Capítulo 24

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EL MEJOR DÍA

"Un buen fotógrafo debe amar más a la vida que a la propia fotografía".

—Joel Strasser.


VIOLET

Con mi capucha puesta salgo del apartamento y a los pocos minutos me encuentro caminando sobre la vereda, o creo que estoy saltando mientras tarareo una canción improvisada. Lo que sea que esté haciendo, no me importa.

Jamás me sentí tan contenta en la vida.

Pienso que algo más se ha convertido en mi mayor felicidad.

Hoy es miércoles, muy temprano en la mañana, y me tiene sin cuidado haber pasado la noche sin dormir gracias a cierta persona, o estar preocupada por la proximidad amenazante de los exámenes y haber faltado a clases el día de ayer.

—¡A quién le importa! —grito y sonrío en señal de disculpa cuando una anciana me mira furiosa mientras sostiene su pecho al pasar junto a mí. Creo que casi le provoco un ataque al corazón.

Está bien, a mí me importa, y mucho. Debo aprobar, después de todo, tengo una beca de estudio que sostener.

Pero, de todas formas, saber que tengo que esforzarme un poco más no es suficiente para quitarme el buen humor que tengo el día de hoy.

Compruebo la hora en mi teléfono celular. Es demasiado temprano todavía, por lo que, antes de ir a clases, decido hacer una visita a la tienda de fotografía, sitio en el que imprimo la imagen que capturé de Anton en el vestidor de hombres. Lo mismo hago con otras cuantas que tomé de él esta mañana mientras seguía dormido después del segundo round.

Todas se sumarán a las otras dos que guardé en casa, en las que está sonriendo y mirando hacia sus pies con gran ternura.

En efecto, la de su culito no la enviaré hasta que pueda decirle que pretendo usar esa captura para el concurso. Es decir, las fotografías que vendo siempre muestran lo que todos pueden ver. Ahora pienso que, con esta en particular, por ser un poco más reveladora, podría llegar a ser incómoda para él.

Me detengo a estudiar mi calendario mental. Tengo ocho días en total hasta el 24 de mayo para entregar la fotografía. Poco después, el 28 de mayo, empieza la semana de exámenes. Finalmente, y, llegado a este punto, tan solo quedarían algunos días de sufrimiento hasta que salgan los resultados del concurso, el 5 del próximo mes.

De inmediato me encuentro contemplando su culito nadador como grandísima idiota. Es tan espectacular que parece imposible.

Será mejor que deje de verla, o alguien podría descubrirme.

La guardo en el sobre amarillo que me entregaron.

¿Y si se niega?, pregunta Nik mientras intento abrir mi bolso.

Creo que no pensé en eso.

Hay muchas cosas en las que no siento cabeza antes de llevar a cabo algún plan. Debo aceptar que soy demasiado impulsiva.

Pero si eso llegara a suceder, tendré que idear la forma de convencerlo.

Por otro lado, para mejorar mi día, por fin puedo darme el gusto de comprar mi nuevo objetivo.

¡Podré empezar con el retrato!

Necesito celebrarlo con June, y espero que no se encuentre molesta por mi desaparición desde la noche del lunes en el bar.

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