Toda la tarde terminaron hablando de cosas irrelevantes, la verdad ambas ya habían tenido suficiente charla seria por ese día, así que hablaron de cosas menos emocionales.
Como el gusto de Erza por el pastel de fresas o el gusto de Lucy por los libros.
Entre sonrisas y risas pasaron uno de los que serían, aún sin saberlo, uno de los mejores días que tendrían para compartir juntas.
Porque no hay nada mejor que estar en compañia de las personas que quieres y mejor aún, de una tan importante en tu vida.
Erza salió de la casa de la rubia casi al anochecer, mientras Lucy simplemente organizaba su cena para luego ir a dormir.
Entre tantas emociones lo único que quedaba en sus cabezas era lo agradable que era la compañia de la otra y la alegría que les quedaba en su pecho al haber tenido un día así. Uno de esos días que daban paso a algo mucho más profundo dentro de ti.
Pero más allá de eso, la realidad se volvía como un círculo, así como dicen que el mundo es redondo, la realidad siempre se encuentra con las personas en cierto punto y Lucy lo sabía. Al menos con su propia realidad.
Porque mientras Erza llegaba a su habitación para prepararse y dormir, Lucy se recostaba en su cama para intentar cerrar los ojos y tratar de pensar en algo que no fuera su vida.
Porque mientras la madrugada llegaba y así mismo el amanecer en Magnolia, Erza despertaba, se alistaba y salía al gremio, mientras Lucy no había dormido en la noche, mientras Lucy salia a correr de nuevo, mientras Lucy le exigía cada vez más a su cuerpo.
Que irónico que mientras unas personas están seguramente en sus casas, riendo y compartiendo con alguien, Quizá con su familia, quizá con amigos, quién sabe, pero siendo felices, haya otras que están solas en algún lugar del mundo sin saber cómo escapar del dolor y las lágrimas.
Y Erza miraba constantemente hacia la puerta del gremio esperando ver la cabellera rubia que tanto conocía, se tallaba los ojos constantemente totalmente aburrida aunque no lo hacía notar, pero lo estaba, escuchaba a Mirajane hablarle de algo a lo que realmente no le estaba prestando atención y sentía sus oídos calientes como si alguien estuviera hablando de ella, pero volteaba su mirada y nadie parecia hacer aquello, así que pensó que quizá sólo eran imaginaciones suyas.
Y así como dicen que el mundo es un pañuelo, Jellal Fernández y Lucy Heartfilia terminaron encontrandose.
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--Qué casualidad verte, hace mucho que no te veía, Jellal-- Dijo lucy tomando aire y secando el sudor que corría por su frente.
--Digo lo mismo, Lucy-- Respondió amable el chico, sentadose al lado de la rubia que estaba recostada en un banco a las afueras de Magnolia.
--¿Qué haces por aqui? ¿Visitarás el gremio?-- Preguntó curiosa la rubia observando al chico, pero este negó con la cabeza.
--Sólo pasaba por aquí, y ya que te vi, quería preguntarte cómo está Erza-- Dijo el peliazul.
--Está bien, hoy debe estar en el gremio-- Respondió la rubia sonriendo dulcemente al acordarse de ella, esto no pasó desapercibido por el peliazul.
--Parece que tú y ella se han vuelto más unidas--
--Sí, yo también creo lo mismo, de hecho últimamente Erza me ayuda mucho cuando me siento mal, es una gran persona--Dijo Lucy con una sonrisa más pequeña, el chico a su lado asintió en acuerdo con ella.
--Ella es realmente especial, es única-- Susurró Jellal, aunque fue escuchado por la rubia, quien noto anhelo y nostalgia en su voz.
--La aprecias mucho--Opinó la ojichocolate viendolo fijamente.
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No Te Rindas (Erlu)
أدب الهواةNo se puede jugar con las personas rotas, la melancolía profunda, el dolor, el cansancio, es algo serio, es algo doloroso. Pero... el amor lo puede todo, no importa si es el mundo real o un mundo fícticio, el amor derrumba fronteras, derrumba la mue...
