-Te amo- dijo Joel alargando demaciado las palabra.
-Yo también, ¿puedes ayudar y entrar al auto?- insistí.
Llevamos mucho tiempo intentando que Joel entrará a su propio auto, pero cada vez que estábamos casi cerca, cambiaba de idea.
-¿Qué está haciendo este idiota aquí?- dijo mientras se reía y observaba a Zabdiel.
-Él nos está ayudando a llevarte a casa, por favor Joel, entra al auto.
-No necesito ayuda y menos de él. Bro, vas a tener que retroceder- dijo acercándose a él -Tuviste tu oportunidad, ahora ella es mía. Siempre lo fue.
-¿Por qué no entras al auto?- pregunté
Joel me robó un beso fugaz y se tiro en el aciento trasero de su auto. Cuando cerramos la puerta, él ya se había quedado dormido.
-Yo conducire- técnicamente grité. Zabdiel me miró confundido y asintió.
Joel me mataría si al día siguiente se enteraba que Zabdiel había conducido su auto, Holly era algo sagrado para él. Dejar que Zabdiel conducierá lo iba a enfurecer, y cuando se enterase iba a tener un ataque de pánico. Los hombres y sus autos. Encendí el auto. Zabdiel y yo nos ubiesemos ido contra el parabrisas si no trajieramos puesto los cinturones de seguridad. Había pisado el freno en lugar del acelerador. ¿Por qué demonios Joel tenía que tener un auto estándar y no uno automático? ¿Y porque todas las marchas se habían esfumado de mi cabeza? Solo había tomado dos tragos que Yanelis me había dado mientras bailaba con ella.
No estaba ebria, pero tenía un dolor horrible en la cabeza.-¿Segura que quieres conducir tu?- preguntó Zabdiel calmadamente.
-Cambio- dije bajando del asiento del conductor y pasandome al del piloto.
Zabdiel encendió el auto y aceleró. Debido al tráfico que había en la ciudad, llegamos una hora después de lo normal. Joel no se había despertado en todo el camino. Y el silencio había sido absoluto entre Zabdiel y yo en todo el camino.
Cuando Zabdiel estacionó el auto en el estacionamiento subterráneo del edificio, baje del auto y abrí la puerta trasera del auto.
-Joel, estamos en casa. Vamos levántate- dije moviendolo. Pero no reaccionaba. Volví a intentar pero Joel no se movia- Por favor Joel, vamos.
Su pecho subía y bajaba lentamente, no como cuando dormía. Acerque mi oreja a su pecho, su corazón estaba latiendo demasiado lento.
-Llama al 911 Zabdiel. Por favor- le dije a Zabdiel, mientras intentaba que Joel reaccionará. Zabdiel no preguntó, sacó su teléfono de su bolsillo y se alejo para hablar.
Minutos después la ambulancia llegó al sótano del edificio. Entre tres paramédicos sacaron a Joel del asiento trasero del auto y lo subieron a la ambulancia.
-¿A qué hospital lo están llevando? ¿Puedo ir con ustedes?- pregunté a uno de los paramédicos.
-Es mejor que vaya con su amigo, tenemos que hacerlo reaccionar antes de que suceda algo más grave. En el hospital Santa Mónica el que está por la octava avenida. Manténgase tranquila todo va a estar bien- subió a la ambulancia y se alejaron.
No sé en qué momento había comenzado a llorar, pero mis mejillas estaban humedad y podía sentir las lágrimas cayendo. Zabdiel tomo mi mano y me dió un fuerte apretón.
-¿Puedes llevarme al hospital por favor?- pregunté.
-Seguro- dijo envolviéndome en sus brazos.
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×Promesas de amor× J.P (adaptada)
Fanfic¿Eres lo suficientemente fuerte para soportar la verdad? Emma acaba de descubrir que su vida ha estado llena de mentiras desde haber nacido. No todos los días te enteras que tu supuesto verdadero padre es uno de los empresarios más adinerados del p...