Capítulo 30: Ex-líder

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—¡No puedo creer que hice lo que me dijiste! —grité enfadada. —¡Sabía que era una mala idea y aún así lo ordené!

—Hey, cálmate. —dijo él.

—¿¡Cómo quieres que me calme sabiendo que yo pude haber evitado todo esto!? —solté sin más, exhausta y aludida por lo que pasó horas atrás.

—Ya nada se puede hacer. —dijo para empezar a caminar hacia la salida.

—¡¿A dónde vas!?

—A hacer unas llamadas. —dijo con tono un tono algo inquietante.

—¡¿A qué te refieres!?

—Pronto te darás cuenta.

—¡Te ordeno que te quedes! —grité, autoritaria.

—¿Quién eres para ordenarme cosas?

—Eso bien lo sabes, Andrew. —dije seriamente. —Soy la líder de esta región y por ende debes obedecerme.

—Ya no lo serás más. —dijo para luego sacar un arma y apuntarme con la misma. —Te aconsejo que busques un par de cosas y te vayas, por haber sido buena conmigo te daré la oportunidad de vivir.

—An... Andrew, ¿qué diablos te pasa? —cuestione. —Baja esa arma.

—Na. —dijo cortante. —Hazme caso y lárgate antes de que cambie de opinión.

—¡No me iré a ningún lado! —grité.

—¿Tendré que llegar a eso, ex-líder?

—¿Ex?

—Si te vas puede que lo entiendas más tarde. —comentó.

—Ya te dije que no me iré. —contesté firme.

—Bien...

El sonido de un disparo se hizo presente, rápidamente me tiré a un lado a ver si la suerte estaba de mi lado y conseguía eludir la bala, cosa que no logré, ya que la bala me dio de lleno en el torso. Antes de que pudiera levantarme sentí un golpe contundente en mi nuca, después todo se volvió negro.

Narra Aurixana.

No podía dormir, aún lloraba y seguía pensando en Christian... Lo extrañaba, quisiera que estuviese aquí, conmigo... Aunque esto me duela debo ser fuerte, por él, por mí, y por todos mis amigos, no puedo permitirme seguir en este estado, a él no le habría gustado, limpié mis lágrimas, me levanté de la cama y bajé por las escaleras, volví a fijar mi vista en el reloj, marcaba las 2:41. A pesar de ser de madrugada, decidí salir a tomar aire fresco y pensar un poco, supuse que me haría bien.

Al salir, un aire frío chocó contra mi cuerpo, haciendo que temblase por lo mismo, al alzar la vista me di cuenta de que en el edificio de Elena había una luz encendida, cosa que se me hizo bastante extraña. Empecé a caminar por las desoladas calles hasta llegar al edificio de la líder, los soldados se habían ido a no sé donde. Aprovechando que no había nadie, decidí entrar a hablar con la líder para aclarar algunas cosas. Empecé a caminar por el pasillo que llevaba a las escaleras cuando se escuchó un disparo que provenía del piso de arriba, rápidamente tomé el hacha que estaba colgada en la pared y empecé a subir sigilosamente hacia el siguiente piso. Tenía cuidado de no hacer mucho ruido, después de unos segundos llegué al piso de donde provino el disparo, caminé un poco por el pasillo, poniendo atención en cualquier ruido que hubiese.

Cuando iba pasando por una puerta logré escuchar lo voz de un sujeto mientras se oía a lo bajo el sonido de algo siendo arrastrado. Me asomé por la mirilla de la puerta y ahí me topé con un sujeto que desconocía arrastrando a Elena por el piso, ella se encontraba inconsciente, al parecer el tipo se la llevaría consigo puesto que estaba comenzando a levantarla entre sus  brazos, la cargó sobre sus hombros y tomó su pistola, estaba por darse la vuelta y fue cuando me escondí detrás de la puerta para intentar sorprenderlo.

—Ay, Elena, si solo te hubieses ido cuando de lo indiqué... —dijo él mientras abría la puerta por completo.

Cuando por fin salió por completo, le otorgue un golpe con el hacha en el brazo con el que cargaba el arma, luego el sujeto soltó un alurido de dolor, soltando su arma y a Elena de forma brusca, el golpe había llegado hasta el hueso, la sangre comenzaba a salir por borbotones. Tomé el arma lo más rápido que pude y gire mi vista hacia el sujeto, el cual ya se encontraba de pie y corriendo hacia las escaleras, disparé sin pensar hacia él, pero no logré atinar el tiro, por lo que el tipo logró huir. Pensé en seguirlo, pero Elena necesita ayuda, no sé lo que ese desgraciado pudo haberle hecho, más el golpe que se dio cuando cayó al suelo, tras una rápida revisión, lo que pude notar fue un corte en su frente y sangre que brotaba de la parte izquierda de su torso, al levantar su camisa me di cuenta que se trataba de una herida de bala. La cargué como pude y bajé con cuidado de que ella no se cayera de mi espalda y atenta a que ese sujeto no volviera a intentar algo más, aunque lo dudo bastante ya que por esa herida perdió bastante sangre, lo que debería dejarlo débil.

Cuando conseguí bajar a la planta baja, recoste a Elena en una de las bancas y me cerciore de que ese tipo en verdad se había ido, luego salí del edificio con dirección a la casa de Steffany, necesitaba que alguien atendiera a Elena rápido.

Corrí lo más  rápido que pude, al llegar, toqué la puerta desesperadamente hasta que alguien abrió, era Nancy.

—¡Nancy, necesito a Steffany, rápido! —dije apresurada.

—¿Por qué estás aquí a esta hora? —preguntó somnolienta.

—¡Rápido, Elena puede morir!

—¿Morir, a qué te refieres?

No aguanté más seguir hablando con Nancy y corrí dentro de la casa hacia la habitación principal, abrí la puerta de forma brusca ocasionando que Steffany diera un leve salto por el asombro.

—¡Steffany, ven rápido! —dije

—¿Qué sucede, Aurixana, por qué entras así?

—¡Solo sígueme! —grité ya harta.

—Bien, bien, ya voy.

—Rápido, Elena podría morir.

Al escuchar esto, Steffany apresuró el paso a pesar de no saber con exactitud lo que sucedía, sólo sabía que alguien necesitaba su ayuda y que esa persona estaba en riesgo de muerte. Salimos de la casa y tomamos camino hacia el edificio de Elena, al llegar, Steffany vio a Elena  recostada en la banca, ella se movió rápidamente hacia su ubicación y la comenzó a revisar. Le informé que tenía una herida de bala en el torso. Mientras ella trataba la herida de Elena, ella me dijo que fuese por ayuda en la clínica del lugar, debido a que ella no tenía los instrumentos necesarios para ayudarla.

Salí del lugar y corrí hasta la clínica del lugar, la cual estaba algo lejos.

Reviví, aquí nuevo capítulo. Espero les guste, si es así no se olviden de votar y comentar. Sin más que agregar, me despido. Chao.







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