Capítulo veinte (20/32)

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   ― Muy bien, quieres negociar

   ― Como dije, si la deja me voy

   ― ¿Por qué?, ella te abandonó

   ― Ella me entregó a mi papá quizás en el fondo me quería

   ― Cuando te vi a ti y a ella juntos en la iglesia te negó y dijo que eras algún familiar de los Ceballos 

   ― Quizás ella no me quiere…

   ― No te quiere ― interrumpió

   ― Quizás no me quiere ―retomó― pero si quiere a su familia y su familia la quiere, si la sacan tendrán a dos familias infelices, los Arriagada y los Bravo

   ― Los echo a ambos ―dijo con simpleza

   ― Entonces tendrás a más familias enojadas hasta que  o ya no te quede nadie o te quiten del poder

   ― Pues, ¿qué me propones hacer?

   ― Mire, yo después de estar de vacaciones, me voy y no vuelvo más, deje a mi tía Sara y ahórrese un dolor de cabeza

   ― ¿Sabes qué?, no tengo necesidad de que te vayas. Es más, quiero que vengas después de las veneraciones empezando por hoy, a hablar conmigo, y también después de las misas

   ― ¿A qué?

   ― Recuerda lo que dijo Julio ―Matt se puso nervioso― dolo hazme caso.

   ― Sí, señor

   ― Te puedes ir, y no le digas nada a nadie de lo que pasó acá, solo le puedes decir que no es necesario que se vaya, solo eso y a ella.

   Julieta muy nerviosa hablaba con Sara, le preguntaba todo lo que ella vio, el golpe a Julio, la llamada por el Señor de la Sor y sobre todo si Matt estaba bien.

   Cuando Matt salió no había nadie, ni su querido Julio ni su… tía (?), se vio obligado a irse solo

   ― Su tía golpeó a su amigo y se fue después de recuperarse se fue su amigo también

   ― Lo que oyó, vaya a verlos y cuídese

Ella se quedó ahí frente a la puerta esperando a que Matt se fuera y así hizo.

   Al llegar donde su ‘tía, ella estaba sentada a los pies de su cama, muda.

   ― Tía, ya no tiene que irse, llegué a un acuerdo con ellos

Ella miró a su hijo Matt

   ― Esté feliz, ahora se puede quedar con su familia

Seguía sin responder, Matt solo se fue de ahí

   ― Voy donde Julio

Ella solo oía, no tenía la más mínima intención de hablar

Julio estaba en su casa, su madre lo atendía, tenía un moretón en la cara. Eso fue lo primero que vio cuando el papá de Julio lo dejó entrar. Según Mariana, Julio no tenía anda grave aunque igual estaba preocupada

   ― ¿Cómo fuiste a chocar?

   ―Venía para la casa y no me fijé

Francisco rio

   ― ¿Pero cómo vas a chocar ‘po? ―rio de nuevo Francisco

   ― La verdad fue tonto, porque me di la vuelta rápido

Matt se sentó a su lado

   ― ¿Estás bien?

   ― Sí, solo fue un golpe

   ―Pero bien fuerte ―dijo Mariana― ya, quédate con eso ahí un rato

Julio asintió con la cabeza

   ― ¡Afírmalo!

   ― Ya

Mariana se fue y Francisco se había ido sin que nadie lo notara

   ― Mi tía, llegué y no me habló

   ― Muy enojada debe estar porque me dio un puñetazo súper fuerte

   ― No, si la niña de allá me dijo qué pasó

   ― ¿Qué pasó con tu tía para que se enojara tanto?

   ― Me dijo el Señor de la Sor que no dijera nada a nadie, ¿quieres que te diga?

   ― ¡No!, ni se te ocurra

   ― Julio, ¿qué pasará cuando me vaya?

   ― Trató de no pensar en eso

   ― Quisiera no alejarme de ti

   ― ¿Por qué no te… ―dejó de hablar y se quedó quieto, inmóvil

   ― ¿Julio?

   ― Oye

Matt se volteó, era la Sor; Matt miró a Julio, aún no se movía.

   ― Recuerda ir a hablar con los De la Sor después de la veneración. Creo que debieron ir a verlos

   ― ¿Por qué no?

   ― Ya no confío en ellos

   ― ¿Por qué? ―miró a Julio― ¿Qué le pasa?

   ― Cuando aparezco a alguien se detiene el tiempo

   ― Pero nunca antes había pasado

   ― Es la primera vez que hay alguien más

Matt pensó un momento

   ― ¿Tú lo ves todo?

   ― Sí, más de lo que quisiera

   ― Qué has visto de mí

   ― Hasta cuando pestañeas

   Matt se puso algo nervioso

   ― Pero de todo lo que veo acá, eres el único que ama como pecado. Tú, Matt, sabrás lo que haces, lo que te digo sí es que te quedes en Luz Viva, no te vayas, los DE la Sor parecen interesados en ti y se enojarían mucho si te vas. Además ya no me llaman, hablan entre ellos sobre ti, odio que me llamen.

   ― ¿Por qué los elegiste?

   ― Hay cosas que es mejor que no sepas, ¿ya?, ha pasado mucho tiempo, me debo ir, adiós.

La Sor desapareció frente a Matt.

   ―…quedes a vivir a Luz Viva?

   ― A este paso no sé qué pasará

   ― Quédate, seríamos felices juntos

   ― Julio, ―lo miró a los ojos, serio pero triste― solo hasta que nos vean.

El bosque prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora