Capitulo 12- Cajita de los recuerdos.

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Perdida en tu mirada.

Una hermosa mujer les daba la bienvenida.
-Buenas tardes, la señora Montgomery los espera en la sala.
Candy sabía que su amiga Mary era una mujer importante, pero jamás pensó que fuera una mujer millonaria.
Al llegar a la enorme sala, Mary los esperaba sentada en un hermoso sofá color hueso de piel.
-Buenas tardes William, Annie. Bienvenidos.
Al ver a Mary, Candy se preocupo mucho por ella, Mary no lucia bien, se mantenía sentada con un tanque de oxígeno a su lado.
-Mary-dijo Candy abrazándole y saludándola de beso, como te sientes, ¿estas enferma Mary? Por eso te ocultabas bajo sombrero y gorro.
La mujer se alegró pero a la vez se entristeció por su hija.
-Hola Annie, que alegría verlos.
Sara por favor tráiganos algo de beber. ¿Qué te gustaría tomar Candy?
- ¿Candy? ¿Cómo sabes que mi nombre es Candy? Creí que solo Albert lo sabía - dijo Candy un poco asustada, lo primero que pensó fue que Mary era un informante de Terry.
-Tranquila amor, no es lo que estás pensando- dijo Albert.
Mary creo que es hora que las deje solas, es momento de hablar con la verdad.
- ¿De qué verdad hablas?
Un silencio se mantuvo por unos segundos en la sala, cuando la madre de Candy dijo-
-Joven Ardlay por favor quédese, me sentiré con más valor.
Albert regresando a sentarse aceptó la petición de Mary, Candy estaba atónita no sabía que era lo que sucedía, de lo que estaba segura era que su novio si lo sabía.
-Candy, cuando yo tenía 15 años, me enamoré como nunca del único hombre que he amado en mi vida, Jonathan era un joven de 16 años, trabajaba para la hacienda de mi padre. Era humilde pero con un gran corazón.
Candy se colocó en el sofá para escuchar con cautela lo que Mary le estaba diciendo, se preguntaba porque Mary quiere hablar de su juventud y aún más porque de su vida personal si siempre era discreta y cuidadosa en sus tardes de té.
Pero eso no detuvo a Candy mucho menos a interrumpir lo que su amiga tenía que decirle.
-Todo lo manteníamos en secreto, me cuidaba que mi padre no nos encontrara, por el bien de él, al ser unos niños no nos cuidamos, nos dejamos llevar por el deseo y la pasión. Me entregue a él.
En ese momento Albert se puso de pie para darles privacidad.
-No es necesario que se aleje- dijo Mary- No entraré en detalle.
De esos encuentros quedé embarazada, estábamos felices esperando nuestro bebé,sabíamos que debíamos tomar desiciones e irnos lejos antes que mi padre lo descubriera.
La noche que planeamos huir, todo salió mal. La madre de Jonathan se enfermó, él no llegó a nuestro encuentro. Lo busqué sin importarme las consecuencias, arrebato que pagué muy caro.
Mi padre nos escuchó discutir, se dió cuenta de todo... me abofeteó y los corrió sin importarle el estado de la madre de Jonathan.
No permití que tocaran mi embarazo, mi padre me amenazó que lo daría en adopción.
Mary limpiaba sus lágrimas recordar esos momentos dolorosos,pero lo peor estaba por venir.
Candy continuaba escuchándola, Albert apretó su mano en señal de decirle "aquí estoy contigo"
- llegó el día cuando di a luz, las contracciones eran fuertes, no soportaba los dolores. Cuando alcancé a escuchar la voz de Jonathan, suplicando que lo dejaran pasar y estar conmigo, mi padre mandó al capataz a sacarlo de las tierras, al escuchar los gritos y discusión las contracciones se hacían más fuertes, solo escuché decir a mi nana que pujará más fuerte. Pujé y perdí en conocimiento. Al despertar ya había tenido al bebé.
Mary quería levantase pero no tenía las fuerzas para hacerlo.
- Mary- dijo Candy con un tono de preocupación, déjame regular el oxigeno, yo soy enfermera, por mis malas desiciones, me encuentro en esta situación, situación que hoy agradezco a Dios y gracias a eso he conocido a un nombre maravilloso, Albert.
La pareja se miraron fijamente y sin pronunciar palabras sus miradas mostraban Amor- Mary continuo su relato.
-Al despertar me dijeron que el bebé nació muerto, la misma noticia le dieron a Jonathan, había perdido su madre, su bebé ni siquiera supimos si habíamos tenido niña o niño... un mes más tarde perdió también a su padre, eso lo hizo que se enlistará como voluntario al ejército. No fue hasta después de cinco años que recibí la triste noticia que murió en batalla en Alemania.
Las lágrimas de Candy y Mary Caían sobre sus regazos, Mary no solo había perdido a su bebé sino también al amor de su vida.
- Tu padre es cruel Mary- dijo. Candy -fue cruel dijo Mary, murió hace un año.
- Antes de morir me reveló que había tenido una niña y que no había muerto, que buscará a mi nana y le preguntará donde la había dejado.
Fue hasta hace unos meses que fui a New York para buscarla y hablar con ella... decirle toda la verdad.
- ¿New York?- preguntó Candy.
- Si, New York. Primero fui a Michigan donde mi hija fue abandonada, pero al llegar me dijeron que el lugar lo habían cerrado y que estaba a cargo de las hermanas mayores de crianza del orfanato.
Candy se puso de pie, todo estaba encajando, Mary es rubia ojos color azules como los de Annie, <es la madre de Annie>- pensó Candy, pero que hace aquí. ¿Acaso quiere que le ayude a contarle la verdad a Annie?
- Candy por favor siéntate- dijo Albert en tono preocupado. Mary continuó hablando.
- Al llegar al hogar de Pony, encontré a la verdadera Annie, Candice.
Se que tú nombre es Candice White y eres la hija que perdí hace más de 23 años. -Un silencio se apoderó de la sala de la Villa que llevaba por nombre el nombre de su dueña.
Candice miró a Albert con incredulidad, no podía creer que ante ella tenía a su Madre que tanto anhelaba conocer, y se preguntaba porque la habían abandonado.
Con la historia de Mary, Candy aliviada de su dolor por haber creído tantos años que no había sido una bebe deseada. Pero al mismo tiempo de saber que la mujer que le dió la vida estaba enferma.
Albert afirmó dando a entender que él ya lo sabía.
Madre e hija se abrazaron, Mary removió su oxígeno para besar a Candy, por momentos se lo quitaba y volvía a ponérselo cuando se sentía cansada.
-Madre - dijo Candy ... aquella palabra hizo que la feliz mujer llorara aún más de felicidad.
Te cuidaré mamá me quedaré aquí contigo si tú me lo permites.
Mary suspiró y desvaneció en los brazos de su hija.
- Mamá... mamá - gritaba Candy, Albert no por favor mi madre no tiene pulso.
Albert corrió de la sala hacia la cocina donde estaba el personal de servicio y el doctor.
- Doctor la señora se desmayó no responde- el doctor y la ama de llaves corrieron a la sala donde se encontraron con una escena desgarradora.
Candy tirada en el suelo con su madre en brazos llorando y diciendo -Yo también te amo madre. Albert mi madre, se ha ido.
El doctor revisó el pulso de Mary y efectivamente había fallecido.
Albert trató de levantarla pero Candy no se lo permitió y pidió un momento más con su madre. Candy estaba en shock no podía creer que la acaba de encontrar y ya la había perdido nuevamente. La ama de llaves se acercó colocando una cajita de madera color caoba.
-Esto fue importante para la señora, es su deseo que usted lo recibiera lo más rápido posible si ella partía antes de mostrarle su contenido. También hay un documento.
- Por favor, tengo a mi madre en brazos , pueden esperar a que asimile todo esto.
- Señorita, todo esto es suyo, sin la señora ya no necesitará nuestros servicios, antes de retirarme debo de cumplir el último deseo de la señora- decía la mujer limpiando su rostro.
- Por favor- dijo Albert- démosle un poco de privacidad.
-Albert, quédate conmigo , por favor...
- Debemos levantarla Candy, su cuerpo se enfriará. ¿ comprendes? Si- dijo besando el rostro de su madre.
Albert levantó a Mary y la cargó hasta donde hacía unas horas era su habitación.
El guardaespaldas entregó el portafolio a Candy, ella no sabía que hacer como manejar la situación. Le pidió a Albert que se encargara de todo que ella no podría.
- Todo está listo para la cremación de la señora- dijo el guardaespaldas con su rostro triste a punto de llorar.
- ¿Cremación?
- Si, es su deseo que sus cenizas sean llevadas y esparcidas en Alemania en los lugares donde se cree que el señor Jonathan murió en la guerra, su cuerpo jamás fue encontrado.
- Puede estar con vida, ¿no lo cree?
- No señorita, la razón que no se encontró su cuerpo fue Porque murió calcinado en un tanque de guerra.
El dolor de Candy se engrandecía aún más.
Por momentos pensaba que era mejor no saber la verdad, pero por otra parte podría cumplir el sueño de su madre.-Se hará como ella lo decidió si ustedes están de acuerdo.
- Usted es la nueva señora de la casa y estamos a sus órdenes-dijeron los tres.

Continuará.

Gracias por la espera.
Dios les bendiga XO!

Perdida en tu miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora