No Te Rindas (Erlu)

•19•

--¿Lucy-- Dijo preocupada Erza al ver los ojos llorosos de la rubia, ésta le sonrió negando con la cabeza.

--Tranquila, Erza, solo ha visto algo que la ha hecho feliz--Hablo Joseph sentandose junto a Iku y Jori.

--¿Seguro?--Preguntó aún preocupada Erza, parada junto a Lucy y pellizcandole las mejillas--¡Ni siquiera habla!--Exclamó más preocupada.

--Erza, basta--Dijo Iku sonriendole tranquilizadoramente--Ella está bien--

--O almenos con lo que respecta a lo que sea que este  viejo la haya mostrado--Dijo Jori, su hermana dandole un codazo haciendo que se quejara, Erza frunció el ceño.

--Será mejor que se vayan, ya es tarde--Habló  el anciano--Ha sido agradable veros--

--Sí, será lo mejor--Suspiró Erza jalando a Lucy y caminando hacia la puerta--Nos veremos luego--

--Y recuerda Muchacha Loca--Dijo Joseph a Erza mientras esta salía junto a Lucy--No la dejes sola--

--Jamás lo haría--Respondió con seguridad brindandole al anciano una pequeña sonrisa. Este solo asintió y cerró la puerta.

Titania observó detenidamente mientras caminaba a Lucy, que tenía la mirada perdida en el suelo y se dejaba conducir por las calles en silencio.

--Lucy...¿Segura que estás bien? --

La rubia sólo afirmó con una pequeña sonrisa, Erza volvio a suspirar.

Llegaron a donde se quedaban y fueron directamente a su habitación, Erza dejando a Lucy en la cama donde ella dormía mientras se acomodaba en la suya.

Empezaba a inquietarle el silencio que se había formado entre ellas.

--Lucy, qué te ha mostrado Joseph. Ya me preocupa que te has quedado muda--Insistió Erza levantandose repentinamente de su cama; yendo hacia la de Lucy, quien se encontraba de espaldas a ella.

Erza le dio la vuelta lentamente y se sentó a su lado, esperando una respuesta.

--Mi madre--Dijo en voz baja la rubia con la mirada en el techo--Layla Heartfilia--

Y aunque no explicaba mucho, Erza lo entendía, sabía lo que significaba el sólo hecho de que Lucy pensaba en su madre, al igual que sabía que había algo más allá de aquel nombre si el anciano Joseph conocía a la madre de Lucy.

También comprendia cuanto le dolía.

Lentamente se recostó al lado de Lucy y la abrazó torpemente de lado, escuchó un suspiro de Lucy y sintió cómo la maga celestial pasaba sus delgados brazos sobre su abdomen para devolverle el abrazo.

Sintió lágrimas en su camiseta para dormir.

Lucy estaba llorando.

No preguntó nada, ni dijo nada, no tenía nada que preguntar y Lucy tampoco tenía nada para responder.

Erza sólo besó su frente y la abrazó más contra si misma, intentando refugiarla.

Y sí que lo lograba.

Abrazar a Lucy era como abrazar a un niño frágil e inocente, con la diferencia de que ya había vivido muchas cosas que no eran demasiado justas.

--Me pregunto cuántos secretos guardas en tu interior--Susurró Erza cuando sintió que el llanto había parado, Lucy levantó la mirada, confusa--Puedes mostrar una sonrisa cuando estás hecha trizas, te ves inocente del mundo cuando cargas con muchas cosas que nadie conoce, tú, tienes un misterio en la mente, tienes muchas cosas que no logro imaginar qué son,sin embargo ahí estas, siendo frágil otra vez--

--Sólo soy yo--Susurró Lucy con la voz ronca, Erza negó.

--Hay algo más, lloras con facilidad, no frente a los demás pero sí frente a mí, eres amable, eres dulce con las personas, es más que ser tú-- Murmuró Erza viendola fijamente--Muchas veces no te entiendo, dices que eres débil pero has  luchado muchas batallas en tu interior y has ganado, sonríes pero quieres llorar, ríes pero quieres gritar, estás bien, te pierdes en tu mente y de repente estás mal, pasas mucho tiempo observando a las personas, el clima te deprime aunque no lo quieras, te duelen las cosas pero pareciera que no es así, te conozco, pero me eres demasiado extraña algunas veces, ocultas más cosas de las que quiero admitir y nadie lo nota, ahí hay algo más--Dijo Erza Señalando con su dedo indice donde se encontraba el corazón de la rubia.

--Nadie me conoce mejor que tú--Dijo en voz baja Lucy, encogiendose de hombros simplemente--Puedo ser exasperante con tantos cambios repentinos¿no?--Dio una pequeña y triste carcajada.

Erza la miró como si estuviera loca.

--¿Eres bipolar?--Preguntó frunciendo el ceño Erza.Lucy solo se río unos segundos más.

--No espero que lo entiendas--Cito en voz baja la rubia --Pero algunas personas...

--Prefieren mostrar su lado más humano a los demás, nadie quiere mostrar a un monstruo sabiendo que la sociedad le puede rechazar--Completó sonriendo Erza.

--¡Lo has leido!--Exclamó Lucy sonriendo.

--Aún no lo termino--Puntualizó la peliroja--Pero he amado cada una de las palabras que hay allí--

--¿Por qué?--

--Porque es muy real--Susurró Erza.

Ambas se miraron fijamente unos segundos, luego sus miradas bajaron a los labios de la otra.

--¿Me mostrarías algún día a aquel monstruo?--Preguntó Erza acercandose lentamente  hacia Lucy.

--Quizá si prometes que no lo vas a rechazar--Susurró Lucy viendo los labios de Erza, tambien acercandose lentamente.

--Te prometo que no huiré--Contestó Titania cerrando sus ojos y juntando su frente junto a la de Lucy, sintiendo la respiración temblorosa de la rubia. Casi podía sentir sus labios.

Estuvieron de esta forma varios segundos, hasta que una de  ellas dijera que ya era suficiente.

Repentinamente Lucy sintió algo suave tocar sus labios, abrió sus ojos para comprobar si lo que sentía era real.

Erza la estaba besando.

Cerró sus ojos de nuevo, satisfecha, y correspondió lentamente.

Fue un beso corto, pero fue dulce, fue tierno, fue hermoso.

Erza se separó de Lucy y se levantó lentamente de la cama, viendo a Lucy con un poco de pánico.

--Perdón--Fue lo único que susurró Erza antes de salir corriendo de aquella habitacion.

Lucy observó el techo tristemente.

--Prometiste que no huirías--Murmuró al viento con medio corazón roto.

Se daba cuenta que Erza siempre había tenido la otra mitad,aquella mitad sana y buena, a comparación de la que ella tenía, que sólo era una parte lastimada y rota de sí misma.