Mañanas Con Cafeína.

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Y con en el suceso anterior fue como la casa de la luna naciente entró a una nueva forma de hacer regir nuevas reglas. Han pasado ya semanas desde que la avecilla original abandonó el lugar. Pues el ambiente en la casa jamás fue bueno, pero en esta ocasión el aire que se respira se le pude notar lo tenso de una situación que la mayoría desconoce. Pero solo dos en la casa son los únicos que pueden dar explicación a esa tensión. Uno de ellos es el jefe del lugar, Bruce se encontraba fuera de sí y más serio que nada, eso daba un poco de pavor a los huéspedes de la casa. Y el otro que notaba esto y sabía la razón era ni más ni menos que: Jason Todd, el chico problemas de la casa y además de ser considerada la segunda avecilla, "el rojo" como todos le conocen.

Todd sabia a la perfección el porqué del extraño comportamiento de Bruce y todo solo se reducía a que la causa era de la ausencia de Dick, el que abandonó la casa de la luna para seguir con el amor de su vida. Algo extraño, ya que Bruce debía ser la persona que prohibiera eso, pero en cambio dejó que un chico pelirrojo se llevara a aquel pelinegro.

Pero eso solo fue cuestión del paso de más semanas para que el dueño de la casa retomara su cínica y severa forma de llevar las riendas de la casa de la luna naciente. Y con llevar a cargo, se dispuso a hacer cambios en la administración de este lugar. Desde horas extras para los chicos, la construcción y remodelación de áreas en la mansión. Inclusive como toque de más, el mismo Bruce Wayne se ha hecho cargo de la adición de nuevo personal para la casa, desde más personal de seguridad, jóvenes nuevos y hasta de limpieza.

Y con todas estas nuevas medidas que se están llevando en la casa es que Jason despierta su modo detective para saber de lo que está ocurriendo con esta nueva forma de vida que se llevará en la casa.

...

El sol salía desde el horizonte para despertar a las estrellas para que estas se fueran junto con la luna. Y para esa hora, una persona ya se encontraba despierto, subido en un inmenso tractor que le ayuda a cosechar el trigo de la temporada. Aquel chico que se encontraba trabajando a esas horas, es un joven de cabello negro, alto y musculoso gracias a las arduas tareas del trabajo de campo. Este como se dijo desde un principio, conducía la inmensa máquina que recolectaba el trigo hasta que por fin se detuvo. La razón por la que pausó su tarea era que alguien lo llamaba desde la fachada humilde de una casa que se encontraba justo al lado del campo de trigo.

-¡CONNER VEN A TOMAR UN CAFÉ!

El chico respondió bajando del tractor para dirigirse con la persona que le llamaba, aquella persona era una anciana que aun usaba un tipo de bata para dormir. El tal Conner llega para encontrarla y para luego entrar a la casa.

El olor a café casero invadió las fosas nasales del joven provocando que respirara hondo, el chico se sienta en una silla en una redonda y pequeña mesa. La anciana comienza a verter en tres tazas el líquido con cafeína, los tres recipientes fueron colocados en la mesa, rápido Conner comienza a tomar el café que se le preparó. Y con cara de que lo estuviera gozando es que comenzó una charla con su acompañante.

-¿Y cómo ha estado el señor David?-

-Ha, nada bien Conner. Desde ese último desmayo por su diabetes mi esposo ha estado muy agotado... Pero te agradezco que aceptaras ayudarnos a cosechar el trigo, yo sola no hubiera podido.-

-No se preocupe, no es nada.-

-En cuanto tengamos el dinero de la cosecha lo primero que haremos es pagar por tu ayuda, te lo prometo.-

-Señora Mars no es necesario, ustedes necesitaban ayuda y yo quise ayudarles a cambio de nada, así que no insista.-

-Eres un buen muchacho Conner.- La voz de un tercero se hace presente, era un anciano que usa un bastón para su desplazamiento. Algo lento llega a la mesa y como los otros dos comienzan a disfrutar de una taza de café casero, era el tal señor David Mars.

La Casa De La Luna NacienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora