One Shots BTS ✧ *:･ Gay

a partir de hoy

Pareja: YoonGi x JungKook - TaeHyung x JungKook

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La cafetería estaba casi vacía, algunos clientes retiraban sus productos y salían por la puerta, en aquel lugar tranquilo destacaba un joven de 21 años que escribía en su portátil ensimismado en su pequeño mundo digital. Su nombre era JungKook, un chico de cabello negro y ojos castaños que eran acompañado por unas gafas de lectura.

Todos los días a la misma hora, siempre se podía encontrarlo en aquel lugar.

El sonido típico de la puerta abriéndose debido a la campana, sacó de su ensoñación al castaño, quien observo al nuevo cliente que entraba por la puerta. Era un joven de estatura baja, -o al menos en comparación a la suya.- cabello azul y por sobre todo, destacando una mirada que le hacía recordar a los gatos. Alguien realmente llamativo y guapo.

— Un cappuccino. —Pidió con voz rasposa y calmada el chico. Y como si fuera alguna historia cliché, sus ojos se encontraron.

JungKook apartó la mirada avergonzado hacia su portátil, sacándole una pequeña sonrisa al contrario que lo encontró realmente adorable.

— ¿Está ocupado este asiento? —el contrario señaló la silla enfrente del castaño.— Soy Min YoonGi ¿Cuál es tu nombre?

— Jeon JungKook.

Horas más tarde, ambos chicos acabaron en un hotel a unos pasos de la cafetería en la que se vieron por primera vez, una vez dentro del cuarto, YoonGi busco los labios del menor para comenzar a besarlo con rudeza y de forma necesitada, pequeñas caricias fueron depositadas en la cintura del menor mientras disfrutaba de aquel increíble beso.

— Eres muy hermoso JungKook. —YoonGi murmuró contra los labios del contrario.— No había visto un chico tan hermoso como tu.

JungKook le gustaba ser alagado, el contrario era un hombre realmente guapo, estaba realmente impaciente de lo que harían. Los labios del mayor recorrieron el cuello del contrario, besando cada pequeña porción de su cuello.

— No dejes marcas. —jadeo JungKook, apartando un poco al contrario.— Trabajo mañana.

JungKook cerró los ojos un momento, sintiendo las caricias se volvían más dulces y delicadas. Era otra experiencia tan distinta.

— Siempre dices lo mismo. —el menor sonrió al escuchar la queja del contrario.— Y siempre te hago caso.

— TaeHyung~ ah~ —JungKook jadeo al sentir como el chico ponía una mano en su bóxer.

TaeHyung era un chico realmente atractivo con su piel perfecta, sonrisa cuadrada y cabello plateado, el chico no dejaba indiferente a nadie, lo había conocido en la misma cafetería que había conocido a YoonGi, sus miradas encontrándose y una noche de pasión en el hotel a unas cuadras de la cafetería.

Había sido muy parecido a como conoció a YoonGi.

Y se había repetido cuantas veces lo había visto necesario.

— Vamos a la piscina. Hoy la alquile. —YoonGi tomo su mano para llevarle a la piscina que se encontraba en la azotea de aquel hotel.— Me gustas mucho, eres increíble.

— Tu también eres genial YoonGi.

— Pero no lo suficiente para ser tu novio.

JungKook se acercó al contrario para besarlo con necesidad, para que olvidara aquello que estaba en su cabeza, sintió su cintura ser rodeada por los brazos contrarios de forma posesiva. No deseaba tocar aquel tema.

Le gustaba su vida como estaba, con dos chicos y viviendo en base a un sexo increíble con dos chicos distintos, que parecían no tener idea que ambos estaban acostándose con él. No le molestaba, así era mucho más fácil ese tipo de vida.

— ¿Realmente te tienes que ir? —YoonGi observo al menor colocarse su ropa.— Puedes invitar una excusa en tu trabajo.

— Eso me haría un mal empleado, YoonGi.

JungKook beso los labios del contrario en forma de despedida, con la promesa que se encontrarían otra noche. Una promesa silenciosa entre ambos.

— ¿Estás bien? Llegaste algo tarde. —TaeHyung murmuro al ver al menor en la puerta, quien negó levemente.— Te extrañe.

— Yo igual te extrañe TaeHyung.

Con poco de palabras de amor y algunas pequeñas muestras de amor podía hacer que ambos chicos estuvieran embobados con él, haciendo que realmente ninguno sospechara de sus verdaderas intenciones de mantener a ambos para sus deseos carnales. Además era más divertido de esa forma.

Dos noches distintas.

Dos pisos distintos.

Dos cuartos distintos.

Dos chicos distintos.

Pero la misma respuesta, divertirse lo que mas pudiera con ambos. Escuchar su nombre ser pronunciado por dos distintos hombres atractivos que tenían la intención de satisfacer sus necesidades y que deseaban ser su pareja permanente.

Pero jugar a un mismo juego, se volvía aburrido. Y los sentimientos comenzaban a involucrarse también, cosa que lo estaba incomodado realmente, porque aunque deseaba continuar con aquello, su corazón estaba pidiendo un poco de una relación estable y alguien que le hiciera sentir realmente bien.

— Un frapuccino, por favor. —JungKook murmuró al mesero, quien asintió levemente, para traerle su pedido unos minutos mas tarde.

Observo su portátil con pesadez, no sabía como continuar su historia en Wattpad, la cual cada día estaba consiguiendo nuevos lectores, que estaban interesados en como iba a acabar aquel triángulo amoroso que había formado entre dos chicos realmente atractivos, que realmente no había entablado una conversación con ellos.

Sabía que su personaje, debía comenzar a elegir a alguien.

— Creo que tengo tu pedido.

JungKook levantó su cabeza, cerrando su portátil con rapidez al darse cuenta de quien se trataba el chico que le había hablado, era Min YoonGi, el chico de mirada felina y jodidamente atractivo.

— Uh gracias. —JungKook murmuro mirando su café. — Entonces supongo que este es tu capuccino.

— Gracias. —YoonGi le sonrió levemente para tomar su vaso y salir por la puerta.

JungKook se apresuró en escribir en su portátil, aquella interacción había sido realmente adorable.

"A partir de hoy, él nunca volverá a ver a TaeHyung."

— Deberías dejar de estar tan pegado a un portátil, chico bonito.

Por segunda vez en el dia, JungKook cerro su portátil con rapidez al escuchar aquella voz tan cerca suyo, se sentía algo avergonzado al tener enfrente al otro chico tan atractivo con su sonrisa cuadrada que podía derretir a cualquiera que lo viera.

Con una pequeña sonrisa, al ver que el otro salía también de la cafetería, no sin antes dejarle un papel en la mesa con un número, JungKook borro el último nombre en su escrito con tranquilidad y su corazón latiendo un poco.

"A partir de hoy, él nunca volverá a ver a YoonGi"