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Terminamos de hablar y nos fuimos al salón donde me entregaron a la pequeña Lisbeth y estuvimos esperando a Carlos y a Cristal para cenar.

-Muy bonita vuestra casa Lady.

-Mi nombre es Elsbeth, Cristal.

Ella asintió. Nosotras estuvimos cenando mientras las dos mirábamos embobadas a mi hija y ellos hablaban de batallas, campos y de intrigas.

Abandonamos el comedor. Informe a las cocineras de que debían preparar el comedor grande para mañana y hacer comida para bastantes personas. Estaba claro que el clan de Steven era grande.

-Ya están aquí – informó Edgar– hoy estás preciosa

-Gracias.

Salimos a la puerta y ahí estaba el padre de la muchacha. Detrás de el varios hombres de su clan.

-Lady Steward donde está mi hija? –preguntó el hombre de forma grosera.

-Está esperándole dentro señor – contesté yo de manera educada.

-Y ese malnacido? Donde está que lo mato. – cada vez estaba más furioso

-Usted no va a matar a ninguno de mis hombres señor.

-Si le ha tocado un solo pelo a mi hija ....

-Guarde sus amenazas señor – contesté – su hija ha estado como invitada en mi casa y me han asegurado de que no la han tocado.

-Aún así deberán casarse - habló Edgar .

-Por que se van a casar si a mi hija no la ha tocado nadie. Sigue siendo pura.

-Aunque sea pura nadie se va a querer casar con ella. De hecho sería una vergüenza para su familia no casarla. –habló mi marido – lo único que podemos hacer es en vez de casarla mañana como si hubieran hecho algo, casarla dentro de unos meses, para así demostrarle a la gente que no se casa por un embarazo.

-No, mi hija no se va a casar con un pobretón. Por Dios Hamilton, tu casarías a tus hijas con alguien sin título y tierras?

-Si estuviera en tu misma situación, si, lo haría. – le contesté yo

-Buaaaa, tonterías de mujeres, este mundo no se rige por amor si no por alianzas y por tratos.

-McSteve, podemos pasar a mi despacho para hablar de esto?

El aceptó y pasamos a su despacho a hablar de todo este asunto.

-Mi hombre –comencé a hablar yo – está dispuesto a ponerse al servicio del Rey para conseguir un título y tierras.

-Con mi hija que sucederá?

-Se quedará en mi casa como una invitada – le contestó Edgar.

-Puedo hablar con ella ¿

Edgar asintió y ella entró varios minutos después de llamarla. Los dejamos a solas mientras nosotros esperábamos en el comedor.Todos estaban ya sentados en las mesas para comer. Media hora después, los dos entraros.

-Mi hija dice que no la has tocado – le habló a Carlos que asintió – necesito una matrona que lo demuestra. Si es así, te casarás con ella de aquí a un mes. – Carlos volvió a asentir – y solo recibirás su dote cuando tu tengas un titulo y unas tierras. Aceptas el trato ¿

-Si, lo acepto.

Los dos hombres se echaron la mano e hicieron el juramento de un highlander.Todo había salido como esperábamos, los novios se casarían de aquí a un mes, el tiempo suficiente para que Carlos se fuera a su audiencia con el Rey.

2.Elsbeth- Saga BethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora