Capítulo 18: Separados.

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Seguí caminando hasta llegar a la casa que tenía que revisar, abrí la puerta y entré, todo parecía estar bien, nada fuera de lo común, cerré la puerta a mis espaldas y comencé a revisar esa parte de la casa. No tardé mucho tiempo en revisar toda esa parte, encontré unas latas de comida, algunas botellas de agua y una lata de refresco, decidí destapar el refresco y tomármelo.

-Tenía mucho tiempo que no tomaba uno de estos. -digo en voz alta, hablando conmigo mismo.

Una vez que terminé con el refresco subí al segundo piso, entré a la puerta más cercana a las escaleras, que resultó ser simplemente un baño, no había nada de importancia. Salí de ahí y me dirigí a la siguiente puerta, era el cuarto de un bebé, las paredes estaban pintadas de azul celeste, había una cuna, algunos juguetes regados por el piso, y un tetero encima de una mesa de noche, revisé la habitación y tampoco había nada que nos fuera a servir. Salí de la habitación y me aproxime a la siguiente puerta, estoy por abrirla, y de repente se escuchan los sonidos que hacen los caminantes. Abrí la puerta de una patada apuntando hacia dentro de la habitación listo para disparar, y ahí estaba, un caminante, sólo que este era un... era un bebé. Quedé atónito, sin palabras, me paralicé por unos segundos, cuando reaccione decidí acercarme un poco al bebé, tenía 7 meses como mucho, el bebé aún no podía caminar, ni tampoco podía gatear, se me quedó viendo y estaba estirando los brazos queriendo decir que lo cargara, o para atraparme, la verdad no lo sé. Los padres debieron haberlo dejado aquí después de que fue mordido, pobre niño, él no tenía porque pasar por todo esto, era un niño inocente. No podía dejarlo así, pero tampoco tenía las agallas para matarlo. Lo dejé ahí, no revisé la habitación, salí, nuevamente con las manos vacías, y con un pequeño trauma, cerré la puerta silenciosamente y me dirigí a la siguiente y última puerta de esta casa. La abrí y no había nadie, sólo una cama matrimonial una mesa de noche, un televisor, y un closet, revisé el lugar y tampoco encontré nada, salí decepcionado de la habitación, sólo subí para llevarme ese pequeño trauma.

Bajé al primer piso, revisé mi reloj y noté, que ya eran las 6:47pm, ya era tarde, no me había fijado en la hora, de seguro los demás ya están en la casa. Salí de la casa y fui directamente a la casa, viendo a todos lados pensando que en algún momento un caminante o un destructor me va a atacar, pero no fue así, llegué a la puerta de la casa y entré. Al entrar me encontré con Aurixana apuntandome con una pistola.

-Yo también te extrañe. -le digo bromeando.

-Ja, ja, perdón Chris. -dice para luego bajar su arma y darme un fuerte abrazo. -¿Cómo te fue?

-Me fue muy bien, encontré varias cosas y... -justo en ese momento me acuerdo del bebé, pero decidí no decirle nada a ella.

-¿Y? -pregunta ella viéndome fijamente.

-No, nada, olvidalo. -digo evitando responderle.

-Okey. -dice. -Los muchachos llegaron hace 15 minutos, ya estaba por ir a buscarte.

-Eso explica porqué me recibiste tu sola. -digo. -¿Y dónde están ahora?

-Se fueron a sus habitaciones. -contesta.

-Okey, iré a comer algo. -comento. - ¿Vienes?

-Claro. -contesta.

Nos dirigimos a la cocina y ahí estaban Nancy, James y María.

-Hola, chicos. -digo.

-Hola, Chris. -dice María que estaba sentada junto a James.

-Hola, hermano. -dice James

-Hola. -dice Nancy. -Ya me retiro chicos, tengo sueño.

-Esta bien, Nancy. -digo.

-¿Cómo te fue a ti? -pregunta James.

Caminando Entre Muertos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora