La vida tiene tantas sorpresas, como tantas perdidas.
Con el tiempo, notas como las cosas cambian, porque así es todo, un día te levantas lleno de energía y cuando llegas a casa, no puedes mover ni un dedo. Otras veces, te levantas con ganas de nada, pero a medida que el día pasa, todo cambia.
Cuandos somos bebés, lloramos al nacer, lloramos por el tetero, lloramos para que nos carguen, lloramos por un mal sueño, lloramos cuando enfermamos, lloramos cuando nos carga un extraño, lloramos cuando de pañal hay que cambiarnos.Cuando somos niños, lloramos por un raspón en la rodilla, lloramos porque nos caemos de la bici, o lloramos porque no nos compran dulces, lloramos cuando nos niegan algo o lloramos cuando nos pegan por hacer algo malo, lloramos cuando hay pesadillas en las noches y estamos solos en nuestro cuarto, lloramos cuando nos dan un regaño, lloramos cuando perdemos un juguete o cuando no hay un pastel de cumpleaños. Cuando somos adolescentes, lloramos por el primer amor, lloramos por las largas noches deprimentes, o lloramos por un mal día, lloramos la perdida de algo en la escuela, lloramos por alguna separación entre amig@s, lloramos por un amor no correspondido, o lloramos por una traición, lloramos por las perdidas...O lloramos cuando nos reemplazan...Lloramos también cuando algo bueno pasa, lloramos cuando hay peleas demasiado fuertes en casa, lloramos cuando de la vida uno se cansa, lloramos cuando conocemos personas que creemos que estarán toda la vida pero nos decepcionamos cuando nos olvidan, lloramos cuando nos separamos de lo que queremos, lloramos incluso en los pequeños momentos. Cuando somos adultos, lloramos cuando la vida se va abajo, lloramos de impotencia al no poder lograr algo que queremos, también lloramos cuando vemos nacer nuestro primer bebé, lloramos cuando perdemos el amor, al igual que cuando lo recibimos, lloramos ante las situaciones dificiles, lloramos cuando todo se acumula y explota, lloramos al perder a nuestros padres, lloramos cuando perdemos a nuestros abuelos, lloramos cuando perdemos un hijo, lloramos cuando estamos solos en la vida, lloramos cuando nos quedamos sin nada y somos afortunados cuando tenemos todo, lloramos cuando muchas cosas cambian.
Por si no lo notaste, la vida está llena de lágrimas, lloramos al ser diferentes al igual que lloramos al nacer... Lloramos porque no tenemos una vida perfecta pero aprendemos que por mucho que la vida cambie, somos nosotros los que decidimos qué hacer. Somos nosotros los que decidimos contar cada lágrima o contar cada risa.
Porque a la vez que todos somos muy diferentes, somos también muy iguales.
Y siempre donde hay vida; habrá muerte.
Y hay ocasiones en que tenemos que aprender esto a la mala cuando no estamos listos...Por eso mismo...Deberíamos aprender a afrontar hasta la situación menos esperada.
Natsu notó algo extraño en Lucy,
bajaba su temperatura corporal,
Todas sus alarmas se activaron.
-- ¡Algo le sucede a Lucy!-- Gritó levantándose de su asiento y rápidamente alarmando a los demás.
Erza la llamó varias veces moviendo su cuerpo, pero no había respuesta.
Todos vacilaron sin saber qué hacer mientras Erza la tomaba en brazos y la llevaba a la habitación de forma apresurada.
Tomó sus manos, el poder aún estaba ahí, podía sentirla, podía sentir como la magia fluia por sus venas, podía sentir como aún estaba ahí.
Pero en menos de lo que parecía ser un segundo.
No sintió nada...
Nada...
--¡No está respirando!!--
Con ese grito...Todos se paralizaron.
Corrieron hacia el cuarto de forma torpe, apresuradamente y muy preocupados formaron un círculo sobre la cama en la que Lucy se encontraba, Erza con sus manos sobre el corazón de Lucy empujando fuerte , una y otra vez, gritando su nombre, deseando que despertara.
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No Te Rindas (Erlu)
FanfictionNo se puede jugar con las personas rotas, la melancolía profunda, el dolor, el cansancio, es algo serio, es algo doloroso. Pero... el amor lo puede todo, no importa si es el mundo real o un mundo fícticio, el amor derrumba fronteras, derrumba la mue...
