Perdida en tu mirada

La casa del faro

Llegada la mañana Candy y Lauren llegaban a la Villa Lakewood.

Lakewood es una pequeña Villa donde solo personas con un alto nivel social podían vivir y tener el privilegio de disfrutar de la belleza del lago Cristal ubicado a un par de horas de la ciudad de Chicago.

Todos los carruajes dejaban sus pasajeros frente a la pequeña tienda del señor Whitman 

_ Buenos días señor Whitman, ¿cómo se encuentra el día de hoy?

Preguntó Lauren con un tono de preocupación.
La señora Whitman ha estado enferma desde hace varios meses, ha sido difícil para el señor Whitman cuidar de su esposa y el pequeño negocio de fertilizantes y víveres.

_Buenos días Lauren, ¿cómo has estado?
Siento mucho tu perdida, creí que estarías más tiempo en New York.

_  la vida sigue... Tengo  que  atender el negocio, mis clientes necesitan de esa comida deliciosa que preparo.

Dijo Lauren mientras mostraba una pequeña sonrisa, pero con su mirada triste.

Candy , en silencio trataba de ocultar su rostro, los golpes se tornaron en colores verde y morado.

_ ¡veo que traes compañía!

¡Hola Jovencita! Bienvenida a Lakewood.

_ Gracias señor mi nombre es Anny.

_ Mucho gusto Anny, mi nombre es Jacob , Jacob Whitman.
esta es mi pequeña tienda, lo que se te ofrezca aquí estamos para servirle.

_ Anny es un poco tímida, trabajará conmigo en el Restaurante.

¿Ya tiene quien comprará el negocio?

preguntó Laurence.

El señor Whitman esta viejo y cansado para atender el negocio y a su esposa.
Por lo tanto ha decidido vender la tienda  y su casa del faro.

_he estado conversando con el Joven Ardlay, sé que él no necesita de un negocio así, además le debo una fuerte cantidad de dinero, el pequeño John cada vez que viene no quiere alejarse de aquí, le gusta subir al faro y observar los veleros desde ahí que pasan por todo el lago.

Creo será bueno si él decide comprarlo y así le podría saldar la deuda, con el resto del dinero podría regresar a California con Janet y mis hijos que se mudaron a los Angeles.

_ Sería bueno que el Joven William lo compre, así no perdemos la comodidad de tener todo cerca.

Candy comenzaba a preocuparse, estaba tan asustada que cada carro o carruaje que llegaba se imaginaba salir a Frank de uno de ellos.

_ Señor Whitman nos despedimos, estamos cansadas del viaje y tendremos que prepararnos para trabajar.

Dijo Lauren, sabía que Candy estaba nerviosa además quería poner algo que ayudara a aliviar y sanar los golpes de Candy.

_ Comprendo Lauren ,   Es  un gusto conocerte Anny.

_ Gracias señor, el gusto es mío.

Camino a la cabaña Candy y Lauren conversaban sobre lo que había sucedido con Candy.

Lauren no podía creer lo que Candy le describía, la forma como Frank le golpeo.
Por milagro de Dios, Candy estaba con vida.

Candy y Lauren se acercaban a la pequeña casa donde viviría .
era una casita hecha de madera, con piso de madera, una pequeña sala, un comedor con dos sillas, una estufa chica, un refrigerador blanco y un catre en un pequeño dormitorio.