan. Astrid me miró como si fuera una amenaza.

Una vez ya estábamos solas me pidió que me sentara en una silla, ella se sentó frente a mi.

-Sé que estás saliendo con Ivar, que Hvitserk te pidió matrimonio y todo eso. Sé que los hijos de Ragnar buscan venganza. Por eso, me gustaría asegurarme que estás conmigo- explicó simple.

-Verás, Reina Lagertha... no quiero faltarte al respeto ni nada... pero... prefiero mantenerme al margen de todo esto. Sé por qué te quisiste vengar y a decir verdad, te entiendo, yo habría hecho lo mismo que tu si una mujer cualquiera, princesa o no, apareciera de la nada y se metiera en la cama con mi marido. Haría lo mismo si una mujer me ursurpara todo lo que tengo... pero no puedo estar en contra de nadie...- traté de explicar.

-No quieres traicionar a los que quieres... lo entiendo- dijo ella asintiendo- pero eres importante para todos los hijos de Ragnar. Eres inportante para Ubbe, para Hvitserk, Sigurd... eres importantísima para Ivar... Necesito tenerles controlados... tú eres la única que me puede ayudar.

-Reina... Me gustaría ayudarte, de verdad que sí  pero... no puedo. Si pierdo a alguno de ellos... me quedo sola. Les quiero demasiado para estar sin ellos.

-Pues entonces mantente neutral- dijo- necesito tu ayuda para otra cosa- anunció- quiero que seas la segunda al mando, cómo Astrid y Torvi- explicó- Sé que eres valiente, fuerte y que sabes tomar decisiones. Necesito a alguien más que me ayude.

-Me halagas al pensar en mi- sonreí- me parece bien. Siempre que no me obligues a ir contra ninguno de los hijos de Ragnar.

-Genial- sonrió- Pues... vivirás aquí, aunque si prefieres dormir en otro lugar, está bien. Astrid y Torvi te explicarán el resto- asentí. Ya conocía a Torvi y de hecho, en el pasado, ya habíamos hablado varias veces, es una mujer agradable.

Y por Astrid... es agradable también, o al menos eso me han contado, siempre que me ve me mata con su mirada asesina. Digamos que no soy de sus personas favoritas.

Lagertha llamó a Torvi. Ella y yo nos fuimos a dar un paseo por Kattegat mientras me explicaba.

-Realmente lo único que tienes que hacer es serle leal a Lagertha. Sé que si quieres mantenerte neutral va a ser complicado, imposible incluso, pero debes proteger a la reina bajo cualquier coste- me explicó, empezaba a arrepentirme y se podía notar en mi rostro- escucha, Sigrid. Lagertha te dió a escoger, te lo pidió porque confía en ti. No te está pidiendo que abandones a Ivar ni que te pongas en su contra. Solo quiere más protección. Porque sabe que un hijo de Ragnar la matará y está asustada, no puedes culparla por ello- me dijo tratando de que entrara en razón.

Si yo estuviera en su mismo lugar haría exactamente lo mismo.

-Si la guerra estalla y he de luchar contra Ivar... me voy. No me importa luchar contra cualquier hombre o mujer, pero no puedo luchar contra Ivar, ni contra Hvitserk, ni contra Ubbe, ni contra Sigurd, por mucho que odie al último.

-Y lo entiendo- asintió- pero debes pensar por ti misma en esto. No sabes lo que puede llegar a pasar y debes de hacer lo que realmente tú quieres, no lo que otros te digan. Si quieres luchar junto a Lagertha y junto a mi eres bienvenida, si quieres luchar junto a Ivar, adelante.

Asentí ante lo que me dijo. Tenía mucho en lo que pensar. Pero hiciera lo que hiciera solo lo sabrían Lagertha, Astrid y Torvi. Ivar estallaría si supiera lo que me ha propuesto.