-Eres una terrible amiga- Yanelis negó con la cabeza, sin despegar su mirada de mi- Puedo jurar que pasas más tiempo con los gemelos que conmigo, no es justo.-No es nuestra culpa ser más divertidos- dijo Israel con una sonrisa.
-Oh cállense- les dijo Yanelis a ambos haciendo un movimiento con sus manos. Volteó su mirada hacia mi nuevamente- ¿Entonces? ¿Que tienes que decir en contra de mis acusaciones "terrible amiga"?
Ella tenía razón. No recordaba hace cuanto no salíamos juntas, solo las dos. Debe haber sido hace mucho tiempo porque ningún recuerdo aparecía en mi mente cuando lo mencionaba. Había estado ocupada en esta semana, después de la escuela usualmente tenía ensayos en el club de teatro. Zabdiel seguía intentando que aprendiera a bailar, y para ser sincera, habíamos progresado mucho. Ya no le pisaba los pies tantas veces, sólo unas cinco veces antes de que acabe. Antes de que se de cuenta, va a estar buscando pareja de baile o renunciando a la obra.
Y todo mi tiempo libre, lo pasaba con Joel. ¿A cuantas funciones de cines habíamos ido sin que nos corrieran de las salas? Probablemente todos los cines de la ciudad, y deben de ser miles. Logramos molestar tanto a las personas, aventandoles palomitas de maíz, haciendo mucho ruido, y un sinfín de cosas. Habíamos fingido una pelea en media sala, los demás dudaron de llamar a seguridad para que nos sacaran a patadas. No le había dedicado tiempo a mi mejor amiga.
-Me declaro culpable- levanté ambas manos al aire.
-Me debes un día de chicas, entero. Nada de novios, nada de ex novio, y sobre todo nada de gemelos- dijo mirando directamente a Gabo e Israel, quiénes estaban compartiendo el acuerdo con nosotras.
-Gabo me siento ofendido. Ella nos está excluyendo- dijo Israel en un tono dramático. Él no debería de estar en el club de teatro absolutamente.
-No te preocupes, Israel- Gabo poso sus brazos por encima de los hombros de isra- ¿Quien necesita ir a un día de chicas después de todo? Van a ver tontas películas románticas, helado, compras, manicura, y todas esas cosas aburridas. Podemos hacer...
-¡Un día de gemelos!- exclamó Israel entusiasmado.
-Exacto, ¿y adivina quiénes no están invitadas, Yanelis?- Yanelis viro los ojos, soltó una fina risa.
-Como sea. ¿Qué dices?- me pregunto a mi.
Un día de chicas sonaba bien. Aunque torturaria a mis pies, caminando con Yanelis por todas las tiendas existentes de NY, sin exagerar. Y necesitaba a alguien con quien hablar, y Yanelis siempre parecía dispuesta a escucharme. Había pasado demaciado en Arizona, cosas que le había contado a la ligera. Pero necesitaba decirle lo que me pasaba por la cabeza últimamente. Ella es mi mejor amiga después de todo.
-Es una cita- dije haciendo que ella sonriera de oreja a oreja y diera pequeños saltos en su silla.
{...}
-¿Me vas a dejar por un día de compras?- Joel me pregunto mirando sobre mi. Yanelis estaba detrás de nosotros, esperándome en su auto.
Voltee al mismo tiempo que él, Yanelis le saco la lengua al mismo tiempo que tocaba el claxon de su auto y sacó la cabeza para gritar:- Solo me robaré a tu chica por una noche Pimentel. Supéralo.
Ambos reímos, Joel paso su mano por mi cintura, estrechando mi cuerpo al suyo. Depósito un suave beso en la coronilla de mi cabeza.
-Te extrañaré- dijo en un susurro cerca de mi oído.
-No te darás cuenta que me he ido. Será solo una noche, una larga noche para mí llena de comprar, vestidos y faldas.
-Asegúrate de no mostrar nada de piel enfrente de ningún idiota- dijo.
-¿Por que?- pregunté molestandolo.
-Porque eres mía.
Y esas tres palabras fueron suficientes para derretirme. ¿Que iba a hacer? Ah sí, noche de chicas con Yanelis o algo por el estilo. Era patético que esas simples palabras, me hayan dejado como una idiota. El parecía saber el efecto que tenía sobre mi, sonrió de oreja a oreja y me volvió a besar.
-Diviértete- fue lo último que me dijo, antes de entrar al auto de Yanelis.
{...}
-¿No crees que es suficiente con todas estas bolsas?- pregunté mirando al conjunto de bolsas que colgaban de sus manos.
-Nada es suficiente- dijo por décima vez en la noche.
-¿Podemos tener un descanso? Ir a Starbucks's por ejemplo- dije realmente agotada. No tenía idea de dónde acababa toda esa energía que tenía Yanelis, a lo mucho tenía tres bolsas en mis manos a comparación de ella que parecía dispuesta a comprar la tienda entera.
-Esta bien, pero luego seguiremos con el recorrido. No tengo nada de zapatos- la fulmine con la mirada- Por lo menos no nuevos- dijo y se alejó.
Entramos al primer Starbucks's que encontramos, para sorpresa nuestra no estaba tan lleno. Cosa que era sorprendente debido a la hora, nos sentamos en la primera mesa que encontramos. Yanelis dejó todas sus bolsa en el suelo para pedir por ambas, estaba segura que sabía lo que yo iba a pedir. Siempre acertaba.
Minutos después ambas nos encontrábamos bebiendo de nuestros frapuchinis, Yanelis le había puesto doble crema al mío, cosa que me hizo recordar porque la amaba tanto y estaba soportando está tarde de compras, apuesto que lo hizo por eso. Además me trajo un delicioso pastel, que podía morir por el.
-Chicos lindos a las tres- dijo Yanelis en un susurro.
Yanelis estaba confundida, ellos no nos estaban mirando, nos estaban violando con su mirada, cosa que me hizo estremecer.
-Lindos, pero demaciado obvios.- murmuré en respuesta.
-Apuesto que vienen a hablarnos en poco tiempo- dijo haciéndome rodar los ojos.
Y no estaba equivocada, pasaron solo minutos cuando ambos chicos se levantaron de sus sitios, ambos con sus cafés en sus manos y se acercaron a la mesa donde nos encontrábamos, varios metros alejados.
-Hola ¿como están? soy Dereck y el es Collin- dijo uno de los rubios, que al parecer era el más valiente para presentarlos.
-Hola, bien. Siempre es bueno algo de cafeína en la sangre. Soy Yanelis y ella es Emma. Un placer conocerlos chicos.- dijo Yanelis.
En realidad si me hubiera adelantado, les hubiera dicho algo no muy amable de mi parte. Así que agradecí que ella respondiera, porque no parecía despegar su mirada de Derek.
-¿Podemos sentarnos?- dijo mirando las dos sillas libres.
-Por supuesto- respondió Yanelis.
Ambos se sentaron, Derek al instante, técnicamente, me dió la espalda. Y comenzó a sacarle plática a Yanelis. No es por ofender, pero había dejado a mi novio para venir con ella a una "noche de chicas", para que ella coqueteara con unos desconocidos. Nada bonito Yanelis.
-¿Emma, Verdad?- pregunto Collin mirándome.
O el chico era un completo idiota, o tenía memoria de corto plazo. Apostaba por la primera.
-Si- respondí secamente.
-Si que les gusta las compras- y ese fue su intento de sacar conversación.- seguro- dije levantando los hombros, dándole poca importancia. Le di un largo sorbo a mi café, intentando no conversar con él.
-¿A qué escuela van? si es que van a la escuela todavía ¿no?
-Si aún vamos. Pero no me siento cómoda compartiéndolo con un completo desconocido- dije y el se rió. No entiendí cuál fue el chiste.
-Me gustas. Eres divertida. Me gustaría volver a verte, en lo absoluto. Dek y yo daremos una fiesta mañana. Vamos al Doyer. No eres ninguna violadora, ¿verdad?- hablando de violadores- tal vez les guste venir.
-¿En serio? eso estaría genial.- comenté sintiéndome una completa perra.
-Lo se. Me muero por verte esa noche.- dijo emocionado.
-Lo se, va a ser genial. Podría llevar a mi novio conmigo, no hay problema ¿verdad?
Su expresión cambio totalmente. Y espero realmente que haya entendido el mensaje.
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×Promesas de amor× J.P (adaptada)
Fanfic¿Eres lo suficientemente fuerte para soportar la verdad? Emma acaba de descubrir que su vida ha estado llena de mentiras desde haber nacido. No todos los días te enteras que tu supuesto verdadero padre es uno de los empresarios más adinerados del p...