•Capitulo 8•

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Llegamos a la casa de Patricia, exactamente a las seis de la tarde. Joel había insistido en que podíamos visitarla al día siguiente, pero yo le había prometido que iríamos hoy, tenía que cumplir mi promesa.

Joel estacionó a Holly enfrente de la casa de su madre. Él había tenido suerte, nada de nauseas y dolores de cabeza, después de que despertó. A pesar de no haber dormido ni un poco, aún seguía con los ojos abiertos.

Bajamos del auto, y Joel entrelazó nuestros dedos. Antes de tener la oportunidad de poder abrir la puerta, una chica la abrió.

Era de mi mismo tamaño, su cabello le llegan hasta los hombros de un color pelirrojo muy llamativo. Sus ojos verdes combinaban perfectamente con su cabellera. La chica nos dió una sonrisa tímida, y se apresuró en salir lo más rápido posible. Mire a Joel, ambos intercambiamos miradas de confusion, entramos a la casa, voces venían de la cocina.

-Es solo una chica, Gabo. No es nada del otro mundo- se quejó Israel.

-Mi bebé ya tiene novia, ya están creciendo, ambos- Patricia apretó una de las mejillas de Israel, haciendo que este frunciera el ceño.

-Mamá, no tengo novia. Ella no es mi novia, ¿no puedes entenderlo?

-¿Llegamos a tiempo para el interrogatorio?- pregunto Joel riéndose- ¿Quién es la pelirroja?

-La novia de Israel- se apresuró en responder Gabo.

-No es cierto, ¿podemos tomar el maldito chocolate de una vez?

-No maldigas en frente mío Israel.

-Lo siento mamá- se disculpó.

Me acerqué a Patricia y la saludé con un beso en la mejilla.

-Estoy tan feliz de que estén aquí. Y me alegro que hayan llegado a tiempo para conocer a la novia de mi Israel.

-No es mi novia mamá. ¿Porque es tan difícil de comprender?

-Si no es tu novia, ¿Por qué vino a casa visitarte? ¿Estuvieron solos en tu habitación? ¿Con la puerta cerrada?- comenzó a burlarse Joel.

-Que gracioso eres Joel- Israel tomo una taza y la dejo en la repisa.

-Yo solo estoy diciendo- levantó ambas manos en el aire, en señal de inocencia.

Joel y Gabo intercambiaron miradas de complicidad.

-Israel tiene novia, Israel tiene novia, Israel tiene novia- comenzaron a cantar gritando.

Patricia y yo reímos, pero a quien no le parecía gransioso era a Israel.

-Tuve suficiente de esto- dijo Israel y abandonó la cocina corriendo para subir las escaleras.

-Joel, Gabo. Es suficiente- ambos se callaron- Miren lo que han hecho, vayan a pedirle disculpas a su hermano.

-Tu te estabas riendo mamá- la acuso Gabo sin parar de reírse.

-No es cierto- se defendió Patricia.

-Yo iré a hablar con él- dijo Joel.

-No, yo voy. No creo que quiera verte sin antes darte un fuerte golpe en la cara, yo iré.- dije.

Subí la escaleras, y llegue a la segunda planta de la casa. Toque la puerta de la habitación de los gemelos.

-Lárgate Joel- respondió molesto desde adentro.

-Soy Emma. ¿Puedo pasar?- pregunté. Israel abrió la puerta y se volvió a lanzar a su cama.

-¿Ellos están afuera?- preguntó.

×Promesas de amor× J.P (adaptada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora