Capítulo 33

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      Matteo y Gastón entraban a la pista y los veían. Ambos frenaron. Gastón vio cómo Nina miraba, sonreía, reía y hablaba con ese chico.
—¿Quién es? —preguntó Matteo.
—Lo vi un par de veces.  
    Gastón solo tuvo que fijarse en la mirada de Nina para darse cuenta de que tenía que tomar una decisión importante cuanto antes.

     Gastón miró a Matteo, lo agarró del brazo y con la cabeza le pidió que lo acompañara a las mesas.
    Juliana miró al equipo y preguntó, mientras Gastón y Matteo salían de la pista:
—¿Qué canción van a hacer? No durará mucho. La cortaremos.
—Una de la Red Sharks Band —habló Benicio de una. Juliana miró a todos, porque le pareció raro que solo hablara él.
—¿Están de acuerdo? —les preguntó.
    Los otros no pusieron objeciones.
—Perfecto, entonces. A trabajar. No hay tiempo que perder.
   Pero Emilia y Benicio se dieron cuenta de que Nina estaba viendo en la zona del público.
—No conviene tener a nuestro enemigo en la pista, Juliana —habló Benicio, sin quitar la mirada de Nina. Juliana volteó a mirar en dirección a donde miraba Benicio. Diego y Nina los miraban. Diego tenía una mirada penetrante y Nina algo intimidada, pero con una mirada fuerte.
—El equipo del Roller no querrá que nosotros espiemos su entrenamiento, ¿no, Juliana?
    Juliana suspiró y luego le pidió amablemente a los chicos si podían dejar la pista.
    Matteo y Gastón salieron a hablar tranquilos y fueron al parque cercano.
—Estuve pensando en Nina últimamente.
—¿Ese chico quién era? ¿Están teniendo problemas? —le preguntó Matteo a su mejor amigo.
—Es uno de los miembros de uno de los equipos con los que compitieron ustedes.
—No lo recuerdo.
—Antes de la competencia, lo vi con Nina y Luna acá.
   Matteo lo miró confundido.
—¿Qué hacía con ellas?
—Con Luna nada. Tiene onda con Nina.
—¿Y qué estás haciendo acá? Él está con Nina en este instante.
—De eso te quería hablar —Gastón miraba al frente. Pero volvió a mirarlo y le dijo—: ¿Viste lo contenta que se puso? Yo quiero que siga así cuando me vaya.
—No te entiendo.
—Que si encuentra otro amor, que no se preocupe por mí.
—¿Vas a cortar con ella?
    Jazmín apenas podía mirar a Nico a la cara, apenas podía permanecer cerca de él, pero cada vez que él no se daba cuenta, lo miraba. Y lo extrañaba.
   Jazmín no estaba así por el beso. No quería que se enterara de que estaba entrevistando a la Red Sharks Band para su canal, aunque pronto iría a enterarse. No quería saber lo enojado que Nico iría a estar con ella.
    Nico estaba pasándole un trapo a unos vasos en la barra mientras no dejaba de tirarle miradas a Jazmín, que estaba sentada sola a una mesa. Intentaba comprender lo que le pasaba. Ella miraba su tablet con cara triste. ¿Benicio le habría hecho algo? No le extrañaría. Esta situación no debería seguir así, pensó.
     El chico fue directo a ella antes de que se escapara o apareciera Delfi y, sin pedir permiso, se sentó a la mesa frente a Jazmín. La chica pegó un salto y lo miró. Se quedaron como tontos mirándose a los ojos como unos segundos largos hasta que, finalmente, Jazmín reaccionó.
—Nico.
   Y lo hizo reaccionar a Nico.
—¿Qué pasa con Benicio?
   Jazmín agarró la tablet e hizo como si estuviera viendo, con las cejas fruncidas.
—¿Viste que ya empezamos con los entrenamientos?
—Jazmín…
   Jazmín miró alrededor, las paredes, las mesas.
—El rojo sigue siendo out.
—Jazmín…
—¿Vos creés que debo cambiarme los zapatos a verde con flores o verdes con lunares?
    Nico la miraba ceñudo de la confusión.
—¿Qué pasa con Benicio? —volvió a preguntar Nico.
—Nada.
—Se la pasan todo el tiempo juntos.
—Soy su asesora de moda. ¿Viste que su ropa es muy out?
—¿Benicio quiere que vos lo asesores con la ropa? —se sorprendió Nico.
—Sí, ¿por qué no? Se dio cuenta de que doy los mejores consejos de moda.
   A Nico esa respuesta no le cerraba para nada.
—¿Me podés decir por qué me estás evitando? ¿Es por el beso? —bajó la voz el chico—. Creí que estaba todo aclarado.
—¿Qué beso, Nico? No hubo ningún beso.
    Jazmín, nerviosa, se puso de pie.
—Pero…
   Jazmín se puso de pie y lo dejó ahí sentado solo, dirigiéndose a la salida. Nico la siguió con la mirada. Apretó los labios y se desanimó.
