Capítulo 24: Medicamentos.

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Estuvimos otro rato ahí parados, Beth seguía llorando, trataba de calmar la, sin embargo ella sólo seguía llorando. Ya era hora de irnos, seguramente las personas de la comunidad habían escuchado los disparos. Tomé a Beth de su hombro para que me mirara y la abracé, estuvimos un rato así, ella seguía llorando en mi hombro, yo sólo la abrazaba y  pasaba mi mano por su cabello. Después de un rato ya ella se había calmado, así que empezamos a tomar nuestras cosas para partir al siguiente pueblo. Beth seguía sentada en el piso, y cuando estaba por pararse se escuchó un disparo seguido de un grito de dolor, rápidamente empecé a buscar con la mirada al tirador y, a en una de las esquinas de la casa, había un sujeto con un arma apuntando hacia Beth, no me había visto, así que tomé mi arma y le disparé en el pecho, el sujeto comenzó a gritar, mientras se dejaba caer al suelo. Tras haberle disparado al tipo fui corriendo hacia donde se encontraba Elizabeth quien  estaba tirada en el suelo con un charco de sangre a su alrededor, los demás ya estaban con ella,  al llegar me arrodille y quedé justo frente a ella, lágrimas brotaban de mis ojos, un nudo se me formaba en la garganta al ver a mi hermana en ese estado.

-¡Están por aquí! -pude escuchar de una voz que desconocía. Seguramente eran los tipos de  la comunidad. Debíamos irnos de inmediato.

-¡Debemos irnos! -dije con preocupación.

Intenté tomar a Elizabeth por sus brazos, pero ella se resistía.

-Chris. -dijo ella. -Déjame.

-Eso no lo haré hermanita.

-Chris... -dijo para después desmayarse.

La tomé y la arrastre hasta detrás de un árbol, los demás se pusieron conmigo.

Tipos salían de ambos lados de la casa, aprovechando que no sabían nuestra ubicación, sacamos nuestras armas y disparamos cubriendonos con los árboles, logramos matar a 6 de los 10 que estaban ahí presente, los sujetos comenzaron a disparar en contra de nosotros, pero ya nosotros estábamos detrás de los árboles esperando el momento perfecto para salir de nuevo, cuando cesó la ráfaga de balas que provocaban esos tipos salimos y acabamos con los que quedaban. Ya se había acabado todo, pero no debíamos arriesgarnos, igual nos iríamos de ese lugar. Fui devuelta con Beth y Steffany, quien se había quedado cuidando a Beth.

-Debemos buscar un lugar seguro rápido. -dijo Steffany levantándose del suelo.

-Si. -dijo Gabriel. -Vámonos.

-¡Cuidado María! -gritó James disparando a un caminante que se encontraba muy cerca de María.

-¡Gracias, cariño! -dijo María acercándose a James y depositando le un beso en su mejilla.

-Je, Je. -ríe James sonrojandose y pasando su brazo por la cintura de María.

-Muy bien. -dijo Nancy. -Vámonos.

-Ayúdame aquí, Lukas. -dije para que me ayudará a tomar con delicadeza a Elizabeth, quien aún se encontraba inconsciente.

Todos tomaron sus cosas nuevamente, estábamos por irnos cuando escuchamos el sonido que hace un metal al caer, rápidamente me giré y vi una granada rodando hasta mis pies, solté a Beth rápida y delicadamente y tomé la granada para lanzarla de vuelta, sin embargo, debido a mi mala puntería, la granada cayó dentro de la casa...

-Mejor vámonos de una vez. -dije para que poco después se escuchase una gran explosión a mis espaldas.

-Seee. -dijo Aurixana.

Volví a tomar a Beth y nos fuimos a pasó rápido para el siguiente pueblo, en el camino nos encontramos con más caminantes de lo normal. Cada día hay más de estas cosas, cada día cientos de personas se convierten en caminantes. Cada día la humanidad está más cerca de la extinción.

Caminando Entre Muertos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora