PROVOCACIÓN
"En la fotografía hay una realidad tan sutil que llega a ser más real que la realidad".
—Alfred Stieglitz.
ANTHONY
Violet duerme plácida y completamente desnuda junto a mí. Yace recostada boca abajo, y ver la mitad de su cuerpo expuesto hace que una palabra venga a mi cabeza y se remarque:
Mía.
Me gusta ese descaro que tiene y lo quiero tan solo para mí.
Pretendo volverme egoísta con ese cuerpo y acaparar esa sonrisa, atesorando sus labios y su forma de ser. Y es que sonrío como un estúpido de tan solo verla.
¿Es normal que tan pronto te guste alguien?
Ella y yo somos química pura, pude notarlo desde que la besé en el bar.
Desde el comienzo sentí que la necesitaba con desesperación y cada vez más, como un compuesto al que tan solo le basta un elemento.
Extraño, lo sé. Pero es así como son las cosas.
Desde el principio caí en sus redes, completamente cautivado por sus labios, por su forma de ser tan violeta pastel.
Ahora estoy seguro que no seré capaz de escapar, aunque honestamente, tampoco quiero hacerlo. Es algo que no logro comprender bien. Pero me siento cómodo y creo que es lo único que necesito. No hay nada que desee más que a ella.
Todo el tiempo estando solo, andando a ciegas en busca de la atención por parte de quien siempre me vio como un objeto más de su oficina y, por otro lado, obteniendo gran cantidad por parte de terceros gracias a la figura de nadador que luzco ante sus ojos, no por lo que soy en realidad. Siempre sintiéndome vacío, teniéndolo todo y nada a la vez, llenándome con un sentimiento superficial y falso por medio de algo que tan solo hago por obligación.
Pero mientras la veo, en este momento me doy cuenta de todo.
Buscaba algo sincero y ahí es en donde entra Violet, movida por su pasión, desde las sombras, persiguiéndome como una delincuente, siendo siempre tan sincera y llena de ímpetu. Tan ella.
Siempre tuve su atención.
Esto es tan retorcido, pero de todas formas me encanta.
El acoso tal vez no merece perdón de nadie, pero...
¿Qué demonios? Aquí estoy, sonriendo una vez más, como un idiota. Esto y más es lo que provoca en mí. Quiero intentarlo con ella, descubrir todo lo que el mundo puede ofrecerme a su lado.
Suspiro.
Son pasadas las tres de la tarde, no quiero despertarla, pero necesita comer, al igual que yo.
Me acerco y beso su nariz. Violet la arruga, moviéndola como un cachorro. Beso su mejilla, pero sonríe como si le provocara cosquillas y levanta el brazo, dirigiendo su mano a mi rostro en un intento por alejarme. Suavemente muerdo su palma, entonces musita algo incomprensible y hunde la cabeza bajo la almohada.
Vaya, pero qué fracaso. Me siento ignorado.
Podría insistir un poco más, pero en verdad, muero de hambre. No he probado bocado desde la noche pasada.
Me levanto de la cama, me visto con ropa interior limpia y un pantalón de franela. Sé que debería arreglar el desastre que nace en el baño y desemboca en mi habitación, pero a mi estómago no le agradaría la idea de pasar a un segundo plano, no por ahora, así que voy directamente a la cocina.
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El enfoque perfecto ✓
RomanceVenus fotografía al campeón de natación sin permiso, pero cuando él la descubre, todo se vuelve más adictivo. *** Venus se dedica a sacar fotografías del ganador de las nacionales de natación sin su consentimiento y luego las vende a sus fans, convi...