   El entrenamiento de los Red Sharks había finalizado y Juliana convocó al equipo del Jam & Roller para el entrenamiento para dentro de media hora. Ámbar se fue a la mansión.  Simón, Jazmín, Jim, Yam, Luna y Matteo y Delfi empezaron a prepararse. Finalmente, Delfi había decidido participar del equipo. Con Jim y Yam habían acordado un tiempo para dedicarle al ensayo de la banda.
   Jim estaba poniéndose los patines en la zona de los lockers, cuando Diego entró al lugar, viendo todo.
—Hola, Jim. Te estaba buscando —le dijo—. Desapareciste.
    Jim lo miraba seria.
—¿Qué pasa? ¿Seguís preocupada por si no llegan a ser el equipo representante?
    Jim no lo miraba, seguía poniéndose los patines, tratando de hacer como si él no estuviera ahí. Él seguía hablando, y mientras, fue a sentarse al lado de ella. Jim hizo como si no se hubiera dado cuenta.
—Ustedes son buenos. Los vi en otras competencias. Tienen talento. No entiendo por qué no podrían ganar. Y vos patinas muy bien, también, me gusta mucho.
    Jim largó un bufido y apretó los cordones de los patines con mucha fuerza.
—¿Qué te pasa?
   Jim se puso de pie y lo miró.
—No estabas buscándome. Te fuiste detrás de Nina —dicho esto, abandonó el lugar, dejando a Diego desconcertado.
    Jim fue en dirección de la pista y en el camino se encontró con Nina, que buscaba a alguien.
—Jim, Jim…
—Ay, Nina, no te vi.
—Te estaba buscando. ¿Lo viste?
—¿A quién?
—A Diego. Te estaba buscando hace rato.
—¿Cómo que me estaba buscando?
—Se acercó a la pista, hablamos y me dijo que si sabía dónde estabas, que te estaba buscando.
—¿Me estaba buscando? ¿A mí? Ya me encontró —Jim se quería matar porque le había hablado mal.
    Gastón apareció corriendo ante ellas y pidió a Nina que hablaran.
—Sí, Gastón, ¿qué pasa?
    Gastón le estiró la mano para que ella la agarrara. Él empezó a caminar en dirección de la salida. Mientras ellos se iban, mientras Jim pensaba en qué hacer, en cómo pedirle perdón a Diego, los demás del equipo se acercaban ya a la pista.
    Diego seguía sentado en la zona de los lockers, pensativo, cuando Jim, avergonzada, se acercó a él y se puso enfrente. Jim miraba alternativamente el piso y a Diego, que no le sacaba la vista de encima.
—¿Me estaba buscando? —dijo.
—¿Por qué me dijiste eso? ¿Por qué te pusiste así? Sí, te estaba buscando.
    Jim se puso roja.
—¿Te pasa algo? —le preguntó el chico.
—No, todo bien. Tengo entrenamiento. ¿Vienes?
   Diego se quedó en el entrenamiento. Como no era “el enemigo”, no hubo ningún problema.
   Fuera, Nina y Gastón iban en silencio, agarrados de las manos, mientras se acercaban al parque. Se sentaron en un banco y se miraron. Nina estaba empezando a asustarse. El ligero viento que había le agitaba el pelo y Gastón intentó llevar un mechón, que le tapó el rostro, detrás de la oreja. Gastón agarró ambas manos de Nina y se quedaron así.
—¿Qué pasa, Gastón?
—Ya falta poco para que me vaya a Oxford.
   Nina lo miraba triste.
—Lo recuerdo todos los días —dijo Nina con una sonrisa triste.
—No quiero que estés mal.
—Eso es imposible.
—Vamos a estar separados mucho tiempo.
        Gastón le hablaba muy serio.
—Pero no es para siempre. Y vamos a hablar por internet, y alguna visita…
—¿Con eso te alcanza?
—No. Te voy a extrañar mucho. No voy a dejar de pensar en vos.
—Yo tampoco.
—Pero no es para siempre.
—No sé si quiero que me esperes.
—¿Qué? —dicho esto, Nina quitó sus manos de las de Gastón.
—No quiero que sufras.
—Gastón, me va a doler, te voy a extrañar, pero estamos juntos, y no va a ser para siempre. No sé cuántas veces lo dije ya.
—Tal vez llegue otro chico.
—Tal vez llegue otra chica.
—No voy a fijarme en nadie más.
—Yo tampoco. No voy a sufrir, porque sé que igual estamos juntos. ¿Vos querés cortar? ¿Pensás que no va a funcionar?
    Maia no dejaba de mirar a Nico desde que había llegado al Red. Nico le dirigió una o dos miradas, pero solo duraron dos segundos cada una y fue más de confusión que de mirada intensa.
     Maia sabía de lo intrigado que estaba el chico por el tema de Jazmín y Benicio. Ya había impuesto la duda de que si eran pareja, pero ahora debía decirle la verdadera razón. Se puso de pie y se acercó a él.
—Nico, ya sé por qué Jazmín y Benicio se están viendo seguido.
—¿Son pareja?
—Yo creo que sí.
   Un puño apretó el interior de Nico.
—….Para que esté entrevistando a la Red Sharks Band para su canal...
—¿¡Qué!?
    Maia suspiró.
—Que los reemplazó. Jazmín reemplazó a la Roller Band por la Red Sharks Band.
     Nico no podía creer lo que estaba escuchando.

Red Sharks vs. Jam & RollerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora