¿Mucha coincidencia el que haya leído el mensaje y como obra de magia tocaran el timbre?
No lo sabía; pero lo que sí sabía era que debía abrir porque, quién fuese, manifestaba desespero al insistir resonando el timbre por cada rincón de la casa.
—¡Un momento! —gritó, bajando las escaleras con los pies descalzos. Tomó la perilla y precavido abrió la puerta.
—¿Por qué no estás listo? —reprochó TaeHyung, empujando la madera para poder ingresar.
—Claro, pasa —bufó sarcásticamente al ver a su amigo ir directamente al refrigerador en la cocina—. Ayer me comí el último paquete de gomitas si es lo que buscas.
El rubio fingió lloriquear y refunfuñando regresó a la sala.
—Genial, me tomo la molestia de pasar por ti y no estás listo. Y como si fuese poco no me das de comer —chilló en un acto dramático y se tapó el rostro con ambas manos.
—No iré, Tae —le contestó, yendo directamente hacia el cómodo sofá de la sala.
—Dime que tienes un plan secreto con NamJoon Hyung o algo así.
—¿Qué tengo que ver con él? —indagó, con la leve sospecha de que conocía a la perfección la respuesta.
—Le dijo a Hobi que no iría con nosotros porque tenía "pendientes" —exageró las comillas con una mueca—. ¿Es que les dan duro con las clases?
JiMin llevó una mano a su barbilla, dando un aire pensativo mientras emitía un gracioso sonido.
—Él da duro; pero las clases no le dan a él.
—¿A quién le está dando NamJoon? —TaeHyung se incorporó escandalizado; captando en definitiva las insinuaciones del mayor.
—¿Qué? ¡A nadie! —se apresuró en responder, nervioso, creyendo firmemente que había metido muy hasta el fondo la pata. Soltó lo que primero se le ocurrió—: Digo, me refiero a que las clases no son pesadas... —titubeó, decayendo al hablar. Pésimo intento.
—¿Qué me ocultas, Park JiMin?
El rubio se arrodilló junto al pelinaranja y con su dedo índice comenzó a picar la mejilla del mismo.
¿Qué se suponía que debía decir JiMin? Ya había dicho de más y, conociendo a su amigo, sabía que este no se quedaría tranquilo hasta conocer la verdad tras aquellas palabras. TaeHyung es de los chicos que indaga hasta el fondo; por lo tanto tenía un envidiable don de FBI en cubierto.
Aún con su mejilla siendo picada, se le ocurrió una idea de escape.
—¿Ya le dijiste la verdad a Hobi? —TaeHyung detuvo su picoteó, tragó grueso y con lentitud bajó la mano para luego incorporarse de frente. Bien, JiMin había dado en el blanco—. ¿Qué pasa, TaeTae? ¿Se te comió la lengua el conejo? —canturreó triunfante.
—Oh... ChimChim, no te preocupes si no quieres ir —torpemente se puso de pie, encaminándose con celeridad hacia la puerta de entrada—, Hobi y yo entendemos que tengas muchas cosas por hacer. Digo, no hace falta que NamJoon Hyung y tú vayan. Tampoco es necesario que veas a HoSeok —balbuceó, nervioso.
—Nos veremos el lunes, Tae.
JiMin se despidió de su amigo con una radiante sonrisa y se quedó en el umbral de la puerta para verlo salir como un correcamino por el asfalto, claramente queriendo evitar toda pregunta que estuviese relacionada con el chico de pómulos pronunciados, sonrisa contagiosa y cabello rojo intenso.
. . .
Dos cuerpos exhaustos y sudorosos reposan sobre una fina cama cubiertos por una tela blanquecina. El mayor de los dos dormía plácidamente sobre el cuerpo del contrario, siendo acariciado por las grandes y fuertes manos del mismo. Ah, un profundo suspiro se le escapó a NamJoon de los labios. No había mejor sensación que esa, sentir su respiración acompasada con la de su amado le hacía revolotear el pecho.
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Juguemos » YoonMin.
Fanfiction«Aventúrate a leer y descubre que nada es lo que parece, las primeras impresiones son erróneas. Descubre cómo la vida mueve sus piezas y cambia a las personas; para bien, para mal, pero el cambio se presenta» ❝La irregular vida que lleva aquel jove...